¡Ay, Dios mío! Se armó un bronco en Parrita la Nochebuena. Resulta que una supuesta celebración navideña terminó en tragedia, dejando a tres personas muertas y otras tres heridas, incluyendo a una chiquitita de doce añitos. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya anda tras la pista de los responsables, pero la onda es que parece que el blanco original era otro catracho conocido como 'Miyagui', así que los demás, pobres diablos, quedaron atrapados en fuego cruzado.
Según confirmaron desde el OIJ, la noche del 24 de diciembre, alrededor de las nueve y media, unos tipos entraron a una casa donde estaban reunidas varias personas para celebrar la Navidad. Al parecer, uno de ellos sacó un arma y empezó a disparar a diestra y siniestra, sin importarles quién estaba en el camino. ¡Un verdadero despiche! La escena, cuentan testigos, debió haber sido horrible, con gritos y gente corriendo buscando refugio.
Las autoridades identificaron a las víctimas como Danilo Rojas Bolívar, reconocido en la zona porque vendía la carne para la cena navideña, y otras dos personas cuyos nombres aún no han trascendido públicamente. Rojas, al parecer, estaba invitado a la reunión familiar. Los heridos, además de la niña, incluyen a dos adultos, ambos trasladados de urgencia al Hospital Monseñor Sanabria en Puntarenas, con lesiones bastante graves. ¡Qué sal! Ver cómo una celebración termina así….
El director del OIJ, Michael Soto, declaró que los investigadores están tratando de averiguar cuáles fueron las razones detrás de este terrible atentado. “Estamos tratando de establecer cuál es el móvil de los hechos, si es alguna situación de tipo personal o un ajuste de cuentas”, dijo Soto a los medios. Se presume que ‘Miyagui’, el supuesto objetivo inicial del ataque, podría estar involucrado en actividades ilícitas, aunque esto todavía está bajo investigación. El brete ahora es juntar todas las piezas del rompecabezas.
Los agentes del SIORI (Sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios) estuvieron recolectando evidencias durante horas en la vivienda, ubicada justo atrás de la clínica de la CCSS de Parrita. Casquillos de bala, huellas, cualquier cosa que pueda ayudar a identificar a los atacantes. La información recabada ha sido enviada a la delegación del OIJ en Quepos, quienes lideran ahora la investigación. Espero que agarren rápido a estos desgraciados.
Lo que más me preocupa es la niña. Doce años, teniendo que vivir semejante trauma. Que alguien le explique cómo puede tener pesadillas así toda la vida. Y pensar que iban a pasar una noche alegre con sus seres queridos... Qué torta. Es una locura que estas cosas sucedan en nuestro país, y más aún en fechas tan especiales. Costa Rica debería ser un lugar seguro para todos, pero parece que la violencia sigue acechando, incluso en los rincones más tranquilos.
La comunidad de Parrita está consternada por lo sucedido. Muchos vecinos expresan su shock y tristeza ante la pérdida de vidas inocentes. Las redes sociales se inundaron de mensajes de condolencias para las familias afectadas, especialmente por la partida de Danilo Rojas, a quien muchos recuerdan como un hombre trabajador y amable. Esta vara nos recuerda que la inseguridad es un problema serio y que debemos exigirle a las autoridades medidas más efectivas para proteger a la población.
El caso de Parrita abre nuevamente el debate sobre la seguridad pública en Costa Rica. ¿Será que necesitamos más recursos para las fuerzas policiales? ¿O acaso deberíamos enfocarnos en abordar las causas profundas de la violencia, como la pobreza y la desigualdad? ¡Un verdadero chinchorro! ¿Ustedes creen que se debería aumentar la presencia policial en zonas rurales o invertir más en programas de prevención del delito?
Según confirmaron desde el OIJ, la noche del 24 de diciembre, alrededor de las nueve y media, unos tipos entraron a una casa donde estaban reunidas varias personas para celebrar la Navidad. Al parecer, uno de ellos sacó un arma y empezó a disparar a diestra y siniestra, sin importarles quién estaba en el camino. ¡Un verdadero despiche! La escena, cuentan testigos, debió haber sido horrible, con gritos y gente corriendo buscando refugio.
Las autoridades identificaron a las víctimas como Danilo Rojas Bolívar, reconocido en la zona porque vendía la carne para la cena navideña, y otras dos personas cuyos nombres aún no han trascendido públicamente. Rojas, al parecer, estaba invitado a la reunión familiar. Los heridos, además de la niña, incluyen a dos adultos, ambos trasladados de urgencia al Hospital Monseñor Sanabria en Puntarenas, con lesiones bastante graves. ¡Qué sal! Ver cómo una celebración termina así….
El director del OIJ, Michael Soto, declaró que los investigadores están tratando de averiguar cuáles fueron las razones detrás de este terrible atentado. “Estamos tratando de establecer cuál es el móvil de los hechos, si es alguna situación de tipo personal o un ajuste de cuentas”, dijo Soto a los medios. Se presume que ‘Miyagui’, el supuesto objetivo inicial del ataque, podría estar involucrado en actividades ilícitas, aunque esto todavía está bajo investigación. El brete ahora es juntar todas las piezas del rompecabezas.
Los agentes del SIORI (Sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios) estuvieron recolectando evidencias durante horas en la vivienda, ubicada justo atrás de la clínica de la CCSS de Parrita. Casquillos de bala, huellas, cualquier cosa que pueda ayudar a identificar a los atacantes. La información recabada ha sido enviada a la delegación del OIJ en Quepos, quienes lideran ahora la investigación. Espero que agarren rápido a estos desgraciados.
Lo que más me preocupa es la niña. Doce años, teniendo que vivir semejante trauma. Que alguien le explique cómo puede tener pesadillas así toda la vida. Y pensar que iban a pasar una noche alegre con sus seres queridos... Qué torta. Es una locura que estas cosas sucedan en nuestro país, y más aún en fechas tan especiales. Costa Rica debería ser un lugar seguro para todos, pero parece que la violencia sigue acechando, incluso en los rincones más tranquilos.
La comunidad de Parrita está consternada por lo sucedido. Muchos vecinos expresan su shock y tristeza ante la pérdida de vidas inocentes. Las redes sociales se inundaron de mensajes de condolencias para las familias afectadas, especialmente por la partida de Danilo Rojas, a quien muchos recuerdan como un hombre trabajador y amable. Esta vara nos recuerda que la inseguridad es un problema serio y que debemos exigirle a las autoridades medidas más efectivas para proteger a la población.
El caso de Parrita abre nuevamente el debate sobre la seguridad pública en Costa Rica. ¿Será que necesitamos más recursos para las fuerzas policiales? ¿O acaso deberíamos enfocarnos en abordar las causas profundas de la violencia, como la pobreza y la desigualdad? ¡Un verdadero chinchorro! ¿Ustedes creen que se debería aumentar la presencia policial en zonas rurales o invertir más en programas de prevención del delito?
