¡Ay, Dios mío! Quién iba a decir que íbamos a estar hablando de vinos españoles en el Foro de Costa Rica como si fueran pura candela. Pero resulta que Pata Negra Ribera del Duero llegó pa' quedarse, y vamos a analizar qué onda este brete de sabor y tradición que nos traen directo desde España.
Resulta que Ribera del Duero, allá leeeeejos en España, es como la meca del vino tinto. Imagínate, toda una región dedicada casi exclusivamente a la uva Tempranillo. Esa vara es importante porque ahí le meten harto empeño, con un clima continental que les da tintos bien concentrados, de esos que te dejan bien puesto con el sabor. En fin, ya saben, pura tradición y dedicación.
Este vino, Pata Negra Ribera del Duero, se promociona como algo 'accesible', pero ojo, no significa que sea aguadito, ¡para nada! Tiene una intensidad aromática que te vuela la cabeza. Fruta negra madura, cositas balsámicas, cacao, café... ¡Un festival de aromas! Te puedes imaginar el pachamama que debe ser abrir esa botella en una cena familiar, bueno, un poquito más elegante, claro.
Y eso no es todo, mi gente. En la boca te golpea con un cuerpo marcado, con estructura firme, como si te dieran un abrazo de oso. El final es largo, así que no te vas a quedar con ganas de más. Lo que me gusta mucho es que lo recomiendan con lomo alto, tomahawk, cordero asado… ¡Comida de patio! Totalmente adaptable a nuestros gustos, que somos hartos comelones, ¡y orgullosos de serlo!
Ahora sí, entrando en materia de economía, esto viene siendo un vino para aquellos que quieren disfrutar del famoso ‘estilo Ribera’ sin tener que vaciar la cartera en botellas súper caras. Eso es clave, porque nosotros acá en Costa Rica buscamos la mejor relación entre calidad y precio, ¿quién no quiere eso? Un buen vino pa’ compartir con los amigos sin sentirnos culpables al final del mes.
Lo encuentras en todos lados: supermercados, licorerías y hasta en esas tienditas especializadas que tienen de todo. Grupo Pampa trae estos vinos a nuestro país, entonces ya saben a quién echarle la bronca si no lo encuentran. Aunque, siendo honestos, con tanto que hay en el mercado, a veces cuesta encontrar lo que uno busca. Pero bueno, ahí está el challenge, ¿no?
Pero miren, dejando de lado lo comercial, creo que esto es un ejemplo de cómo los sabores pueden viajar y conectar culturas. Tenemos nuestra tradición cafetera, ellos la suya vinícola, y ahora podemos disfrutar de ambos, aprendiendo y apreciando lo que otros lugares tienen para ofrecer. Eso es lo que realmente me emociona, que podamos ampliar nuestros horizontes culinarios sin salir de casa.
En resumen, este vino es un puntazo, una excelente opción para celebrar cualquier ocasión, o simplemente para darse un gusto después de una semana dura trabajando. Ahora dime, mi gente: ¿Ya han probado algún vino español y qué tal les pareció? ¿Creen que este Pata Negra Ribera del Duero va a convertirse en un nuevo clásico en nuestras mesas?
Resulta que Ribera del Duero, allá leeeeejos en España, es como la meca del vino tinto. Imagínate, toda una región dedicada casi exclusivamente a la uva Tempranillo. Esa vara es importante porque ahí le meten harto empeño, con un clima continental que les da tintos bien concentrados, de esos que te dejan bien puesto con el sabor. En fin, ya saben, pura tradición y dedicación.
Este vino, Pata Negra Ribera del Duero, se promociona como algo 'accesible', pero ojo, no significa que sea aguadito, ¡para nada! Tiene una intensidad aromática que te vuela la cabeza. Fruta negra madura, cositas balsámicas, cacao, café... ¡Un festival de aromas! Te puedes imaginar el pachamama que debe ser abrir esa botella en una cena familiar, bueno, un poquito más elegante, claro.
Y eso no es todo, mi gente. En la boca te golpea con un cuerpo marcado, con estructura firme, como si te dieran un abrazo de oso. El final es largo, así que no te vas a quedar con ganas de más. Lo que me gusta mucho es que lo recomiendan con lomo alto, tomahawk, cordero asado… ¡Comida de patio! Totalmente adaptable a nuestros gustos, que somos hartos comelones, ¡y orgullosos de serlo!
Ahora sí, entrando en materia de economía, esto viene siendo un vino para aquellos que quieren disfrutar del famoso ‘estilo Ribera’ sin tener que vaciar la cartera en botellas súper caras. Eso es clave, porque nosotros acá en Costa Rica buscamos la mejor relación entre calidad y precio, ¿quién no quiere eso? Un buen vino pa’ compartir con los amigos sin sentirnos culpables al final del mes.
Lo encuentras en todos lados: supermercados, licorerías y hasta en esas tienditas especializadas que tienen de todo. Grupo Pampa trae estos vinos a nuestro país, entonces ya saben a quién echarle la bronca si no lo encuentran. Aunque, siendo honestos, con tanto que hay en el mercado, a veces cuesta encontrar lo que uno busca. Pero bueno, ahí está el challenge, ¿no?
Pero miren, dejando de lado lo comercial, creo que esto es un ejemplo de cómo los sabores pueden viajar y conectar culturas. Tenemos nuestra tradición cafetera, ellos la suya vinícola, y ahora podemos disfrutar de ambos, aprendiendo y apreciando lo que otros lugares tienen para ofrecer. Eso es lo que realmente me emociona, que podamos ampliar nuestros horizontes culinarios sin salir de casa.
En resumen, este vino es un puntazo, una excelente opción para celebrar cualquier ocasión, o simplemente para darse un gusto después de una semana dura trabajando. Ahora dime, mi gente: ¿Ya han probado algún vino español y qué tal les pareció? ¿Creen que este Pata Negra Ribera del Duero va a convertirse en un nuevo clásico en nuestras mesas?
