¡Ay, dios mío, qué chivísima la movida! Resulta que Playa Lagarto está a punto de recibir un restaurante nuevo que promete revolucionar la escena gastronómica costarense: MesoMar. No es cualquier changarro, mijos, sino un lugar que combina alta cocina internacional con raíces mesoamericanas, todo comandado por el renombrado chef Dave Soady, quien ya ganó reconocimiento de la Guía Michelin allá por Argentina.
Imagínense, un sitio donde el fuego de la cocina tradicional se une al marisco fresco y a los productos de la milpa, pa' crear platillos que te transportan directo a la esencia de nuestra tierra. La idea es rescatar esas recetas ancestrales, darle un toque moderno y, sobre todo, apoyar a los pequeños productores locales. Porque, díganle a alguien, acá le damos duro a la comida auténtica y sostenible.
Lo que realmente me tiene emocionado es cómo MesoMar está apostando por la economía comunitaria. Se trata de comprar directamente a los pescadores artesanales, a los agricultores de la zona y a todos esos emprendedores que le ponen sabor a nuestra mesa. Mike Katz, el gerente del hotel Bohemian Playa Lagarto (donde MesoMar tendrá su hogar), explica que esto nace como una continuación natural de la filosofía del hotel: conectar con la naturaleza y mostrar la autenticidad de nuestras comunidades.
Y ni hablar del chef Soady. El mae está bien pilas – estudió en L’Académie de Cuisine y tiene experiencia trabajando tanto en Estados Unidos como en Sudamérica. Ahora, toda esa sabiduría la va a aplicar en MesoMar, creando un laboratorio culinario donde ningún ingrediente se desperdicia. Según Katz, cada pedazo, cada cáscara, se transforma en caldo, composta, fermentos... ¡todo pa' aprovecharlo al máximo!
El menú, señores, será totalmente dinámico. Cambiará dependiendo del clima, de la pesca y de las cosechas. Así garantizan que siempre tendrás ingredientes ultra-frescos y que cada plato refleje la temporalidad de nuestro glorioso litoral guanacasteco. ¡Eso sí que es trabajar con lo que el día nos da! Y eso me recuerda algo: ellos dicen que su filosofía es adaptar la cocina al territorio, no al revés. ¡Menos mal, porque ya estaba pensando que iban a traer modas extrañas!
Pero esto no es solamente comer rico, mijos. MesoMar quiere transmitir una experiencia completa. Van a unir el maíz, el cacao, el fuego y el agua para reconectar a los comensales con la historia del corredor mesoamericano. Pa' que mientras saboreas un buen bocado, también aprendas sobre nuestras raíces. Además, tienen cinco principios claros: ingredientes frescos, aprovechamiento total, temporalidad, un ecosistema huerta-bosque-mar, y trabajar con proveedores responsables. ¿Se puede pedir más?
En cuanto a las técnicas, van a usar nixtamalización moderna, experimentar con el cacao, hacer fermentos caseros, cocinar a la brasa… ¡todo pa' expresar la identidad cultural sin dejar nada atrás! Katz asegura que MesoMar representa el mar costarricense y la riqueza mesoamericana, contando historias de comunidad, respeto y compromiso con el territorio en cada plato. Ya sé que suena un poco cursi, pero honestamente, me gusta la onda. Es una movida que le hace honor a nuestra tierra, y eso hay que aplaudirlo, ¡qué carga!
Ahora, la gran pregunta: ¿Crees que MesoMar logrará convertirse en un verdadero referente gastronómico costero, combinando la alta cocina con la tradición y el apoyo a las comunidades locales? ¿Te animas a probarlo y contarnos tu experiencia? ¡Déjanos tus opiniones en el foro!
Imagínense, un sitio donde el fuego de la cocina tradicional se une al marisco fresco y a los productos de la milpa, pa' crear platillos que te transportan directo a la esencia de nuestra tierra. La idea es rescatar esas recetas ancestrales, darle un toque moderno y, sobre todo, apoyar a los pequeños productores locales. Porque, díganle a alguien, acá le damos duro a la comida auténtica y sostenible.
Lo que realmente me tiene emocionado es cómo MesoMar está apostando por la economía comunitaria. Se trata de comprar directamente a los pescadores artesanales, a los agricultores de la zona y a todos esos emprendedores que le ponen sabor a nuestra mesa. Mike Katz, el gerente del hotel Bohemian Playa Lagarto (donde MesoMar tendrá su hogar), explica que esto nace como una continuación natural de la filosofía del hotel: conectar con la naturaleza y mostrar la autenticidad de nuestras comunidades.
Y ni hablar del chef Soady. El mae está bien pilas – estudió en L’Académie de Cuisine y tiene experiencia trabajando tanto en Estados Unidos como en Sudamérica. Ahora, toda esa sabiduría la va a aplicar en MesoMar, creando un laboratorio culinario donde ningún ingrediente se desperdicia. Según Katz, cada pedazo, cada cáscara, se transforma en caldo, composta, fermentos... ¡todo pa' aprovecharlo al máximo!
El menú, señores, será totalmente dinámico. Cambiará dependiendo del clima, de la pesca y de las cosechas. Así garantizan que siempre tendrás ingredientes ultra-frescos y que cada plato refleje la temporalidad de nuestro glorioso litoral guanacasteco. ¡Eso sí que es trabajar con lo que el día nos da! Y eso me recuerda algo: ellos dicen que su filosofía es adaptar la cocina al territorio, no al revés. ¡Menos mal, porque ya estaba pensando que iban a traer modas extrañas!
Pero esto no es solamente comer rico, mijos. MesoMar quiere transmitir una experiencia completa. Van a unir el maíz, el cacao, el fuego y el agua para reconectar a los comensales con la historia del corredor mesoamericano. Pa' que mientras saboreas un buen bocado, también aprendas sobre nuestras raíces. Además, tienen cinco principios claros: ingredientes frescos, aprovechamiento total, temporalidad, un ecosistema huerta-bosque-mar, y trabajar con proveedores responsables. ¿Se puede pedir más?
En cuanto a las técnicas, van a usar nixtamalización moderna, experimentar con el cacao, hacer fermentos caseros, cocinar a la brasa… ¡todo pa' expresar la identidad cultural sin dejar nada atrás! Katz asegura que MesoMar representa el mar costarricense y la riqueza mesoamericana, contando historias de comunidad, respeto y compromiso con el territorio en cada plato. Ya sé que suena un poco cursi, pero honestamente, me gusta la onda. Es una movida que le hace honor a nuestra tierra, y eso hay que aplaudirlo, ¡qué carga!
Ahora, la gran pregunta: ¿Crees que MesoMar logrará convertirse en un verdadero referente gastronómico costero, combinando la alta cocina con la tradición y el apoyo a las comunidades locales? ¿Te animas a probarlo y contarnos tu experiencia? ¡Déjanos tus opiniones en el foro!