¡Ay, Dios mío, qué vara! La semana apenas empezó y ya tenemos un escándalo monumental sacudiendo al país. Resulta que el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, está metido en un brete gordo, con denuncias serias que lo tienen temblando. Parece que el poder corrompe, ¿no?
Oficialmente, la Fiscalía no anduvo con rodeos y confirmó que cayeron tres denuncias bomba contra don Randall. Tres, ¡ni pedo! Cada una más salada que la anterior. Tenemos la 25-000359-1883-PE, presentada en Corredores, que apunta a una supuesta violación; la 25-001138-1893-PE desde Cartago, donde lo acusan de violación y contagio venéreo; y finalmente la 25-000926-0994-PE de Goicoechea, con cargos de contagio venéreo, conductas sexuales abusivas e incluso ofensas a la dignidad. ¡Un combo completo!
Lo curioso es que los hechos de la primera denuncia datan de enero del 2025, allá por Corredores. Al parecer, la queja llegó recientemente y la Fiscalía ya le puso el turbo para iniciar el proceso correspondiente. Imagínate la movida, con la gente hablando y especulando... ¡Se armó la pachanga!
Y eso no es todo, porque también aparece una segunda causa en Cartago, con reclamos por violación y contagio venéreo. ¡Ni siquiera tuvo tiempo a limpiarse las manos! Uno se pregunta qué estará pasando realmente detrás de bambalinas, ¿será que alguien busca venganza o esto es algo más profundo?
La tercera denuncia, de Goicoechea, es la que trae más morrocotudo, porque además de los cargos anteriores, incluye conductas sexuales abusivas y ofensas a la dignidad. Ahí ya estamos hablando de cosas muy serias, que podrían tener consecuencias legales importantes para el señor Zúñiga. Este caso pinta para ser un mamotreto judicial.
Ahora bien, el panorama se divide en dos frentes: el judicial, con las tres causas abiertas en la Fiscalía; y el administrativo, con un posible proceso interno en el Poder Judicial. Cada uno con sus propios procedimientos y posibles sanciones. Es como jugar al ajedrez, moviendo piezas para ver quién sale campeón… o quién termina en la cárcel.
Pero ojo, que ahí hay un detalle importante: las denuncias involucran a una persona mayor de edad, lo que significa que la Fiscalía solo intervendrá si la presunta víctima presenta la denuncia y está de acuerdo con ella. Esto complica un poco el asunto, porque depende mucho de la voluntad de la afectada para avanzar en la investigación. Además, las penas por violación son bastante fuertes, así que Zúñiga no puede andar jugando con esto.
Después de este torbellino, ¿crees que el director del OIJ debería renunciar inmediatamente para evitar entorpecer las investigaciones o considera que debe esperar a que se demuestre su culpabilidad? ¡Déjanos tus comentarios y opinemos sobre este tremendo lío!
Oficialmente, la Fiscalía no anduvo con rodeos y confirmó que cayeron tres denuncias bomba contra don Randall. Tres, ¡ni pedo! Cada una más salada que la anterior. Tenemos la 25-000359-1883-PE, presentada en Corredores, que apunta a una supuesta violación; la 25-001138-1893-PE desde Cartago, donde lo acusan de violación y contagio venéreo; y finalmente la 25-000926-0994-PE de Goicoechea, con cargos de contagio venéreo, conductas sexuales abusivas e incluso ofensas a la dignidad. ¡Un combo completo!
Lo curioso es que los hechos de la primera denuncia datan de enero del 2025, allá por Corredores. Al parecer, la queja llegó recientemente y la Fiscalía ya le puso el turbo para iniciar el proceso correspondiente. Imagínate la movida, con la gente hablando y especulando... ¡Se armó la pachanga!
Y eso no es todo, porque también aparece una segunda causa en Cartago, con reclamos por violación y contagio venéreo. ¡Ni siquiera tuvo tiempo a limpiarse las manos! Uno se pregunta qué estará pasando realmente detrás de bambalinas, ¿será que alguien busca venganza o esto es algo más profundo?
La tercera denuncia, de Goicoechea, es la que trae más morrocotudo, porque además de los cargos anteriores, incluye conductas sexuales abusivas y ofensas a la dignidad. Ahí ya estamos hablando de cosas muy serias, que podrían tener consecuencias legales importantes para el señor Zúñiga. Este caso pinta para ser un mamotreto judicial.
Ahora bien, el panorama se divide en dos frentes: el judicial, con las tres causas abiertas en la Fiscalía; y el administrativo, con un posible proceso interno en el Poder Judicial. Cada uno con sus propios procedimientos y posibles sanciones. Es como jugar al ajedrez, moviendo piezas para ver quién sale campeón… o quién termina en la cárcel.
Pero ojo, que ahí hay un detalle importante: las denuncias involucran a una persona mayor de edad, lo que significa que la Fiscalía solo intervendrá si la presunta víctima presenta la denuncia y está de acuerdo con ella. Esto complica un poco el asunto, porque depende mucho de la voluntad de la afectada para avanzar en la investigación. Además, las penas por violación son bastante fuertes, así que Zúñiga no puede andar jugando con esto.
Después de este torbellino, ¿crees que el director del OIJ debería renunciar inmediatamente para evitar entorpecer las investigaciones o considera que debe esperar a que se demuestre su culpabilidad? ¡Déjanos tus comentarios y opinemos sobre este tremendo lío!