¡Ay, Dios mío, qué movida! Aquí la cosa está que arde, pura controversia a flor de piel. Natalia Díaz, la abanderada de Unidos Podemos, soltó la bomba en Teletica Radio, desmintiendo de ganito la historia de Laura Fernández sobre cómo llegó al gobierno de Don Rodri. ¿Se imaginan el aguante que debió tener Díaz para meterle semejante pulla en vivo?
Todo arrancó cuando Laura Fernández ha ido echando balones fuera en diferentes entrevistas, contando que mandó su currículum a un correo misterioso en La República y que así la llamaron para el MIDEPLAN. Un cuento chino, según Natalia Díaz, que dejó bien claro que ella fue quien la metió en la onda, prácticamente la arrastró al mundo gubernamental. Y vaya que lo dijo con ganas, compas.
“Ella dice que mandó el CV a un correo en La República… ¡por favor! Yo la busqué directamente. Fue yo, ¡punto! Antes, mucho antes, cuando Don Mario Redondo estaba en el Congreso y yo era diputada,” sentenció Díaz, con la convicción de quien sabe de lo que habla. Parece que Laura Fernández se equivocó de conteo al querer pintarse como una líder independiente y autosuficiente. ¡Menudo despiche!
Y ni hablar de los detalles que puso sobre la mesa. Resulta que Díaz conoce a Laura desde hace una década, cuando ésta trabajaba como asesora en el Congreso bajo las órdenes de Don Mario Redondo. Según Natalia, simplemente la recomendó a Don Rodri porque él ni la conocía. En pocas palabras, Fernández estaría usando una historia inventada para darle brillo a su imagen, y eso, mi gente, nunca sienta bien.
Este escándalo llega justo en medio de la campaña presidencial, y no pinta nada bueno para Laura Fernández, cuyo discurso se basa precisamente en su supuesta independencia y capacidad para trabajar sin atajos políticos. Ahora tendrá que explicar por qué mintió sobre sus orígenes en el gobierno, y si no sale bien parada, podría perder apoyo entre los votantes que buscan un cambio real.
Expertos en comunicación política señalan que esta acusación puede ser devastadora para Fernández, especialmente porque ha construido su imagen pública sobre la base de la honestidad y la transparencia. Además, la respuesta de Díaz fue directa, concisa y respaldada por pruebas, lo que dificulta que Fernández pueda negarla de manera convincente. ¡Qué vara la que se agarró, eh!
Pero la cosa no termina ahí. Esta polémica también pone en tela de juicio la forma en que se manejan los nombramientos en el gobierno de Don Rodri. ¿Cuántos funcionarios llegaron por recomendaciones políticas y no por méritos propios? Esa es la gran pregunta que ahora se hacen muchos costarricenses, hartos de ver a los mismos rostros en cargos públicos, sin importar sus capacidades o trayectoria.
En fin, la cosa está que echa humo y parece que el debate va a estar candentísimo en las próximas semanas. Con este panorama, ¿creen que este escándalo afectará significativamente las posibilidades de Laura Fernández en la carrera presidencial, o será solo un bache más en el camino? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios, mae!
Todo arrancó cuando Laura Fernández ha ido echando balones fuera en diferentes entrevistas, contando que mandó su currículum a un correo misterioso en La República y que así la llamaron para el MIDEPLAN. Un cuento chino, según Natalia Díaz, que dejó bien claro que ella fue quien la metió en la onda, prácticamente la arrastró al mundo gubernamental. Y vaya que lo dijo con ganas, compas.
“Ella dice que mandó el CV a un correo en La República… ¡por favor! Yo la busqué directamente. Fue yo, ¡punto! Antes, mucho antes, cuando Don Mario Redondo estaba en el Congreso y yo era diputada,” sentenció Díaz, con la convicción de quien sabe de lo que habla. Parece que Laura Fernández se equivocó de conteo al querer pintarse como una líder independiente y autosuficiente. ¡Menudo despiche!
Y ni hablar de los detalles que puso sobre la mesa. Resulta que Díaz conoce a Laura desde hace una década, cuando ésta trabajaba como asesora en el Congreso bajo las órdenes de Don Mario Redondo. Según Natalia, simplemente la recomendó a Don Rodri porque él ni la conocía. En pocas palabras, Fernández estaría usando una historia inventada para darle brillo a su imagen, y eso, mi gente, nunca sienta bien.
Este escándalo llega justo en medio de la campaña presidencial, y no pinta nada bueno para Laura Fernández, cuyo discurso se basa precisamente en su supuesta independencia y capacidad para trabajar sin atajos políticos. Ahora tendrá que explicar por qué mintió sobre sus orígenes en el gobierno, y si no sale bien parada, podría perder apoyo entre los votantes que buscan un cambio real.
Expertos en comunicación política señalan que esta acusación puede ser devastadora para Fernández, especialmente porque ha construido su imagen pública sobre la base de la honestidad y la transparencia. Además, la respuesta de Díaz fue directa, concisa y respaldada por pruebas, lo que dificulta que Fernández pueda negarla de manera convincente. ¡Qué vara la que se agarró, eh!
Pero la cosa no termina ahí. Esta polémica también pone en tela de juicio la forma en que se manejan los nombramientos en el gobierno de Don Rodri. ¿Cuántos funcionarios llegaron por recomendaciones políticas y no por méritos propios? Esa es la gran pregunta que ahora se hacen muchos costarricenses, hartos de ver a los mismos rostros en cargos públicos, sin importar sus capacidades o trayectoria.
En fin, la cosa está que echa humo y parece que el debate va a estar candentísimo en las próximas semanas. Con este panorama, ¿creen que este escándalo afectará significativamente las posibilidades de Laura Fernández en la carrera presidencial, o será solo un bache más en el camino? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios, mae!
