¡Ay, Dios mío! ¡Qué bronca la que nos cayó encima! Puntarenas amaneció como Champs Elysées después de un carnaval… pero sin la alegría, vamos. Lluvias torrenciales, ríos desbordados, calles convertidas en lagunas… ¡una torta monumental! Ahora toca ver si el Gobierno le pone remedio rápido a este brete.
La cosa pinta fea porque no hablamos de una lluvia cualquiera. El IMN confirmó que estamos sufriendo los embates de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT) y la Onda Tropical número 35, dos fenómenos pegajosos que decidieron hacernos la vida imposible. Ya sabemos cómo es esto, cuando la naturaleza se enoja, se enoja carreta. Particularmente la Vertiente del Pacífico está recibiendo palizas fuertes, y el cantón central de Puntarenas, junto con Montes de Oro y Esparza, están siendo los más afectados.
Y no es solo agua, mae. Se habla de daños estructurales en la infraestructura clave. Imagínate, la Ruta Nacional 606 (Sardinal de Acapulco – Monteverde) totalmente bloqueada por deslizamientos, ¡como si fuera un juego de Tetris mal hecho! Lo mismo pasa con la Interamericana en Cambronero, donde el puente sobre el Río Naranjo tuvo que cerrar temporalmente. ¡Un desastre de principio a fin! Parece sacado de una película de catástrofes, pero es nuestra realidad, diay.
Pero lo más preocupante son las inundaciones. ¡Qué carga! Todo el centro de Puntarenas, Chacarita, El Roble, Bellavista, Fray Casiano… todo sumergido. Hasta las casas en El Palmar, en Montes de Oro, no se salvaron. Y la causa directa es el colapso de los sistemas de drenaje, una clara muestra de que alguien no le puso atención a los detalles. Sumándole la marea alta, ¡ufff!, qué nivel de problemas hemos generado nosotros mismos, ay.
Además, el Estero de Puntarenas, que recoge toda el agua de los ríos del norte del cantón, está atascado de sedimentos. Como dicen por ahí, “el estero está hinchado”, así que no puede cumplir su función de drenaje. Esta vara está complicada, eh. Con tanta basura y tierra acumulada, el agua simplemente no tiene por dónde ir y termina inundando todo.
Para rematar, parece que las obras de ampliación de los tramos Limonal–Barranca y La Angostura van a paso de tortuga. Y ahora, con esta emergencia, resulta que son más necesarias que nunca. ¡Qué despiche! No es justo para los vecinos que tienen que vivir con este temor constante de que sus hogares sean engullidos por el agua. Alguien tiene que rendir cuentas por estas demoras, porque esto ya no es un juego de niños.
Ahora, tanto el regidor Mario Rodríguez como la diputada Sonia Rojas están haciendo todo lo posible para que el Presidente Chaves declare la Emergencia Nacional y se habiliten los fondos necesarios para solucionar este problema. Necesitamos plata para arreglar las carreteras, limpiar los drenajes, impulsar estudios de dragado del estero... ¡y que no se la traguen, por favor! Que la plata llegue a manos de quienes realmente la necesitan y no se vaya en rellenos turbios. Esperemos que la Junta Directiva de la CNE haga lo correcto y dé luz verde a esta solicitud.
En fin, la situación en Puntarenas es grave y requiere atención inmediata. ¿Ustedes creen que la declaratoria de emergencia llegará a tiempo para evitar mayores daños y proteger a los ciudadanos? ¿Qué medidas deberían tomarse urgentemente para prevenir futuras tragedias como esta?
La cosa pinta fea porque no hablamos de una lluvia cualquiera. El IMN confirmó que estamos sufriendo los embates de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT) y la Onda Tropical número 35, dos fenómenos pegajosos que decidieron hacernos la vida imposible. Ya sabemos cómo es esto, cuando la naturaleza se enoja, se enoja carreta. Particularmente la Vertiente del Pacífico está recibiendo palizas fuertes, y el cantón central de Puntarenas, junto con Montes de Oro y Esparza, están siendo los más afectados.
Y no es solo agua, mae. Se habla de daños estructurales en la infraestructura clave. Imagínate, la Ruta Nacional 606 (Sardinal de Acapulco – Monteverde) totalmente bloqueada por deslizamientos, ¡como si fuera un juego de Tetris mal hecho! Lo mismo pasa con la Interamericana en Cambronero, donde el puente sobre el Río Naranjo tuvo que cerrar temporalmente. ¡Un desastre de principio a fin! Parece sacado de una película de catástrofes, pero es nuestra realidad, diay.
Pero lo más preocupante son las inundaciones. ¡Qué carga! Todo el centro de Puntarenas, Chacarita, El Roble, Bellavista, Fray Casiano… todo sumergido. Hasta las casas en El Palmar, en Montes de Oro, no se salvaron. Y la causa directa es el colapso de los sistemas de drenaje, una clara muestra de que alguien no le puso atención a los detalles. Sumándole la marea alta, ¡ufff!, qué nivel de problemas hemos generado nosotros mismos, ay.
Además, el Estero de Puntarenas, que recoge toda el agua de los ríos del norte del cantón, está atascado de sedimentos. Como dicen por ahí, “el estero está hinchado”, así que no puede cumplir su función de drenaje. Esta vara está complicada, eh. Con tanta basura y tierra acumulada, el agua simplemente no tiene por dónde ir y termina inundando todo.
Para rematar, parece que las obras de ampliación de los tramos Limonal–Barranca y La Angostura van a paso de tortuga. Y ahora, con esta emergencia, resulta que son más necesarias que nunca. ¡Qué despiche! No es justo para los vecinos que tienen que vivir con este temor constante de que sus hogares sean engullidos por el agua. Alguien tiene que rendir cuentas por estas demoras, porque esto ya no es un juego de niños.
Ahora, tanto el regidor Mario Rodríguez como la diputada Sonia Rojas están haciendo todo lo posible para que el Presidente Chaves declare la Emergencia Nacional y se habiliten los fondos necesarios para solucionar este problema. Necesitamos plata para arreglar las carreteras, limpiar los drenajes, impulsar estudios de dragado del estero... ¡y que no se la traguen, por favor! Que la plata llegue a manos de quienes realmente la necesitan y no se vaya en rellenos turbios. Esperemos que la Junta Directiva de la CNE haga lo correcto y dé luz verde a esta solicitud.
En fin, la situación en Puntarenas es grave y requiere atención inmediata. ¿Ustedes creen que la declaratoria de emergencia llegará a tiempo para evitar mayores daños y proteger a los ciudadanos? ¿Qué medidas deberían tomarse urgentemente para prevenir futuras tragedias como esta?