¡Ay, Dios mío, qué despache! Este martes amanecimos con la noticia bomba: el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizó una operación que dejó boquiabiertos hasta a los gatos callejeros. Se trata del operativo ‘Traición’, considerado el más grande en la historia criminal de Costa Rica, con nada menos que 64 allanamientos simultáneos repartidos por casi todo el país. Parece sacado de película, ¿verdad?
La movilización fue colosal. Unas 1,200 personas, entre agentes del OIJ, jueces, fiscales, oficiales de la Fuerza Pública e incluso municipales de San José, pusieron sus manos a la obra. Según el director a.i. del OIJ, Michael Soto, el objetivo era golpear directamente a una red transnacional dedicada al narcotráfico, lavado de dinero y, lamentablemente, también a homicidios. Esto pinta feo, vamos.
La investigación, que duró ¡cuatro años!, finalmente dio frutos. Los allanamientos se concentraron principalmente en Limón, Puntarenas, San José, Alajuela y Cartago. Las zonas elegidas no fueron al azar; el OIJ siguió pistas durante mucho tiempo para identificar los lugares clave donde operaban estos tipos. Hay que reconocerle al OIJ que le dieron duro a este brete, porque esto requirió un seguimiento exhaustivo.
En Limón, el golpe fue directo al corazón de la zona Caribe Sur, donde nació este grupo criminal. Recordemos que allá mismo, en Dondonia, ocurrió el terrible óctuple homicidio en 2022, un hecho que le puso nombre al caso “Traición”. Se revisaron tanto zonas urbanas como rurales, buscando a los peces gordos y sus escondites. Que no crean que se les escapa nadie, los detectives andan con lupa.
Pero eso no es todo. En Puntarenas, específicamente en la isla de Chira, se encontraron evidencias de un importante punto logístico para ingresar drogas desde Sudamérica. Al parecer, utilizaban lanchas locales para traer marihuana y cocaína al continente. ¿Se imaginan la cantidad de cosas que debieron pasar por ahí? ¡Menudo chunche!
La cosa se puso aún más interesante en San José. Condominios y apartamentos de lujo en zonas como La Sabana, Rohrmoser y Escazú fueron registrados. Ahí vivían los líderes de la banda y, aparentemente, escondían gran parte de sus bienes ilícitos. No es novedad que el lujo ostentoso suele ser una señal de alerta para las autoridades. ¡Qué nivel de vida tenían esos señores, aprovechándose del sudor ajeno!
En Alajuela, localizaron propiedades utilizadas para transportar cargamentos y almacenar dinero en efectivo. Mientras tanto, en Cartago, se hallaron casas seguras donde guardaban vehículos y otros bienes adquiridos con el producto del lavado de capitales. Es impresionante cómo estas organizaciones se preocupan por disfrazar el origen de su dinero, pero siempre terminan dejando rastros.
Ahora bien, con tanta información en la mesa, surge la pregunta: ¿Este operativo ‘Traición’ realmente significará un golpe definitivo al narcotráfico en Costa Rica, o simplemente se trata de atrapar algunos peones mientras los jefes siguen campantes? ¿Será suficiente para frenar el flujo de drogas y dinero sucio que atraviesa nuestro país, o necesitaremos medidas aún más drásticas para proteger nuestras comunidades y futuro? Déjenme sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan ustedes sobre esta vara!
La movilización fue colosal. Unas 1,200 personas, entre agentes del OIJ, jueces, fiscales, oficiales de la Fuerza Pública e incluso municipales de San José, pusieron sus manos a la obra. Según el director a.i. del OIJ, Michael Soto, el objetivo era golpear directamente a una red transnacional dedicada al narcotráfico, lavado de dinero y, lamentablemente, también a homicidios. Esto pinta feo, vamos.
La investigación, que duró ¡cuatro años!, finalmente dio frutos. Los allanamientos se concentraron principalmente en Limón, Puntarenas, San José, Alajuela y Cartago. Las zonas elegidas no fueron al azar; el OIJ siguió pistas durante mucho tiempo para identificar los lugares clave donde operaban estos tipos. Hay que reconocerle al OIJ que le dieron duro a este brete, porque esto requirió un seguimiento exhaustivo.
En Limón, el golpe fue directo al corazón de la zona Caribe Sur, donde nació este grupo criminal. Recordemos que allá mismo, en Dondonia, ocurrió el terrible óctuple homicidio en 2022, un hecho que le puso nombre al caso “Traición”. Se revisaron tanto zonas urbanas como rurales, buscando a los peces gordos y sus escondites. Que no crean que se les escapa nadie, los detectives andan con lupa.
Pero eso no es todo. En Puntarenas, específicamente en la isla de Chira, se encontraron evidencias de un importante punto logístico para ingresar drogas desde Sudamérica. Al parecer, utilizaban lanchas locales para traer marihuana y cocaína al continente. ¿Se imaginan la cantidad de cosas que debieron pasar por ahí? ¡Menudo chunche!
La cosa se puso aún más interesante en San José. Condominios y apartamentos de lujo en zonas como La Sabana, Rohrmoser y Escazú fueron registrados. Ahí vivían los líderes de la banda y, aparentemente, escondían gran parte de sus bienes ilícitos. No es novedad que el lujo ostentoso suele ser una señal de alerta para las autoridades. ¡Qué nivel de vida tenían esos señores, aprovechándose del sudor ajeno!
En Alajuela, localizaron propiedades utilizadas para transportar cargamentos y almacenar dinero en efectivo. Mientras tanto, en Cartago, se hallaron casas seguras donde guardaban vehículos y otros bienes adquiridos con el producto del lavado de capitales. Es impresionante cómo estas organizaciones se preocupan por disfrazar el origen de su dinero, pero siempre terminan dejando rastros.
Ahora bien, con tanta información en la mesa, surge la pregunta: ¿Este operativo ‘Traición’ realmente significará un golpe definitivo al narcotráfico en Costa Rica, o simplemente se trata de atrapar algunos peones mientras los jefes siguen campantes? ¿Será suficiente para frenar el flujo de drogas y dinero sucio que atraviesa nuestro país, o necesitaremos medidas aún más drásticas para proteger nuestras comunidades y futuro? Déjenme sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan ustedes sobre esta vara!