¡Aguántense!, porque esto del presupuesto pa’ el 2026 se está poniendo más caliente que gallina pochada. Los diputados, esos que nos representan (o al menos así dicen), le están echando piedra al Presidente Chaves por los recortecitos que le dio al tema social y educativo. Ya saben, esas varas que realmente importan para la gente humilde.
Y ojo, que esto no es una crítica casual, sino el arranque oficial de la discusión del Presupuesto Ordinario pa’ el próximo año, que asciende a ¢12,8 billones. Una suma que, según algunos, no se traduce en mejoras reales para nosotros los ciudadanos. Imagínate, ¡una pila de lana y al final no vemos ni una moneda!
La diputada Paulina Ramírez, del PLN, fue la primera en soltarle la espina clavada a Chaves. Dijo que prácticamente todo el presupuesto se va en pagar la deuda pública, planilla estatal y pensiones. “Cuando el 75% se va en eso, lo que queda para invertir en cosas que realmente necesitamos es un susurrito,” exclamó la diputada, dejando claro que, a pesar de tener “plata”, no hay visión clara de cómo gastarla. ¡Un brete, vamos!
Pero no solo el PLN está en la bronca con el manejo económico del gobierno. Jonathan Acuña, del Frente Amplio, tampoco se quedó callao. Él argumenta que la política fiscal de Chaves es una copia fiel de la que aplicó Carlos Alvarado. “Es la misma receta del recortismo, de pensar que el bolsillo del Estado es más importante que el bienestar de la gente”. Y agregó, con un toque de sarcasmo, que poner a Nogui Acosta como viceministro no cambió absolutamente nada, ¡diay!
Acuña puso especial atención en la educación, señalando que la inversión ha ido cayendo desde el 2019, tanto en el gobierno anterior como en el actual. “La inversión en educación ha sido fuertemente erosionada, se ve en las escuelas que tienen menos plata pa’ mantener la infraestructura”, recalcó. Y para rematar, hizo hincapié en que la famosa ‘Ruta de la Educación’ nunca llegó a buen término. ¡Una pena, verdad?
Mientras tanto, la Asamblea Legislativa dice estar haciendo el trabajo “serio y silencioso”. Katherine Moreira, también del PLN, recordó que han aprobado recursos e incluso lucharon por los fondos pa’ los exmuelleros y exestibadores de Limón, un tema que siempre toca fibras sensibles en este país. Claro, mientras el gobierno se dedica a la división y la confrontación, ellos están “cambiando vidas”. Eso sí que suena a propaganda, ¿no creen?
Para intentar apaciguar un poco las aguas, los diputados aprobaron algunas mociones pa’ transferir fondos de otros rubros –como el pago de la deuda– a programas sociales y de seguridad. Se destinarán millones extra a la Cruz Roja, asociaciones de desarrollo, el RNC de la CCSS, la Fiscalía General, el OIJ, el Poder Judicial y hasta pa' becas Avancemos. Un poquito de alivio pa’ varios sectores, pero ¿será suficiente?
Ahora, con todo este panorama, me pregunto… ¿realmente estamos viendo un cambio significativo en la asignación de recursos, o simplemente es un maquillaje temporal para calmar las protestas? ¿Creen que la Asamblea Legislativa tendrá el coraje de enfrentar al gobierno y defender los intereses de la población, o cederá ante presiones políticas? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios!
Y ojo, que esto no es una crítica casual, sino el arranque oficial de la discusión del Presupuesto Ordinario pa’ el próximo año, que asciende a ¢12,8 billones. Una suma que, según algunos, no se traduce en mejoras reales para nosotros los ciudadanos. Imagínate, ¡una pila de lana y al final no vemos ni una moneda!
La diputada Paulina Ramírez, del PLN, fue la primera en soltarle la espina clavada a Chaves. Dijo que prácticamente todo el presupuesto se va en pagar la deuda pública, planilla estatal y pensiones. “Cuando el 75% se va en eso, lo que queda para invertir en cosas que realmente necesitamos es un susurrito,” exclamó la diputada, dejando claro que, a pesar de tener “plata”, no hay visión clara de cómo gastarla. ¡Un brete, vamos!
Pero no solo el PLN está en la bronca con el manejo económico del gobierno. Jonathan Acuña, del Frente Amplio, tampoco se quedó callao. Él argumenta que la política fiscal de Chaves es una copia fiel de la que aplicó Carlos Alvarado. “Es la misma receta del recortismo, de pensar que el bolsillo del Estado es más importante que el bienestar de la gente”. Y agregó, con un toque de sarcasmo, que poner a Nogui Acosta como viceministro no cambió absolutamente nada, ¡diay!
Acuña puso especial atención en la educación, señalando que la inversión ha ido cayendo desde el 2019, tanto en el gobierno anterior como en el actual. “La inversión en educación ha sido fuertemente erosionada, se ve en las escuelas que tienen menos plata pa’ mantener la infraestructura”, recalcó. Y para rematar, hizo hincapié en que la famosa ‘Ruta de la Educación’ nunca llegó a buen término. ¡Una pena, verdad?
Mientras tanto, la Asamblea Legislativa dice estar haciendo el trabajo “serio y silencioso”. Katherine Moreira, también del PLN, recordó que han aprobado recursos e incluso lucharon por los fondos pa’ los exmuelleros y exestibadores de Limón, un tema que siempre toca fibras sensibles en este país. Claro, mientras el gobierno se dedica a la división y la confrontación, ellos están “cambiando vidas”. Eso sí que suena a propaganda, ¿no creen?
Para intentar apaciguar un poco las aguas, los diputados aprobaron algunas mociones pa’ transferir fondos de otros rubros –como el pago de la deuda– a programas sociales y de seguridad. Se destinarán millones extra a la Cruz Roja, asociaciones de desarrollo, el RNC de la CCSS, la Fiscalía General, el OIJ, el Poder Judicial y hasta pa' becas Avancemos. Un poquito de alivio pa’ varios sectores, pero ¿será suficiente?
Ahora, con todo este panorama, me pregunto… ¿realmente estamos viendo un cambio significativo en la asignación de recursos, o simplemente es un maquillaje temporal para calmar las protestas? ¿Creen que la Asamblea Legislativa tendrá el coraje de enfrentar al gobierno y defender los intereses de la población, o cederá ante presiones políticas? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios!