¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, la UCR le está metiendo turbo a la sostenibilidad. Resulta que ahora, ya no van a poder vender botellas de esas de un solo uso en todo el campus. Sí, así como lo escucharon, ni Coca-Cola, ni Sprite, ni agua en botella barata. Dicen que esto va por salud pública y medio ambiente, y bueno, pa' pensarle bien, suena bastante a cuento chino al principio, pero si nos ponemos a ver... tiene su lógica.
La bronca es que estamos ahogándonos en plástico, ¿sabé? Cada día salen más noticias sobre microplásticos en el agua, en la comida, hasta en nuestros cuerpos. Y esas botellas, ¡qué torta! Tardan siglos en descomponerse, llenando basurales y contaminando ríos y mares. Además, la UCR puso la lupa en los refrescos, esos que te revuelcan el estómago y contribuyen a la obesidad y la diabetes. Pa’ colmo, ahí anda el tema de las bebidas azucaradas, que dicen que luego causan más daño que beneficio.
Según el Consejo Universitario, este brete lo están haciendo porque hay que darle duro a la contaminación. “Representan un problema ambiental crítico debido a su altísima producción y corta vida útil”, dijeron en su comunicado oficial. Suena formal, pero la idea es clara: queremos un planeta más limpio, y eso empieza por dejar de comprar botellas de plástico como si no hubiera un mañana. Imagínate la pila de botellas que se tiran cada día en el campus… ¡Una barbaridad!
Pero espérate, que no todo es prohibición y pena máxima. La UCR dice que les dan seis meses pa' poner las cosas en orden. Van a instalar dispensadores de agua potable en varios lugares del campus para que la gente pueda rellenar sus propias jarras y termo. Ahí sí, esto ya empieza a tener sentido. Así evitamos el desperdicio y bebemos agua fresca y limpia, que pa' eso estamos vivos.
Y ojo, que no solo van a eliminar las botellas, sino que también quieren que usemos opciones más amigables con el planeta. Piensen en botellas de vidrio, de acero inoxidable, de bambú, o hasta esas de silicona que andan dando vueltas. Pa’ nosotros los ticos, que siempre hemos sido mañosos, seguro encontramos alguna solución creativa y económica. Porque admitámoslo, a nadie le gusta gastar de más.
Ahora, hablando de salud, esta medida también es un golpe a las empresas de refrescos. Menos ventas, menos ganancias… bueno, tal vez eso sea bueno para nuestra salud y para el bolsillo de algunos. Estarán pensando en qué hacer para seguir vendiendo sus productos, pero la verdad es que ya deberíamos estar conscientes del daño que hacemos al planeta y a nuestro propio cuerpo. ¿No es hora de cambiar los malos hábitos?
Claro, habrá quienes digan que esto es una exageración, que una botella de plástico no hace tanta diferencia. Pero si todos pensamos así, nunca vamos a lograr nada. Cada pequeño gesto cuenta, y la UCR está dando ejemplo. Espero que otras universidades y colegios siguan sus pasos y se unan a esta causa. Porque el futuro de nuestro planeta está en nuestras manos, o mejor dicho, en nuestras jarras reutilizables.
Bueno, pues ahí lo tienen: la UCR declarando guerra al plástico de un solo uso. ¿Creen que esta medida tendrá un impacto real en la reducción de la contaminación y el fomento de hábitos más saludables entre los estudiantes y el personal universitario? ¿Deberían otras instituciones educativas en Costa Rica tomar medidas similares, o creen que es demasiado restrictivo? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
La bronca es que estamos ahogándonos en plástico, ¿sabé? Cada día salen más noticias sobre microplásticos en el agua, en la comida, hasta en nuestros cuerpos. Y esas botellas, ¡qué torta! Tardan siglos en descomponerse, llenando basurales y contaminando ríos y mares. Además, la UCR puso la lupa en los refrescos, esos que te revuelcan el estómago y contribuyen a la obesidad y la diabetes. Pa’ colmo, ahí anda el tema de las bebidas azucaradas, que dicen que luego causan más daño que beneficio.
Según el Consejo Universitario, este brete lo están haciendo porque hay que darle duro a la contaminación. “Representan un problema ambiental crítico debido a su altísima producción y corta vida útil”, dijeron en su comunicado oficial. Suena formal, pero la idea es clara: queremos un planeta más limpio, y eso empieza por dejar de comprar botellas de plástico como si no hubiera un mañana. Imagínate la pila de botellas que se tiran cada día en el campus… ¡Una barbaridad!
Pero espérate, que no todo es prohibición y pena máxima. La UCR dice que les dan seis meses pa' poner las cosas en orden. Van a instalar dispensadores de agua potable en varios lugares del campus para que la gente pueda rellenar sus propias jarras y termo. Ahí sí, esto ya empieza a tener sentido. Así evitamos el desperdicio y bebemos agua fresca y limpia, que pa' eso estamos vivos.
Y ojo, que no solo van a eliminar las botellas, sino que también quieren que usemos opciones más amigables con el planeta. Piensen en botellas de vidrio, de acero inoxidable, de bambú, o hasta esas de silicona que andan dando vueltas. Pa’ nosotros los ticos, que siempre hemos sido mañosos, seguro encontramos alguna solución creativa y económica. Porque admitámoslo, a nadie le gusta gastar de más.
Ahora, hablando de salud, esta medida también es un golpe a las empresas de refrescos. Menos ventas, menos ganancias… bueno, tal vez eso sea bueno para nuestra salud y para el bolsillo de algunos. Estarán pensando en qué hacer para seguir vendiendo sus productos, pero la verdad es que ya deberíamos estar conscientes del daño que hacemos al planeta y a nuestro propio cuerpo. ¿No es hora de cambiar los malos hábitos?
Claro, habrá quienes digan que esto es una exageración, que una botella de plástico no hace tanta diferencia. Pero si todos pensamos así, nunca vamos a lograr nada. Cada pequeño gesto cuenta, y la UCR está dando ejemplo. Espero que otras universidades y colegios siguan sus pasos y se unan a esta causa. Porque el futuro de nuestro planeta está en nuestras manos, o mejor dicho, en nuestras jarras reutilizables.
Bueno, pues ahí lo tienen: la UCR declarando guerra al plástico de un solo uso. ¿Creen que esta medida tendrá un impacto real en la reducción de la contaminación y el fomento de hábitos más saludables entre los estudiantes y el personal universitario? ¿Deberían otras instituciones educativas en Costa Rica tomar medidas similares, o creen que es demasiado restrictivo? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!