¡Ay, Dios mío, qué situación tremenda! Resulta que un conductor andaba literalmente volao' en Mercedes Sur de Heredia el lunes pasado, a punto de atropellar a dos adultos mayores. Las cámaras de seguridad grabaron todo, y pa' que se hagan una idea, el mae iba como si estuviera en una carrera, sin respetar ni siquiera el famoso 'muerto', esos reductores de velocidad que nos ponen pa' cuidarnos.
La movida comenzó cuando don Bernal Calderón salió tranquilamente de su casa. El tipo estaba intentando cruzar la calle, cuando este conductor pasó a toda máquina. Don Bernal, con toda la razón, le pidió que tuviera un poquito de cuidado, ¿se imaginan? El conductor, lejos de disculparse, dio media vuelta, frenó su carro, y ahí empezó el verdadero brete. Sacó a un perro enorme de la parte de atrás, ¡una verdadera bestia!, y se acercó amenazante a don Bernal.
Pero eso no es todo, pues apareció otro vecino, don Beltrán Garita, para ver qué pasaba. Al parecer, el conductor se puso peor. En lugar de calmarse, volvió a dar media vuelta, sacó una herramienta, ¡una llave inglesa, por Diay!, y amenazó a don Bernal, quien, valientemente, sostenía un palo como defensa personal. Parece que el mae estaba buscando lío a todas horas. Qué poca educación, ¿eh?
Después de tanta tensión, el conductor regresó al carro, echó marcha atrás, ¡casi atropellando a don Beltrán!, y luego aceleró contra la casa de don Bernal. Por suerte, don Bernal pudo meterse a salvo, pero el tipo le rompió la bicicleta que tenía estacionada en la entrada. Una pena, ¡la bicicleta era prácticamente nueva!
La sobrina de don Bernal, Angie Calderón, no tardó en subir los videos a sus redes sociales. La mae se descargó con todo: “Hola gente... vengo a pedirle su colaboración respecto a este caballo!!!! Atentó contra la vida de mi tío Bernal Calderon Delgado”. Angi compartió su indignación y confirmó que ya había denunciado formalmente el hecho ante las autoridades competentes. Con justa razón, Angie calificó al conductor de "caballo" y expresó su preocupación por la falta de respeto a las normas de tránsito y la violencia que demuestra esta clase de personas.”
Lo que más me preocupa de esta maraña es cómo algunas personas creen que la ley no aplica para ellos. Se creen dueños de la carretera y piensan que pueden hacer lo que quieran, sin importarles la integridad física de los demás. Esto ocurre demasiado seguido en nuestras calles, y necesitamos más conciencia ciudadana y fiscalización por parte de las autoridades. La verdad es que da qué pensar cómo alguien puede llegar a tal grado de agresividad por un simple reclamo de precaución.
Más allá de los hechos puntuales, este incidente nos recuerda la importancia de conducir con responsabilidad y respeto hacia los demás usuarios de la vía. Recordar que detrás de cada vehículo hay personas, familias, vidas humanas. No podemos permitir que la impunidad y la falta de civismo pongan en riesgo nuestra seguridad. Se necesita urgentemente una campaña de concientización sobre la conducción segura y las consecuencias legales de comportamientos irresponsables al volante. ¿Será que realmente estamos aprendiendo a convivir en las calles?
Definitivamente, esta movida deja mucho que reflexionar. ¿Ustedes creen que las sanciones actuales son suficientes para evitar este tipo de incidentes? ¿Deberíamos endurecer las penas para quienes conducen de forma imprudente y ponen en peligro la vida de los demás?
La movida comenzó cuando don Bernal Calderón salió tranquilamente de su casa. El tipo estaba intentando cruzar la calle, cuando este conductor pasó a toda máquina. Don Bernal, con toda la razón, le pidió que tuviera un poquito de cuidado, ¿se imaginan? El conductor, lejos de disculparse, dio media vuelta, frenó su carro, y ahí empezó el verdadero brete. Sacó a un perro enorme de la parte de atrás, ¡una verdadera bestia!, y se acercó amenazante a don Bernal.
Pero eso no es todo, pues apareció otro vecino, don Beltrán Garita, para ver qué pasaba. Al parecer, el conductor se puso peor. En lugar de calmarse, volvió a dar media vuelta, sacó una herramienta, ¡una llave inglesa, por Diay!, y amenazó a don Bernal, quien, valientemente, sostenía un palo como defensa personal. Parece que el mae estaba buscando lío a todas horas. Qué poca educación, ¿eh?
Después de tanta tensión, el conductor regresó al carro, echó marcha atrás, ¡casi atropellando a don Beltrán!, y luego aceleró contra la casa de don Bernal. Por suerte, don Bernal pudo meterse a salvo, pero el tipo le rompió la bicicleta que tenía estacionada en la entrada. Una pena, ¡la bicicleta era prácticamente nueva!
La sobrina de don Bernal, Angie Calderón, no tardó en subir los videos a sus redes sociales. La mae se descargó con todo: “Hola gente... vengo a pedirle su colaboración respecto a este caballo!!!! Atentó contra la vida de mi tío Bernal Calderon Delgado”. Angi compartió su indignación y confirmó que ya había denunciado formalmente el hecho ante las autoridades competentes. Con justa razón, Angie calificó al conductor de "caballo" y expresó su preocupación por la falta de respeto a las normas de tránsito y la violencia que demuestra esta clase de personas.”
Lo que más me preocupa de esta maraña es cómo algunas personas creen que la ley no aplica para ellos. Se creen dueños de la carretera y piensan que pueden hacer lo que quieran, sin importarles la integridad física de los demás. Esto ocurre demasiado seguido en nuestras calles, y necesitamos más conciencia ciudadana y fiscalización por parte de las autoridades. La verdad es que da qué pensar cómo alguien puede llegar a tal grado de agresividad por un simple reclamo de precaución.
Más allá de los hechos puntuales, este incidente nos recuerda la importancia de conducir con responsabilidad y respeto hacia los demás usuarios de la vía. Recordar que detrás de cada vehículo hay personas, familias, vidas humanas. No podemos permitir que la impunidad y la falta de civismo pongan en riesgo nuestra seguridad. Se necesita urgentemente una campaña de concientización sobre la conducción segura y las consecuencias legales de comportamientos irresponsables al volante. ¿Será que realmente estamos aprendiendo a convivir en las calles?
Definitivamente, esta movida deja mucho que reflexionar. ¿Ustedes creen que las sanciones actuales son suficientes para evitar este tipo de incidentes? ¿Deberíamos endurecer las penas para quienes conducen de forma imprudente y ponen en peligro la vida de los demás?
