¡Ay, Dios mío, qué cargada de orgullo nos dio esto! Costa Rica, sí señor, este pequeño país tropical, acaba de dejar la boca abierta al mundo entero al convertirse en sede del Campeonato Mundial de Artes Aéreas 2025. No mames, nunca pensé que veríamos esto en mi vida. Imagínate, acá, en nuestras tierras, atletas de 12 países mostrando sus habilidades en pole sport, telas, aro y pole volador. ¡Un espectáculo digno de admirar!
Todo empezó hace unos añitos, cuando las artes aéreas apenas eran conocidas por acá. Era un brete entender de qué se trataba, pero gracias al esfuerzo incansable de la Federación de Pole y Artes Aéreas de Costa Rica, liderada por la profe Adriana Capón, hemos llegado hasta acá. Se armó un trabajo chingón, organizando campeonatos nacionales, buscando apoyo y demostrando que esto no es “juguete” como algunos decían.
El mundial se llevó a cabo el 15 y 16 de noviembre y reunió a 188 atletas de todas las edades, desde niños de 8 años hasta señores y señoras con más canas que yo. Todos ellos, seleccionados luego de pasar por rigurosas pruebas en campeonatos previos. Se nota que le metieron toda la gana para llegar a esta instancia; ¡qué dedicación!
Y hablando de entrega, nuestros atletas lo hicieron de lujo. Consiguieron unas 42 medallas en total: 23 de oro, 10 de plata y 9 de bronce. ¡Una verdadera cosecha! Demostramos que tenemos talento, disciplina y una comunidad artística muy sólida, capaz de competir con cualquiera a nivel internacional. ¡Qué nivel, diay!
Pero no todo fue fácil, eh. Se invirtieron meses de planificación, coordinando con ligas internacionales, consiguiendo jueces certificados y asegurándonos de cumplir con los más altos estándares de calidad. Fue un proceso intenso, con muchas noches sin dormir y cafés a litros, pero valió totalmente la pena. Ahora somos una referencia en el mapa mundial de las artes aéreas.
Este evento no solo ha puesto el nombre de Costa Rica en alto, sino que también ha abierto nuevas oportunidades para nuestros atletas. Ya no tienen que viajar tan lejos para competir; ahora pueden hacerlo en casa, frente a sus familias y amigos. Además, atrae inversión y turismo, lo cual siempre es bueno para la economía del país. ¡Una vaina que te llena de esperanza!
Ahora, con el éxito de este mundial, Costa Rica se perfila como un destino estratégico para eventos deportivos internacionales. Otros países van a querer venir a vernos y aprender de cómo hicimos esto posible. Esto nos da una oportunidad única para fortalecer el desarrollo de disciplinas alternativas y promover la profesionalización del pole y otras artes aéreas. Ya la Federación está trabajando en el próximo Campeonato Nacional de Artes Aéreas 2026, y prometen traer sorpresas todavía más chivas. Lo único que tienes que hacer es seguirles la raja en Instagram para estar al tanto.
En fin, ¿qué les parece a ustedes? Después de ver el éxito rotundo de este mundial, ¿creen que Costa Rica debería invertir aún más en apoyar disciplinas deportivas alternativas como las artes aéreas? ¿O piensan que deberíamos enfocarnos solo en deportes más tradicionales? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensa la gente!
Todo empezó hace unos añitos, cuando las artes aéreas apenas eran conocidas por acá. Era un brete entender de qué se trataba, pero gracias al esfuerzo incansable de la Federación de Pole y Artes Aéreas de Costa Rica, liderada por la profe Adriana Capón, hemos llegado hasta acá. Se armó un trabajo chingón, organizando campeonatos nacionales, buscando apoyo y demostrando que esto no es “juguete” como algunos decían.
El mundial se llevó a cabo el 15 y 16 de noviembre y reunió a 188 atletas de todas las edades, desde niños de 8 años hasta señores y señoras con más canas que yo. Todos ellos, seleccionados luego de pasar por rigurosas pruebas en campeonatos previos. Se nota que le metieron toda la gana para llegar a esta instancia; ¡qué dedicación!
Y hablando de entrega, nuestros atletas lo hicieron de lujo. Consiguieron unas 42 medallas en total: 23 de oro, 10 de plata y 9 de bronce. ¡Una verdadera cosecha! Demostramos que tenemos talento, disciplina y una comunidad artística muy sólida, capaz de competir con cualquiera a nivel internacional. ¡Qué nivel, diay!
Pero no todo fue fácil, eh. Se invirtieron meses de planificación, coordinando con ligas internacionales, consiguiendo jueces certificados y asegurándonos de cumplir con los más altos estándares de calidad. Fue un proceso intenso, con muchas noches sin dormir y cafés a litros, pero valió totalmente la pena. Ahora somos una referencia en el mapa mundial de las artes aéreas.
Este evento no solo ha puesto el nombre de Costa Rica en alto, sino que también ha abierto nuevas oportunidades para nuestros atletas. Ya no tienen que viajar tan lejos para competir; ahora pueden hacerlo en casa, frente a sus familias y amigos. Además, atrae inversión y turismo, lo cual siempre es bueno para la economía del país. ¡Una vaina que te llena de esperanza!
Ahora, con el éxito de este mundial, Costa Rica se perfila como un destino estratégico para eventos deportivos internacionales. Otros países van a querer venir a vernos y aprender de cómo hicimos esto posible. Esto nos da una oportunidad única para fortalecer el desarrollo de disciplinas alternativas y promover la profesionalización del pole y otras artes aéreas. Ya la Federación está trabajando en el próximo Campeonato Nacional de Artes Aéreas 2026, y prometen traer sorpresas todavía más chivas. Lo único que tienes que hacer es seguirles la raja en Instagram para estar al tanto.
En fin, ¿qué les parece a ustedes? Después de ver el éxito rotundo de este mundial, ¿creen que Costa Rica debería invertir aún más en apoyar disciplinas deportivas alternativas como las artes aéreas? ¿O piensan que deberíamos enfocarnos solo en deportes más tradicionales? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensa la gente!