¡Ay, Dios mío, qué cosas se descubren! Después del cimbronazo de los allanamientos de ayer, el OIJ soltó toda la bocha del operativo 'Traición' contra el Cartel Caribe Sur, y pa’ qué decirles, ¡es de película! Más de sesenta puntos revisados, cincuenta y siete capturados... un verdadero batiburrillo, mae.
Si pensábamos que se trataba solo de drogas y plata, nos equivocamos. Resulta que estos señores andaban con caballos, joyitas que brillan más que el sol de Manuel Antonio, y hasta un montón de ganado. Claramente, no se andaban precisamente cuidando el bolsillo para comprar gallitos, sino que estaban invirtiendo en activos de buen diente. No sé ustedes, pero yo me pregunto, ¿qué hacían esos ponies con el negocio de la droga?
El inventario es impresionante, diay: veinte y un carros, una moto, seis lanchas listas para salir a navegar, dos camiones pesados, sesenta cabezas de res pastando tranquilamente, dos ponies mimados, ciento setenta y tres piezas de joyería que parecen sacadas de una tienda de lujo en Escazú, cinco paquetes de marihuana, dosis de cocaína y crack… ¡y ni hablar del arsenal! Cuatro armas largas y diez cortas, listas para defender sus propiedades, o cualquier otra cosa que se les ocurriera por la cabeza. Uno se queda pensando, ¿hasta dónde llegaron estos tipos?
Y hablando de la lana, ¡la cifra es astronómica! Conteo de doscientos siete millones de colones, treinta y siete mil quinientos treinta y nueve dólares americanos, trescientos sesenta y cinco euros y cincuenta y siete mil pesos colombianos. Una fortuna, vamos, que le daría para varias licitaciones públicas sin sudar la gota gorda. Esto sí que es trabajar a pierna tendida, ¡pero con resultados jugosos!
Este operativo, que califican como el más grande en la historia del OIJ, movilizó a mil doscientas personas. Personal del OIJ, Fuerza Pública, UEA, UEI, SERT, BOA… ¡parecía una invasión! Además de once equipos caninos y helicópteros surcando los cielos, llevando y trayendo gente como si fueran churros. Un despliegue nunca antes visto en estas tierras. ¡Qué brete, mae! Esto demuestra que el gobierno puso toda la carne al asador para acabar con esta vaina.
El Cartel Caribe Sur, como bien dicen, se dedicaba al tráfico de drogas a gran escala, lavado de dinero y, aparentemente, usaba tecnología punta para operar. Drones, comunicaciones seguras… ¡lo tenían todo planeado! Según el OIJ, este cartel tenía conexiones con figuras importantes del narcotráfico en Costa Rica, como alias Pecho de Rata, Macho Coca y Peña Russell. Un escalafón de peces gordos, vamos.
Ahora, la atención se centra en los juzgados especializados, donde se definirán las medidas cautelares para las veinticuatro personas que están detenidas. Aunque inicialmente hubo más capturados, cinco quedaron libres porque supuestamente tenían una participación menor. Pero a los demás, vaya que les espera un baile. Seguramente la fiscalía no va a regalarle na', buscará imponerles las medidas más duras posibles para evitar que escapen o interfieran con la investigación.
Con todo este panorama, uno se queda pensando: ¿Será posible que después de este golpe certero, realmente logremos frenar el narcotráfico en Costa Rica? ¿O simplemente estamos raspando la superficie de una red mucho más profunda y compleja? ¡Vamos, compadres del foro, denle duro al debate! ¿Creen que esto marca un punto de inflexión en la lucha contra el crimen organizado en nuestro país?
Si pensábamos que se trataba solo de drogas y plata, nos equivocamos. Resulta que estos señores andaban con caballos, joyitas que brillan más que el sol de Manuel Antonio, y hasta un montón de ganado. Claramente, no se andaban precisamente cuidando el bolsillo para comprar gallitos, sino que estaban invirtiendo en activos de buen diente. No sé ustedes, pero yo me pregunto, ¿qué hacían esos ponies con el negocio de la droga?
El inventario es impresionante, diay: veinte y un carros, una moto, seis lanchas listas para salir a navegar, dos camiones pesados, sesenta cabezas de res pastando tranquilamente, dos ponies mimados, ciento setenta y tres piezas de joyería que parecen sacadas de una tienda de lujo en Escazú, cinco paquetes de marihuana, dosis de cocaína y crack… ¡y ni hablar del arsenal! Cuatro armas largas y diez cortas, listas para defender sus propiedades, o cualquier otra cosa que se les ocurriera por la cabeza. Uno se queda pensando, ¿hasta dónde llegaron estos tipos?
Y hablando de la lana, ¡la cifra es astronómica! Conteo de doscientos siete millones de colones, treinta y siete mil quinientos treinta y nueve dólares americanos, trescientos sesenta y cinco euros y cincuenta y siete mil pesos colombianos. Una fortuna, vamos, que le daría para varias licitaciones públicas sin sudar la gota gorda. Esto sí que es trabajar a pierna tendida, ¡pero con resultados jugosos!
Este operativo, que califican como el más grande en la historia del OIJ, movilizó a mil doscientas personas. Personal del OIJ, Fuerza Pública, UEA, UEI, SERT, BOA… ¡parecía una invasión! Además de once equipos caninos y helicópteros surcando los cielos, llevando y trayendo gente como si fueran churros. Un despliegue nunca antes visto en estas tierras. ¡Qué brete, mae! Esto demuestra que el gobierno puso toda la carne al asador para acabar con esta vaina.
El Cartel Caribe Sur, como bien dicen, se dedicaba al tráfico de drogas a gran escala, lavado de dinero y, aparentemente, usaba tecnología punta para operar. Drones, comunicaciones seguras… ¡lo tenían todo planeado! Según el OIJ, este cartel tenía conexiones con figuras importantes del narcotráfico en Costa Rica, como alias Pecho de Rata, Macho Coca y Peña Russell. Un escalafón de peces gordos, vamos.
Ahora, la atención se centra en los juzgados especializados, donde se definirán las medidas cautelares para las veinticuatro personas que están detenidas. Aunque inicialmente hubo más capturados, cinco quedaron libres porque supuestamente tenían una participación menor. Pero a los demás, vaya que les espera un baile. Seguramente la fiscalía no va a regalarle na', buscará imponerles las medidas más duras posibles para evitar que escapen o interfieran con la investigación.
Con todo este panorama, uno se queda pensando: ¿Será posible que después de este golpe certero, realmente logremos frenar el narcotráfico en Costa Rica? ¿O simplemente estamos raspando la superficie de una red mucho más profunda y compleja? ¡Vamos, compadres del foro, denle duro al debate! ¿Creen que esto marca un punto de inflexión en la lucha contra el crimen organizado en nuestro país?