¡Ay, Dios mío! Esto del caso Tradeco parece que no tiene fin, ¿eh? Ahora resulta que el diputado Antonio Ortega, del Frente Amplio, le está echando presión a la Presidencia pidiendo los registros de quién andaba entrando y saliendo de Casa Presidencial entre mayo del 2022 hasta hoy. Un movida que, obviamente, tiene mucho que ver con el abogado Randall Chuken Vargas, el mismo que representaba a esa empresa mexicana que anda metida en este embrollo.
La jugada de Ortega es clara: quiere saber qué hacían ahí, con quiénes se juntaban y de qué hablaban. Él argumenta que toda esta movida se basa en las conversaciones que han salido a luz y que hablan de reuniones sospechosas en Casa Presidencial relacionadas con el proyecto de la carretera Barranca-Limonal. Ya saben, esa carreta que el Presidente Chaves intenta meterle mano y que tiene más vueltas que un laberinto.
Y ojo, porque la petición del diputado no es solo por Chuken. Ortega quiere saber absolutamente todos los nombres, identificaciones, fechas y horarios de ingreso y salida de cualquier persona que haya pisado Casa Presidencial durante ese período. Quiere ver todo, todo el detalle para poder armar el rompecabezas y ver qué onda realmente. Parece que quieren sacar a la luz to' lo sucio que pueda haber detrás de esto.
Como si fuera poco, el abogado Chuken ya había reconocido en la Asamblea que se reunió al menos seis veces con el Presidente Chaves para hablar de Tradeco. ¡Seis veces! Y el mismísimo Presidente, pa’ que no digan que se hace el loco, también admitió esos encuentros en su programa de tele. Claramente, este tipo tiene más pase que el propio Presidente, ¿qué estará pasando?
Pero la cosa se pone aún más turbia, pues Chuken también aparece en algún expediente judicial investigando las irregularidades en la licitación de la carretera Barranca-Limonal. Y encima, ¡aparece registrado en dos sociedades anónimas en Panamá, junto a una señora que resultó estar ligada a un grupo de narcotraficantes! ¡Qué sal! ¿Cómo puede un abogado que trabaja tan de cerca con el gobierno andar mezclado con gente así?
La Fiscalía General sigue con la lupa puesta en el Presidente Chaves, acusándolo de intentar manipular el proceso de selección de la empresa encargada de ampliar la carretera. Al parecer, querían favorecer a alguna de las compañías que Chuken les estaba ofreciendo, incluyendo Tradeco. Y ahora, el OIJ ha incluido a Chuken en un informe vinculado a la investigación, mostrando una supuesta relación con el Presidente. ¡Un diagrama que da escalofríos!
Además, CR Hoy publicó que Chuken se reunió con una tal Laura Fernández Delgado en un restaurante elegante de Rohrmoser. Dicen que conversaron en un salón privado y que lo único que hizo fue darle información sobre algunas causas que ella tiene pendientes contra otros personajes públicos. ¡El chunche va revelándose poquito a poquito!
Luis Amador, en sus declaraciones al Ministerio Público, contó que Chuken tenía tanta confianza con el Presidente que éste le daba órdenes directamente, como si fuera un funcionario público. Incluso dice que recuerda que Chuken recibía financiamiento para la campaña del Presidente. ¡Qué carga! Con tantas idas y venidas, testimonios cruzados y conexiones turbias, es difícil saber dónde termina la verdad y dónde empieza la manipulación. ¿Ustedes creen que llegaremos a conocer la verdad completa detrás de este escándalo o será que seguiremos dando vueltas en círculos? ¿Consideran que la justicia podrá esclarecer estos hechos o el poder político influirá en la investigación?
La jugada de Ortega es clara: quiere saber qué hacían ahí, con quiénes se juntaban y de qué hablaban. Él argumenta que toda esta movida se basa en las conversaciones que han salido a luz y que hablan de reuniones sospechosas en Casa Presidencial relacionadas con el proyecto de la carretera Barranca-Limonal. Ya saben, esa carreta que el Presidente Chaves intenta meterle mano y que tiene más vueltas que un laberinto.
Y ojo, porque la petición del diputado no es solo por Chuken. Ortega quiere saber absolutamente todos los nombres, identificaciones, fechas y horarios de ingreso y salida de cualquier persona que haya pisado Casa Presidencial durante ese período. Quiere ver todo, todo el detalle para poder armar el rompecabezas y ver qué onda realmente. Parece que quieren sacar a la luz to' lo sucio que pueda haber detrás de esto.
Como si fuera poco, el abogado Chuken ya había reconocido en la Asamblea que se reunió al menos seis veces con el Presidente Chaves para hablar de Tradeco. ¡Seis veces! Y el mismísimo Presidente, pa’ que no digan que se hace el loco, también admitió esos encuentros en su programa de tele. Claramente, este tipo tiene más pase que el propio Presidente, ¿qué estará pasando?
Pero la cosa se pone aún más turbia, pues Chuken también aparece en algún expediente judicial investigando las irregularidades en la licitación de la carretera Barranca-Limonal. Y encima, ¡aparece registrado en dos sociedades anónimas en Panamá, junto a una señora que resultó estar ligada a un grupo de narcotraficantes! ¡Qué sal! ¿Cómo puede un abogado que trabaja tan de cerca con el gobierno andar mezclado con gente así?
La Fiscalía General sigue con la lupa puesta en el Presidente Chaves, acusándolo de intentar manipular el proceso de selección de la empresa encargada de ampliar la carretera. Al parecer, querían favorecer a alguna de las compañías que Chuken les estaba ofreciendo, incluyendo Tradeco. Y ahora, el OIJ ha incluido a Chuken en un informe vinculado a la investigación, mostrando una supuesta relación con el Presidente. ¡Un diagrama que da escalofríos!
Además, CR Hoy publicó que Chuken se reunió con una tal Laura Fernández Delgado en un restaurante elegante de Rohrmoser. Dicen que conversaron en un salón privado y que lo único que hizo fue darle información sobre algunas causas que ella tiene pendientes contra otros personajes públicos. ¡El chunche va revelándose poquito a poquito!
Luis Amador, en sus declaraciones al Ministerio Público, contó que Chuken tenía tanta confianza con el Presidente que éste le daba órdenes directamente, como si fuera un funcionario público. Incluso dice que recuerda que Chuken recibía financiamiento para la campaña del Presidente. ¡Qué carga! Con tantas idas y venidas, testimonios cruzados y conexiones turbias, es difícil saber dónde termina la verdad y dónde empieza la manipulación. ¿Ustedes creen que llegaremos a conocer la verdad completa detrás de este escándalo o será que seguiremos dando vueltas en círculos? ¿Consideran que la justicia podrá esclarecer estos hechos o el poder político influirá en la investigación?
