¡Ay, Dios mío, qué torta! La Fiscalía no da respiro al director del OIJ, Randall Zúñiga. Ya van cuatro denuncias por delitos sexuales, y la cosa pinta fea, muy fea. Aparentemente, la jueza de turno no va a darle un respiro al pobre hombre – o tal vez no tan pobre, dependiendo cómo mire uno la cosa –, y la suspensión parece que se va a alargar.
Si recuerdan, la bronca comenzó hace unos meses, cuando salió a la luz la primera denuncia, una vareta bien pesada que puso al OIJ patas arriba. Luego vinieron otras dos, cada una peor que la anterior, y ahora esta cuarta, que llegó como agua fría a la Fiscalía de Género. Parece que Zúñiga tenía hartas situaciones comprometidas, y varias señoras decididas a contarla, diay.
Carlo Díaz Sánchez, el fiscal general, lo confirmó este lunes, sin andarse por rodeos. "Sí, señor, llegó una cuarta denuncia, vía electrónica, y está en manos de la Fiscalía de Género junto con las anteriores. No vamos a dejar ni una piedra sobre la otra para aclarar esta vareta", declaró Díaz a la prensa. La causa penal 25-000359-1883-PE es la que se abrió inicialmente, motivada por la primera denuncia, y parece que sigue creciendo como bola de nieve.
Y hablando de bolas de nieve... Las investigaciones revelan que la primera denunciante asegura que los hechos ocurrieron en Corredores, allá por enero del año pasado. La segunda, cartagüeña, acusa de contagio venéreo y otros comportamientos indebidos. La tercera, sanjoseña, apunta a conductas sexuales abusivas y ofensas a la dignidad. ¡Un brete de acusaciones!, y encima, ¡una quinta mujer ha aparecido en Turrialba!
Pero aquí viene lo más mamón, lo que realmente te deja boquiabierto. Resulta que esta quinta mujer, según su relato, fue abordada por Yerlin López Céspedes, la presidenta del Inamu, y otra funcionaria. Le habrían ofrecido un apartamento nuevecito, subsidios del IMAS para pagarle la universidad, ¡todo regalado!, si firmaba una denuncia prefabricada contra Zúñiga. ¡Qué carga!, pero la dama no cayó en el anzuelo y se negó rotundamente a firmar, porque a ella nadie le había hecho nada.
Imagínense la escena: dos mujeres llegando a la casa de una señora en medio de la noche, ofreciéndole dinero y facilidades a cambio de mentir. ¡Parece sacado de una novela de Luis Fernando Alvarado! Esto levanta muchas sospechas sobre la actuación de funcionarios públicos y pone en entredicho la credibilidad de algunas instituciones. El caso se complica aún más con la información que sale a la luz sobre chats entre las denunciantes y Douglas Sánchez, un personaje que parece estar conectando a estas mujeres con Jerarcas del Inamu.
Por supuesto, toda esta maraña de denuncias y acusaciones ha generado gran controversia en el país. Se habla de encubrimientos, de intereses políticos, de manipulación de la justicia. El OIJ, que debería ser garante del orden y la seguridad, hoy mismo se ve envuelto en un escándalo mayúsculo. Sus propios funcionarios cuestionan la dirección que ha tomado la institución y exigen transparencia y rendición de cuentas. Muchos dicen que esto se fue al traste para Zúñiga, y que difícilmente podrá recuperar su imagen y su puesto.
Ahora, con tantas vueltas y revueltas, me pregunto… ¿Cree usted que este escándalo dañará permanentemente la reputación del OIJ o que se trata simplemente de un episodio puntual y aislado? ¡Déjenme saber sus opiniones en el foro! ¿Será que hay mucho más por debajo de la mesa de lo que vemos?
Si recuerdan, la bronca comenzó hace unos meses, cuando salió a la luz la primera denuncia, una vareta bien pesada que puso al OIJ patas arriba. Luego vinieron otras dos, cada una peor que la anterior, y ahora esta cuarta, que llegó como agua fría a la Fiscalía de Género. Parece que Zúñiga tenía hartas situaciones comprometidas, y varias señoras decididas a contarla, diay.
Carlo Díaz Sánchez, el fiscal general, lo confirmó este lunes, sin andarse por rodeos. "Sí, señor, llegó una cuarta denuncia, vía electrónica, y está en manos de la Fiscalía de Género junto con las anteriores. No vamos a dejar ni una piedra sobre la otra para aclarar esta vareta", declaró Díaz a la prensa. La causa penal 25-000359-1883-PE es la que se abrió inicialmente, motivada por la primera denuncia, y parece que sigue creciendo como bola de nieve.
Y hablando de bolas de nieve... Las investigaciones revelan que la primera denunciante asegura que los hechos ocurrieron en Corredores, allá por enero del año pasado. La segunda, cartagüeña, acusa de contagio venéreo y otros comportamientos indebidos. La tercera, sanjoseña, apunta a conductas sexuales abusivas y ofensas a la dignidad. ¡Un brete de acusaciones!, y encima, ¡una quinta mujer ha aparecido en Turrialba!
Pero aquí viene lo más mamón, lo que realmente te deja boquiabierto. Resulta que esta quinta mujer, según su relato, fue abordada por Yerlin López Céspedes, la presidenta del Inamu, y otra funcionaria. Le habrían ofrecido un apartamento nuevecito, subsidios del IMAS para pagarle la universidad, ¡todo regalado!, si firmaba una denuncia prefabricada contra Zúñiga. ¡Qué carga!, pero la dama no cayó en el anzuelo y se negó rotundamente a firmar, porque a ella nadie le había hecho nada.
Imagínense la escena: dos mujeres llegando a la casa de una señora en medio de la noche, ofreciéndole dinero y facilidades a cambio de mentir. ¡Parece sacado de una novela de Luis Fernando Alvarado! Esto levanta muchas sospechas sobre la actuación de funcionarios públicos y pone en entredicho la credibilidad de algunas instituciones. El caso se complica aún más con la información que sale a la luz sobre chats entre las denunciantes y Douglas Sánchez, un personaje que parece estar conectando a estas mujeres con Jerarcas del Inamu.
Por supuesto, toda esta maraña de denuncias y acusaciones ha generado gran controversia en el país. Se habla de encubrimientos, de intereses políticos, de manipulación de la justicia. El OIJ, que debería ser garante del orden y la seguridad, hoy mismo se ve envuelto en un escándalo mayúsculo. Sus propios funcionarios cuestionan la dirección que ha tomado la institución y exigen transparencia y rendición de cuentas. Muchos dicen que esto se fue al traste para Zúñiga, y que difícilmente podrá recuperar su imagen y su puesto.
Ahora, con tantas vueltas y revueltas, me pregunto… ¿Cree usted que este escándalo dañará permanentemente la reputación del OIJ o que se trata simplemente de un episodio puntual y aislado? ¡Déjenme saber sus opiniones en el foro! ¿Será que hay mucho más por debajo de la mesa de lo que vemos?
