¡Ay, Dios mío! Quién iba a decir que en pleno 2025 íbamos a estar celebrando récords de exportación así, ¿verdad? Parece mentira, pero las ventas fuera del país subieron un 16% en los primeros ocho meses del año, llegando a unos $15 mil millones. ¡Un dineral, diay!
Este boom económico no es casualidad, mi gente. El sector médico, específicamente el de equipos de precisión, se lleva la palma. No se asusten, esto significa empleos dignos y desarrollo tecnológico pa’ nosotros. Ese sector, que siempre ha sido un motor importante, creció un 33% ¡Más que un montón! Esto demuestra que le estamos apostando bien a la innovación.
Pero no todo es equipo médico, tranquilos. El sector agrícola tampoco se quedó atrás, con un crecimiento del 3%, impulsado por la piña, el café y las frutas congeladas. Aunque no nos ganemos premios Nobel por eso, saber que seguimos siendo fuertes en agricultura es bastante reconfortante. Y ni hablar del químico-farmacéutico, que tuvo un repunte del 14%. ¡Vamos sumando puntos!
La Ministra a.i. de Comercio Exterior, Indiana Trejos, obviamente contenta, dijo que van a seguir trabajando para mantener estas condiciones favorables para los exportadores. Con toda razón, porque esto requiere constancia y esfuerzo, no solo echarle ganas y esperar que las cosas sucedan solas. Hay que meterle pila, brete.
Ahora sí, llegamos a la parte jugosa: ¿dónde estamos vendiendo todo esto? Pues, claro, Estados Unidos sigue siendo nuestro aliado número uno, comprándonos casi la mitad de lo que producimos, pero la verdadera sorpresa viene de Asia. ¡Esa zona se ha convertido en nuestra nueva obsesión comercial, creciendo un 26%! Eso sí que es dinamismo, muchachos. Nos están abriendo puertas que parecían cerradas.
Laura López, gerente general de Procomer, se mostró optimista y destacó que este crecimiento en varios sectores y mercados demuestra la solidez y diversidad de nuestro modelo exportador. Me imagino que ya tienen un maquinao en marcha para aprovechar esta oportunidad, con estrategias específicas para conquistar esos mercados asiáticos. ¡A darle con todo!
Muchos expertos dicen que la clave de todo esto es la inversión extranjera en sectores de alta tecnología. Atrás quedaron los tiempos en que solo éramos productores de banano. Ahora tenemos empresas que desarrollan productos de punta, con personal capacitado y procesos innovadores. Ese es el camino para crecer y competir a nivel mundial. El futuro pinta prometedor, aunque siempre hay que mantenerse alerta y trabajar duro.
Bueno, pues ahí lo tienen, amigos: Costa Rica sigue dando sorpresas y demostrando que tiene potencial para mucho más. Pero me pregunto… ¿Será sostenible este ritmo de crecimiento a largo plazo, o simplemente estamos viviendo un momento excepcional? ¿Cómo creen que podemos asegurar que estos beneficios lleguen a todos los costarricenses y no solo a unos pocos privilegiados?
Este boom económico no es casualidad, mi gente. El sector médico, específicamente el de equipos de precisión, se lleva la palma. No se asusten, esto significa empleos dignos y desarrollo tecnológico pa’ nosotros. Ese sector, que siempre ha sido un motor importante, creció un 33% ¡Más que un montón! Esto demuestra que le estamos apostando bien a la innovación.
Pero no todo es equipo médico, tranquilos. El sector agrícola tampoco se quedó atrás, con un crecimiento del 3%, impulsado por la piña, el café y las frutas congeladas. Aunque no nos ganemos premios Nobel por eso, saber que seguimos siendo fuertes en agricultura es bastante reconfortante. Y ni hablar del químico-farmacéutico, que tuvo un repunte del 14%. ¡Vamos sumando puntos!
La Ministra a.i. de Comercio Exterior, Indiana Trejos, obviamente contenta, dijo que van a seguir trabajando para mantener estas condiciones favorables para los exportadores. Con toda razón, porque esto requiere constancia y esfuerzo, no solo echarle ganas y esperar que las cosas sucedan solas. Hay que meterle pila, brete.
Ahora sí, llegamos a la parte jugosa: ¿dónde estamos vendiendo todo esto? Pues, claro, Estados Unidos sigue siendo nuestro aliado número uno, comprándonos casi la mitad de lo que producimos, pero la verdadera sorpresa viene de Asia. ¡Esa zona se ha convertido en nuestra nueva obsesión comercial, creciendo un 26%! Eso sí que es dinamismo, muchachos. Nos están abriendo puertas que parecían cerradas.
Laura López, gerente general de Procomer, se mostró optimista y destacó que este crecimiento en varios sectores y mercados demuestra la solidez y diversidad de nuestro modelo exportador. Me imagino que ya tienen un maquinao en marcha para aprovechar esta oportunidad, con estrategias específicas para conquistar esos mercados asiáticos. ¡A darle con todo!
Muchos expertos dicen que la clave de todo esto es la inversión extranjera en sectores de alta tecnología. Atrás quedaron los tiempos en que solo éramos productores de banano. Ahora tenemos empresas que desarrollan productos de punta, con personal capacitado y procesos innovadores. Ese es el camino para crecer y competir a nivel mundial. El futuro pinta prometedor, aunque siempre hay que mantenerse alerta y trabajar duro.
Bueno, pues ahí lo tienen, amigos: Costa Rica sigue dando sorpresas y demostrando que tiene potencial para mucho más. Pero me pregunto… ¿Será sostenible este ritmo de crecimiento a largo plazo, o simplemente estamos viviendo un momento excepcional? ¿Cómo creen que podemos asegurar que estos beneficios lleguen a todos los costarricenses y no solo a unos pocos privilegiados?