¡Ay, Dios mío! Parece que la cosa está más que salada en temas de seguridad. El diputado Gilberto Campos, del PLP, soltó la bronca contra el Gobierno, acusándolos de estar jugando con números para hacer ver que todo está bajo control, cuando la realidad nos golpea como un balde de agua fría. La violencia sigue escalando, y parece que nadie quiere admitirlo.
Todo empezó con el informe semestral del Ministerio de Planificación, donde aparentemente se cumple el 100% de las metas del Plan Nacional de Desarrollo en seguridad. Pero Campos, con toda la razón del mundo, señala que este informe anda medio torcido, porque omite datos clave: los homicidios dolosos. Es decir, ¡qué torta!, están dejando fuera los casos más graves para pintar un panorama rosita que no existe.
Para ponerle pausa a la cosa, recordemos que el 2023 dejó atrás 907 homicidios –una cifra que ya daba escalofríos–, y ahora, a mediados de 2025, ya vamos camino a superar esa marca negra con más de 830 asesinatos. Y ni hablar de la mayoría de las víctimas: jóvenes, muchos ligados al hampa y al sicariato. Pa’ qué andar mintiendo si la pura verdá nos duele menos, ¿no?
El diputado no se anduvo con rodeos y responsabilizó directamente a la entonces ministra de Planificación, Laura Fernández, ahora abanderada oficialista, por este desmadre. Según Campos, ella fue quien dio luz verde a este manejo de datos, permitiendo que el Gobierno actuara con una indiferencia preocupante ante la creciente inseguridad que vive el país. ¡Que nivel de irresponsabilidad!
Campos lanzó la advertencia más dura: “Estamos sentados sobre una bomba de tiempo”. Dijo que el Gobierno, en lugar de trabajar duro para frenar la ola de violencia, prefiere seguir vendiéndonos la moto de que todo está bien. Una actitud que, a su juicio, pone en riesgo la vida de todos los costarricenses. Uno piensa, ¿cómo pueden ser tan ciegos?
Y la cosa no termina ahí. Campos remarcó que la aparente tranquilidad que transmite el gobierno es digna de risa, pues Fernanda encabezaba el plan de desarrollo durante lo que él considera el período más violento de nuestra historia. "¿Esa es la continuidad que quieren?", cuestionó retóricamente, enfatizando que el país necesita soluciones reales, no maquillajes estadísticos.
Muchos analistas han apuntado a factores como el narcotráfico transnacional, la debilidad del sistema judicial y la falta de recursos para las fuerzas policiales como causas principales de esta crisis. Otros señalan la necesidad urgente de implementar políticas sociales más efectivas para abordar las raíces del delito. Pero, claro, para eso primero hay que dejar de taparle el ojo a la verdad y enfrentar el problema de frente, ¿verdad, mae?
Entonces, díganme: ¿creemos realmente que el Gobierno está haciendo lo suficiente para combatir la creciente inseguridad en Costa Rica, o nos siguen tomando por idiotas con estos informes que parecen sacados de un cuento de hadas? Dejen sus opiniones abajo, ¡y a ver qué sale de esta vaina!
Todo empezó con el informe semestral del Ministerio de Planificación, donde aparentemente se cumple el 100% de las metas del Plan Nacional de Desarrollo en seguridad. Pero Campos, con toda la razón del mundo, señala que este informe anda medio torcido, porque omite datos clave: los homicidios dolosos. Es decir, ¡qué torta!, están dejando fuera los casos más graves para pintar un panorama rosita que no existe.
Para ponerle pausa a la cosa, recordemos que el 2023 dejó atrás 907 homicidios –una cifra que ya daba escalofríos–, y ahora, a mediados de 2025, ya vamos camino a superar esa marca negra con más de 830 asesinatos. Y ni hablar de la mayoría de las víctimas: jóvenes, muchos ligados al hampa y al sicariato. Pa’ qué andar mintiendo si la pura verdá nos duele menos, ¿no?
El diputado no se anduvo con rodeos y responsabilizó directamente a la entonces ministra de Planificación, Laura Fernández, ahora abanderada oficialista, por este desmadre. Según Campos, ella fue quien dio luz verde a este manejo de datos, permitiendo que el Gobierno actuara con una indiferencia preocupante ante la creciente inseguridad que vive el país. ¡Que nivel de irresponsabilidad!
Campos lanzó la advertencia más dura: “Estamos sentados sobre una bomba de tiempo”. Dijo que el Gobierno, en lugar de trabajar duro para frenar la ola de violencia, prefiere seguir vendiéndonos la moto de que todo está bien. Una actitud que, a su juicio, pone en riesgo la vida de todos los costarricenses. Uno piensa, ¿cómo pueden ser tan ciegos?
Y la cosa no termina ahí. Campos remarcó que la aparente tranquilidad que transmite el gobierno es digna de risa, pues Fernanda encabezaba el plan de desarrollo durante lo que él considera el período más violento de nuestra historia. "¿Esa es la continuidad que quieren?", cuestionó retóricamente, enfatizando que el país necesita soluciones reales, no maquillajes estadísticos.
Muchos analistas han apuntado a factores como el narcotráfico transnacional, la debilidad del sistema judicial y la falta de recursos para las fuerzas policiales como causas principales de esta crisis. Otros señalan la necesidad urgente de implementar políticas sociales más efectivas para abordar las raíces del delito. Pero, claro, para eso primero hay que dejar de taparle el ojo a la verdad y enfrentar el problema de frente, ¿verdad, mae?
Entonces, díganme: ¿creemos realmente que el Gobierno está haciendo lo suficiente para combatir la creciente inseguridad en Costa Rica, o nos siguen tomando por idiotas con estos informes que parecen sacados de un cuento de hadas? Dejen sus opiniones abajo, ¡y a ver qué sale de esta vaina!
