Aquí les dejo un artículo escrito por el Doctor en derecho internacional Walter Hernández Juárez, está muy bueno.
El método reactivo
El método reactivo se ha enseñoreado de nuestros gobiernos, particularmente en áreas vitales para la vida y rumbo del país.
Prueba de esto, es la forma en que se procedió con el caso del dragado del río San Juan, el irrespeto al suelo nacional por parte de Edén Pastora, conocido como el Comandante Cero, en la isla Calero y la reacción de nuestras autoridades.
El método reactivo, al que nuestros gobiernos nos han venido acostumbrando, es una franca expresión de lo que en otras circunstancias llamaríamos improvisación.
Lamentablemente, desde hace varias administraciones y legislaturas, las áreas de Seguridad Ciudadana y de Política Exterior, se han visto sometidas a los avatares del destino.
Del método reactivo.
Sucede un hecho… entonces reaccionamos
Matan tres o cuatro mujeres, nos auto recetamos un tipo penal llamado femicidio ¿qué harán cuando las víctimas sean de otros grupos o minorías?
Se enjuicia a algunos políticos o funcionarios públicos, nos auto recetamos códigos de ética ante los que el de Nicómaco queda como un anuncio parroquial.
Se incrementa la violencia y sin atacar ni atender sus causas, nos auto recetamos penas privativas de libertad más largas.
Se produce por enésima vez una violación del territorio nacional por autoridades nicaragüenses y hacemos, por enésima vez, un ridículo.
Si, un ridículo, porque en primer lugar el que debía salir a aclarar la situación era el Canciller, no el jerarca de Seguridad.
Porque un ministerio no se deja sin una cabeza, como estaban a punto de hacer precisamente cuando el Comandante Cero, hoy un verdadero cero a la izquierda en materia política e ideológica, se metió en territorio nacional.
El Canciller en China, el Vicecanciller en España y la Vicecanciller a punto de subirse a un avión para irse a Colombia.
Menos mal que no se subió porque sino el encargado de hacer el café en la oficina de asuntos consulares hubiera debido asumir la Cancillería.
Y lo peor es que no sabremos si tal vez lo hubiera hecho mejor…Ser o no ser.
Porque el país tiene direcciones de Inteligencia que debían haber previsto esta situación y tal vez lo hicieron pero…
Porque la draga no llegó ese mismo día.
Porque cuando no se tiene ejército, sino una policía civilista, esta se comporta como lo que es, no llega haciendo el ridículo, con equipo militar, tácticas militares y ropa de camuflaje.
Porque el Jerarca de Seguridad debe tener cuidado al dar declaraciones, que confundieron al mundo al decir que nuestras fuerzas policiales estaban preparadas y con planes operativos “para hace frente a cualquier situación”.
Por Dios, hace unas semanas, si no se cae una avioneta con droga vaya Ud. a saber que estuviera pasando en los aeropuertos.
Nosotros no tenemos capacidad operativa ante el ejército de Nicaragua ni ante ninguno, hace años optamos por el diálogo y el Derecho Internacional.
Si se hubiera producido una confrontación lo más probable es que nuestros policías, de los que no dudo su coraje y patriotismo, se hubieran quedado sin municiones.
Sin apoyo logístico, sin tener que comer porque nadie se llevo una cocina de campaña y seguramente nadie avisó a la Cruz Roja para ver si había en la zona un equipo móvil para trauma, con suficientes bolsas de sangre para transfusiones.
Y casi de seguro con el problema de que la prensa nacional hubiera pedido reportajes exclusivos al jefe de la unidad, que en vez de luchar debería dar explicaciones a Doña Amelia Rueda, a la que conste no critico, porque hace su trabajo bien hecho, amén de que no cabe duda que heredó de su madre, Doña Maggie Ahumada, algunos genes de gauchos argentinos, pues es mujer de armas tomar.
En Cancillería se ha hecho lo que han podido, el vicecanciller Roversi, que no es diplomático ni especialista en Derecho Internacional, pero es político, tuvo el criterio de tranquilizar las aguas y hablar de lo único que siempre se debió hablar: diálogo, instancias internacionales, negociación.
Pero el vicecanciller es una mosca en la leche, los jerarcas de la Cancillería, en las últimas administraciones, hacen las cosas por ocurrencias.
Así nos vamos desgastando y gastando recursos en ir contra molinos de viento, campañas contra la clonación, contra el uso y venta de armas, por un lado, mientras que apoyamos por otro la invasión y guerra en Irak, tiramos por la borda 60 años de defensa de los derechos humanos y le pedimos al Dalai Lama que no se asomara por estos rumbos…
Seamos realistas, hay cosas muy lindas de decir, muy correctas, pero se hacen con simples declaraciones, no gastando recursos y dinero que ocupamos para atender asuntos prioritarios del país.
Carecemos, igual que en Seguridad, de una Política de Estado, de una estrategia de país en materia Internacional
En la Cancillería hay gente capaz, la hay y muy buena, pero nuestros políticos no la escuchan.
Costa Rica tiene gente, fuera y dentro de Cancillería, que conoce estos temas, que puede ayudarnos a tener, como tiene por ejemplo Brasil, una política exterior que va más allá de los gobiernos, la ideología y el paso del tiempo.
Tanto en materia de Seguridad como de Política Exterior hacemos aguas, los jerarcas, empezando por la Presidente y sus Ministros, deben oír a los que saben de estos temas, dentro y fuera del gobierno.
Se acerca la Cumbre binacional con Nicaragua, la Presidente ni debe ni puede llevar estos temas a esa Cumbre, sería dar a Nicaragua un espacio y un reconocimiento que en Derecho Internacional es muy delicado, pues en materia de interpretación de las Relaciones Internacionales prima el ambiguo término de “bonafide”: buena fe, donde un país a la hora de interpretar no se queda con lo escrito, sino con lo que eran sus intenciones y sus intereses a la hora de negociar, los cuales no necesariamente expresa en ese momento.
Duele decirlo, pero hoy por hoy el objetivo concreto, por todos conocido, en materia internacional, es que el entrenador Lavolpe nos clasifique al mundial del 2014.
Ser o no ser…