¡Ay, Dios mío! Qué historia más fuerte nos cayó este martes, raza. Un recién nacido, apenas unos días de vida, fue rescatado de un basurero clandestino en Hatillo 4. Entre medio de tanta mugre y desecho, se escuchaba un chillido que rompe el alma... y ahí apareció, un angelito luchando por agarrarse a la vida. Literalmente, un milagro hecho carne y hueso.
Según fuentes del Hospital Nacional de Niños (HNN), el bebé, que estiman tendría entre cuatro y cinco días de nacido, fue encontrado por un vecino que caminaba por la zona cerca de la rotonda de Alajuelita. El mae escuchó al pitiadito llorando y avisó a la Fuerza Pública, quienes llegaron al lugar y se toparon con esta escena dantesca. Imagínense el susto, la impotencia… ¡Qué torta!
El recién nacido, descrito por el director del HNN, Carlos Jiménez Herrera, como “llegó un poco frío, pero ya se calentó, se alimentó y su examen físico inicial es totalmente normal”, fue trasladado primero a la Clínica Dr. Solón Núñez y luego al HNN. Ahora mismo, está bajo observación médica y, contra toda expectativa, se mantiene estable y alimentándose bien. ¡Menudo aguante tiene este pibe!
La verdad, la rapidez con la que se está recuperando es impresionante. El personal médico está aliviado y dice que esto les da mucha esperanza. Todos comentan que es increíble cómo un ser tan pequeño pudo resistir esas condiciones adversas. Que si es obra divina, que si es pura fuerza de voluntad… Ya ven, que los bebés tienen espíritu guerrero, diay.
Pero claro, la alegría por la supervivencia del peque se combina con tristeza y preocupación por las circunstancias del abandono. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya abrió una investigación para aclarar qué pasó y quién dejó al bebé en ese lugar. Esperemos que pronto puedan dar con el responsable y que este caso sirva de alerta para otras personas que estén pensando en tomar decisiones desesperadas.
En redes sociales, la reacción no se hizo esperar. Una ola de mensajes de apoyo y cariño hacia el bebé inundaron Facebook, Twitter e Instagram. Muchos usuarios expresan su admiración por la valentía del pequeño y piden que se fortalezcan los programas de apoyo a madres solteras y familias vulnerables. Otros critican duramente a quien cometió tal acto, llamándolo cobarde y egoísta. Literalmente, la gente está consternada y buscando soluciones.
Y hablando de soluciones, me pregunto si realmente estamos haciendo lo suficiente para prevenir estos casos. ¿Son suficientes las campañas de concientización sobre alternativas seguras para entregar a los recién nacidos? ¿Las instituciones públicas ofrecen el apoyo adecuado a las mujeres embarazadas en situaciones difíciles? Pareciera que aún hay mucho por hacer para construir una sociedad más justa y solidaria, donde ningún bebé tenga que sufrir semejante destino.
Este caso nos obliga a reflexionar profundamente sobre nuestros valores y nuestra responsabilidad como comunidad. Más allá de la conmoción y el asombro por este milagro, debemos preguntarnos: ¿Qué podemos hacer nosotros, como ciudadanos, para evitar que estas tragedias se repitan? ¿Deberíamos aumentar las facilidades para la adopción legal o implementar programas más efectivos de atención prenatal y postnatal? ¿Cómo podemos crear una cultura de respeto y amor hacia la vida desde sus primeros momentos?
Según fuentes del Hospital Nacional de Niños (HNN), el bebé, que estiman tendría entre cuatro y cinco días de nacido, fue encontrado por un vecino que caminaba por la zona cerca de la rotonda de Alajuelita. El mae escuchó al pitiadito llorando y avisó a la Fuerza Pública, quienes llegaron al lugar y se toparon con esta escena dantesca. Imagínense el susto, la impotencia… ¡Qué torta!
El recién nacido, descrito por el director del HNN, Carlos Jiménez Herrera, como “llegó un poco frío, pero ya se calentó, se alimentó y su examen físico inicial es totalmente normal”, fue trasladado primero a la Clínica Dr. Solón Núñez y luego al HNN. Ahora mismo, está bajo observación médica y, contra toda expectativa, se mantiene estable y alimentándose bien. ¡Menudo aguante tiene este pibe!
La verdad, la rapidez con la que se está recuperando es impresionante. El personal médico está aliviado y dice que esto les da mucha esperanza. Todos comentan que es increíble cómo un ser tan pequeño pudo resistir esas condiciones adversas. Que si es obra divina, que si es pura fuerza de voluntad… Ya ven, que los bebés tienen espíritu guerrero, diay.
Pero claro, la alegría por la supervivencia del peque se combina con tristeza y preocupación por las circunstancias del abandono. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya abrió una investigación para aclarar qué pasó y quién dejó al bebé en ese lugar. Esperemos que pronto puedan dar con el responsable y que este caso sirva de alerta para otras personas que estén pensando en tomar decisiones desesperadas.
En redes sociales, la reacción no se hizo esperar. Una ola de mensajes de apoyo y cariño hacia el bebé inundaron Facebook, Twitter e Instagram. Muchos usuarios expresan su admiración por la valentía del pequeño y piden que se fortalezcan los programas de apoyo a madres solteras y familias vulnerables. Otros critican duramente a quien cometió tal acto, llamándolo cobarde y egoísta. Literalmente, la gente está consternada y buscando soluciones.
Y hablando de soluciones, me pregunto si realmente estamos haciendo lo suficiente para prevenir estos casos. ¿Son suficientes las campañas de concientización sobre alternativas seguras para entregar a los recién nacidos? ¿Las instituciones públicas ofrecen el apoyo adecuado a las mujeres embarazadas en situaciones difíciles? Pareciera que aún hay mucho por hacer para construir una sociedad más justa y solidaria, donde ningún bebé tenga que sufrir semejante destino.
Este caso nos obliga a reflexionar profundamente sobre nuestros valores y nuestra responsabilidad como comunidad. Más allá de la conmoción y el asombro por este milagro, debemos preguntarnos: ¿Qué podemos hacer nosotros, como ciudadanos, para evitar que estas tragedias se repitan? ¿Deberíamos aumentar las facilidades para la adopción legal o implementar programas más efectivos de atención prenatal y postnatal? ¿Cómo podemos crear una cultura de respeto y amor hacia la vida desde sus primeros momentos?