¡Echale, gente! Aquí les va la nota fresca del día: si quieren vivir bien, comer sano y sentir esos kilos de energía recorriendo el cuerpo, la clave está en la cocina propia. Olvídense de esos paquetazos procesados que venden en los supermercados; la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) te está diciendo clarito que regresar a lo casero es la onda para tener una vida más larga y feliz.
Con motivo del Día Mundial de la Alimentación – que ya ni nos acordábamos que existía, diay – la CCSS se ha puesto las pilas para recordarnos que no todo pasa por comprar comida lista para calentar. Estamos hablando de apoyar a nuestros agricultores locales, de aprovechar la fruta y verdura de temporada, y de darle una oportunidad a esas recetas de la abuela que tanto nos gustaban cuando niños. ¡Un respiro pa’l bolsillo y pa’l estómago!
La Dra. Maricruz Ramírez Dileoni, nutricionista de la CCSS, nos dice que estamos muy metidos en la prisa y la comodidad, y eso nos lleva a picarle a cualquier cosa que esté ahí a la vista. Y ahí es donde entra el problema: mucha azúcar, mucha grasa, químicos que ni siquiera sabemos qué hacen en nuestro cuerpo. ¡Una torta lo que estamos comiendo algunos, mae!
Pero, ¡ánimo!, no todo está perdido. La CCSS anda haciendo changüíos educativos en escuelas, colegios y centros de salud para ayudar a la gente a tomar conciencia. No es que te van a obligar a cocinar gallo pinto todos los días, pero sí te van a dar herramientas para que tomes decisiones más inteligentes cuando vayas al mercado o tengas que pedir comida.
¿Y qué tan importante es realmente comer en casa? Pues miren nomás: además de ahorrarte una lana considerable – porque la comida preparada siempre sale más cara – estás cuidando tu salud física y mental. Menos riesgo de enfermedades crónicas, más energía para hacer tus bretes, y hasta mejora tu ánimo. ¡Es un combo completo, chunche!
Para que se hagan una idea, la CCSS también está trabajando en programas especiales para proteger a los más chiquitos, enfocándose en los primeros mil días de vida de un bebé, que son cruciales para su desarrollo. Dicen que hay que ponerle mucho empeño desde ahí, porque lo que come un niño en esa etapa marcará su salud futura. Un nivel, vamos.
Así que ya saben, si quieren sentirse a todo dar, preparen una ensalada con ingredientes frescos, un guiso con verduras de la tierra, o simplemente frían un plátano maduro con queso. ¡Lo importante es alejar esos alimentos ultraprocesados que nos están enfermando a montón! Agenden el tip: menos comida lista, más sazón casero. Y recuerden que esos pequeños cambios suman a largo plazo.
Ahora dime, ¿qué receta de tu mamá o abuela es la que te trae recuerdos nostálgicos y te da ganas de ponerte el gorro de cocinero?
Con motivo del Día Mundial de la Alimentación – que ya ni nos acordábamos que existía, diay – la CCSS se ha puesto las pilas para recordarnos que no todo pasa por comprar comida lista para calentar. Estamos hablando de apoyar a nuestros agricultores locales, de aprovechar la fruta y verdura de temporada, y de darle una oportunidad a esas recetas de la abuela que tanto nos gustaban cuando niños. ¡Un respiro pa’l bolsillo y pa’l estómago!
La Dra. Maricruz Ramírez Dileoni, nutricionista de la CCSS, nos dice que estamos muy metidos en la prisa y la comodidad, y eso nos lleva a picarle a cualquier cosa que esté ahí a la vista. Y ahí es donde entra el problema: mucha azúcar, mucha grasa, químicos que ni siquiera sabemos qué hacen en nuestro cuerpo. ¡Una torta lo que estamos comiendo algunos, mae!
Pero, ¡ánimo!, no todo está perdido. La CCSS anda haciendo changüíos educativos en escuelas, colegios y centros de salud para ayudar a la gente a tomar conciencia. No es que te van a obligar a cocinar gallo pinto todos los días, pero sí te van a dar herramientas para que tomes decisiones más inteligentes cuando vayas al mercado o tengas que pedir comida.
¿Y qué tan importante es realmente comer en casa? Pues miren nomás: además de ahorrarte una lana considerable – porque la comida preparada siempre sale más cara – estás cuidando tu salud física y mental. Menos riesgo de enfermedades crónicas, más energía para hacer tus bretes, y hasta mejora tu ánimo. ¡Es un combo completo, chunche!
Para que se hagan una idea, la CCSS también está trabajando en programas especiales para proteger a los más chiquitos, enfocándose en los primeros mil días de vida de un bebé, que son cruciales para su desarrollo. Dicen que hay que ponerle mucho empeño desde ahí, porque lo que come un niño en esa etapa marcará su salud futura. Un nivel, vamos.
Así que ya saben, si quieren sentirse a todo dar, preparen una ensalada con ingredientes frescos, un guiso con verduras de la tierra, o simplemente frían un plátano maduro con queso. ¡Lo importante es alejar esos alimentos ultraprocesados que nos están enfermando a montón! Agenden el tip: menos comida lista, más sazón casero. Y recuerden que esos pequeños cambios suman a largo plazo.
Ahora dime, ¿qué receta de tu mamá o abuela es la que te trae recuerdos nostálgicos y te da ganas de ponerte el gorro de cocinero?