¡Ay, dios mío! Se armó un chin tremendo lío ayer en Santa Cruz. Resulta que Cristian Castillo, notificador judicial de la República, tuvo que lidiar con una experiencia bien salada luego de sufrir un accidente de moto. El mae, según nos cuentan, estaba camino a hacer sus labores cuando le dio un bajón de presión que lo mandó directo al suelo.
El incidente, que ocurrió cerca de las once de la mañana en el barrio Santa Cecilia, dejó al pobre tipo con una fractura en la pierna derecha. Imagínate la bronca, dice que ni vio venir la caída, simplemente se sintió mal y ya. Afortunadamente, contó con la ayuda rápida de un vecino que lo encontró inconciente en medio de la calle. Este buen hombre, rápido como un guepardo, llamó a los servicios de emergencia, pero ahí es donde viene el problema, ¡qué despiche!
Según el propio Castillo, esperaron más de cuarenta minutos por una ambulancia, ¡cuarenta minutos, diay! Él mismo señala que la estación de bomberos estaba apenas a unos quinientos metros, casi caminando se llegaba. “Tuvo que llegar una ambulancia privada para poder sacarme de ahí”, lamentó el funcionario, quien ahora está bajo observación en el Hospital La Anexión de Nicoya. Un verdadero trago amargo para el pobre.
Y pa’ rematar, resulta que esto pasa dos días después de que le diagnosticaran dengue. ¡Qué torta!, acumularle tanto golpe al mismo tiempo. Ya se imaginarán, el mae anduvo bastante contrariado con todo este panorama. Ahora, entre curaciones y papeleo, tendrá que recuperarse física y emocionalmente de este pinché brete.
Las autoridades aún no han dado declaraciones oficiales sobre el caso, pero la denuncia de Castillo ha generado revuelo en redes sociales. Muchos ciudadanos expresan su preocupación por los tiempos de respuesta de los servicios de emergencia, especialmente en zonas más alejadas de los centros urbanos. No es la primera vez que escuchamos quejas sobre este tema, parece que tenemos un problema serio con la eficiencia de estos servicios públicos.
En cuanto a la salud del notificador, dicen que va mejorando poco a poco. Le están evaluando para colocarle yeso y quizás algunas placas en la pierna. Esperemos que se recupere pronto y pueda volver a trabajar, aunque con este dengue encima, seguramente le llevará su tiempo ponerse al cien por ciento. El mae necesita reposo, eso seguro.
Este incidente plantea varias preguntas importantes. ¿Por qué tardaron tanto en llegar los servicios de emergencia? ¿Cómo podemos mejorar la coordinación entre las diferentes instituciones encargadas de atender emergencias médicas en nuestro país? Es evidente que hay margen de mejora, y este caso sirve como un llamado de atención para las autoridades competentes. Necesitamos que nuestros servicios sean ágiles, eficientes y accesibles para todos los ciudadanos, sin importar dónde vivamos.
Ahora, quiero saber qué opinan ustedes, mi gente del foro: ¿creen que el Estado debería invertir más en mejorar los tiempos de respuesta de los servicios de emergencia? ¿Han tenido alguna experiencia similar en sus comunidades? Déjenme sus comentarios, ¡quiero leer sus opiniones!
El incidente, que ocurrió cerca de las once de la mañana en el barrio Santa Cecilia, dejó al pobre tipo con una fractura en la pierna derecha. Imagínate la bronca, dice que ni vio venir la caída, simplemente se sintió mal y ya. Afortunadamente, contó con la ayuda rápida de un vecino que lo encontró inconciente en medio de la calle. Este buen hombre, rápido como un guepardo, llamó a los servicios de emergencia, pero ahí es donde viene el problema, ¡qué despiche!
Según el propio Castillo, esperaron más de cuarenta minutos por una ambulancia, ¡cuarenta minutos, diay! Él mismo señala que la estación de bomberos estaba apenas a unos quinientos metros, casi caminando se llegaba. “Tuvo que llegar una ambulancia privada para poder sacarme de ahí”, lamentó el funcionario, quien ahora está bajo observación en el Hospital La Anexión de Nicoya. Un verdadero trago amargo para el pobre.
Y pa’ rematar, resulta que esto pasa dos días después de que le diagnosticaran dengue. ¡Qué torta!, acumularle tanto golpe al mismo tiempo. Ya se imaginarán, el mae anduvo bastante contrariado con todo este panorama. Ahora, entre curaciones y papeleo, tendrá que recuperarse física y emocionalmente de este pinché brete.
Las autoridades aún no han dado declaraciones oficiales sobre el caso, pero la denuncia de Castillo ha generado revuelo en redes sociales. Muchos ciudadanos expresan su preocupación por los tiempos de respuesta de los servicios de emergencia, especialmente en zonas más alejadas de los centros urbanos. No es la primera vez que escuchamos quejas sobre este tema, parece que tenemos un problema serio con la eficiencia de estos servicios públicos.
En cuanto a la salud del notificador, dicen que va mejorando poco a poco. Le están evaluando para colocarle yeso y quizás algunas placas en la pierna. Esperemos que se recupere pronto y pueda volver a trabajar, aunque con este dengue encima, seguramente le llevará su tiempo ponerse al cien por ciento. El mae necesita reposo, eso seguro.
Este incidente plantea varias preguntas importantes. ¿Por qué tardaron tanto en llegar los servicios de emergencia? ¿Cómo podemos mejorar la coordinación entre las diferentes instituciones encargadas de atender emergencias médicas en nuestro país? Es evidente que hay margen de mejora, y este caso sirve como un llamado de atención para las autoridades competentes. Necesitamos que nuestros servicios sean ágiles, eficientes y accesibles para todos los ciudadanos, sin importar dónde vivamos.
Ahora, quiero saber qué opinan ustedes, mi gente del foro: ¿creen que el Estado debería invertir más en mejorar los tiempos de respuesta de los servicios de emergencia? ¿Han tenido alguna experiencia similar en sus comunidades? Déjenme sus comentarios, ¡quiero leer sus opiniones!
