¡Aguante, cartagüeños! Después de años de espera y promesas que parecían volar más alto que el Cerro de la Muerte, parece que por fin vamos viendo la luz al final del túnel. La CCSS acaba de anunciar oficialmente que le van a meterle gallos al proyecto del nuevo hospital en Cartago, una infraestructura largamente soñada para atender a cientos de miles de personas en la zona central. ¡Esto es grande, mae!
Para ponerle pausa al asunto, el hospital tiene un costo estimado de casi 400 millones de dólares – ¡una torta!, vamos – y promete revolucionar la atención médica en la región. Se habla de 434 camas que pueden subir a 457 si hay que ampliar, 10 quirófanos listos para operar, un bloque ginecoobstétrico bien equipado, salas de reanimación y todos los servicios de diagnóstico por imagen que necesitamos, desde rayitos X hasta resonancias magnéticas. Además, cubrirá toda la gama de especialidades médicas que hoy ofrecemos en el hospital Maximiliano Peralta Jiménez.
Pero ojo, que esto no va a ser un paseo por el parque. Según los cálculos de la CCSS, la primera fase, que es el diseño de los planos, tomará alrededor de 25 semanas. Luego, esos mismos planos tienen que pasar por el filtro de los ingenieros de la institución, quienes seguramente van a encontrar algunos chunches que ajustar. Después, viene la parte más complicada: conseguir los permisos de construcción, donde el tiempo depende totalmente de otras instancias gubernamentales, así que ahí nadie puede hacer milagros. ¡Qué brete!
Si todo sale como dicen – y eso siempre es motivo de suspicacia – podríamos ver movimiento de tierras y obra gris a finales de 2026 o principios de 2027. La construcción propiamente dicha se estima que durará unos dos años y tres meses, lo cual, considerando que estamos hablando de un hospital, no es tanto. Pero, seamos honestos, proyectos de esta envergadura suelen alargarse más de lo debido... ¡uno se acuerda de aquella promesa de carretera!”, comentó un vecino que pasaba por la plaza central de Cartago.
Lo bueno es que el contrato incluye un período de dos años de mantenimiento preventivo y correctivo, tanto del edificio como del equipamiento médico, a cargo de la misma empresa constructora. Esto debería garantizar que, al menos por un par de años, el hospital funcione como relojito. Aunque, claro, sabemos que luego las cosas pueden cambiar… ¡la vida es impredecible, diay!
Y hablando de inversión, el monto de los 400 millones también abarca el equipamiento inicial y, crucialmente, el mantenimiento durante el período de garantía. Así que, cruzaremos los dedos para que el equipamiento llegue en buenas condiciones y no tengamos que empezar a batallar con averías desde el primer día. Porque, mijo, eso sería una verdadera patada en la cresta.
En resumen, el proyecto del nuevo hospital de Cartago representa una esperanza enorme para la salud pública en la región. Sería un alivio quitarle presión al hospital Maximiliano Peralta Jiménez, que ha estado colapsado durante años. Pero también nos recuerda que estas obras públicas requieren de una gestión eficiente y transparente para evitar retrasos, sobrecostos y, lo peor de todo, que el proyecto termine siendo un fracaso. ¡No queremos otro caso lamentable de despilfarro de recursos públicos!
Ahora bien, con tanta expectativa puesta en este proyecto, me pregunto: ¿Crees que la CCSS logrará cumplir los plazos establecidos y entregar el nuevo Hospital de Cartago dentro del presupuesto previsto? ¿Qué medidas sugieres para asegurar que este proyecto se convierta en realidad y beneficie a todos los cartagüeños?
Para ponerle pausa al asunto, el hospital tiene un costo estimado de casi 400 millones de dólares – ¡una torta!, vamos – y promete revolucionar la atención médica en la región. Se habla de 434 camas que pueden subir a 457 si hay que ampliar, 10 quirófanos listos para operar, un bloque ginecoobstétrico bien equipado, salas de reanimación y todos los servicios de diagnóstico por imagen que necesitamos, desde rayitos X hasta resonancias magnéticas. Además, cubrirá toda la gama de especialidades médicas que hoy ofrecemos en el hospital Maximiliano Peralta Jiménez.
Pero ojo, que esto no va a ser un paseo por el parque. Según los cálculos de la CCSS, la primera fase, que es el diseño de los planos, tomará alrededor de 25 semanas. Luego, esos mismos planos tienen que pasar por el filtro de los ingenieros de la institución, quienes seguramente van a encontrar algunos chunches que ajustar. Después, viene la parte más complicada: conseguir los permisos de construcción, donde el tiempo depende totalmente de otras instancias gubernamentales, así que ahí nadie puede hacer milagros. ¡Qué brete!
Si todo sale como dicen – y eso siempre es motivo de suspicacia – podríamos ver movimiento de tierras y obra gris a finales de 2026 o principios de 2027. La construcción propiamente dicha se estima que durará unos dos años y tres meses, lo cual, considerando que estamos hablando de un hospital, no es tanto. Pero, seamos honestos, proyectos de esta envergadura suelen alargarse más de lo debido... ¡uno se acuerda de aquella promesa de carretera!”, comentó un vecino que pasaba por la plaza central de Cartago.
Lo bueno es que el contrato incluye un período de dos años de mantenimiento preventivo y correctivo, tanto del edificio como del equipamiento médico, a cargo de la misma empresa constructora. Esto debería garantizar que, al menos por un par de años, el hospital funcione como relojito. Aunque, claro, sabemos que luego las cosas pueden cambiar… ¡la vida es impredecible, diay!
Y hablando de inversión, el monto de los 400 millones también abarca el equipamiento inicial y, crucialmente, el mantenimiento durante el período de garantía. Así que, cruzaremos los dedos para que el equipamiento llegue en buenas condiciones y no tengamos que empezar a batallar con averías desde el primer día. Porque, mijo, eso sería una verdadera patada en la cresta.
En resumen, el proyecto del nuevo hospital de Cartago representa una esperanza enorme para la salud pública en la región. Sería un alivio quitarle presión al hospital Maximiliano Peralta Jiménez, que ha estado colapsado durante años. Pero también nos recuerda que estas obras públicas requieren de una gestión eficiente y transparente para evitar retrasos, sobrecostos y, lo peor de todo, que el proyecto termine siendo un fracaso. ¡No queremos otro caso lamentable de despilfarro de recursos públicos!
Ahora bien, con tanta expectativa puesta en este proyecto, me pregunto: ¿Crees que la CCSS logrará cumplir los plazos establecidos y entregar el nuevo Hospital de Cartago dentro del presupuesto previsto? ¿Qué medidas sugieres para asegurar que este proyecto se convierta en realidad y beneficie a todos los cartagüeños?