¡Ay, Dios mío! La Asamblea Legislativa sigue siendo un circo, díganle a quién quieran. Esta vez, el diputado Lesly Bojorges prendió la mecha con unas declaraciones que dejaron a más de uno con la boca abierta. En medio de una discusión sobre la democracia – sí, ya saben, el rollo de siempre –, Bojorges soltó unos dardos bien dirigidos al Frente Amplio que hicieron temblar las paredes.
El asunto es que los frenteamplistas habían estado advirtiendo sobre posibles riesgos a la institucionalidad del país, poniendo la lupa sobre algunas acciones del gobierno de Chaves. Pero Bojorges no se quedó callado; al contrario, respondió con toda la artillería pesada, tachándolos de exagerados y cuestionando si tienen la autoridad moral para andar dando lecciones. Claramente, esto no era un debate amistoso, ¡esto era batalla campal!
Y ahí empezó lo bueno, porque Bojorges sacó el libro de historia comparada y nos recordó casos de otros países latinoamericanos que han terminado bastante feos bajo gobiernos de izquierda. Remarcó las situaciones en Cuba, Nicaragua y Venezuela, pintando un panorama sombrío de pobreza, migración forzada y desastre institucional. Lo hizo como si dijera: '¡Agarren palomitas, muchachos, que esto no pinta bien!'
Para rematar, metió en la jugada la crisis migratoria venezolana. Dijo que miles de personas han huido de Venezuela buscando una vida mejor, dejando atrás sus casas y familias. Un golpe bajo, dirían algunos, pero Bojorges lo usó para argumentar que el Frente Amplio no está en condiciones de criticar al gobierno de Chaves. ¡Tremendo gallito!
Bojorges aprovechó para defender al Presidente Chaves, diciendo que antes de lanzar acusaciones de autoritarismo, los diputados del Frente Amplio deberían echarle un ojo a sus propios actos y responsabilidades. Como quien dice: 'Antes de ver la mota en el ojo del vecino, quítate la viga del tuyo'. Un consejo de viejos, vamos. Además, recalcó que estamos en Costa Rica, que tenemos nuestras particularidades y que no debemos irnos al traste copiando recetas ajenas.
Esta bronca se suma a la polarización que ya estábamos viviendo en el Congreso. Los ánimos están caldeados, y los cruces de palabras entre el oficialismo, la oposición y los partidos de izquierda se han convertido en pan comido. Se siente que el ambiente está cargado de tensión y que los debates van a seguir siendo explosivos, especialmente con el cierre del período legislativo acercándose a pasos agigantados. Ya se les antoja inventar cosas para llamar la atención, ¿verdad?
Ahora, con este nuevo capítulo en la telenovela política nacional, muchos se preguntan hasta dónde va a llegar esta pelea. Algunos dicen que es pura campaña para las próximas elecciones, otros creen que hay intereses más profundos en juego. Lo cierto es que el pueblo observa, y espera que nuestros representantes dejen de pelear por poder y empiecen a trabajar por el bienestar de todos nosotros. ¡Que paren con tanta vara y piensen en el país, diay!
Con todo esto, me pregunto: ¿Cree usted que la polarización política en Costa Rica ha llegado a tal punto que es imposible encontrar puntos en común para construir un futuro mejor para nuestro país, o todavía hay esperanza de diálogo y entendimiento entre las diferentes fuerzas políticas? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leer lo que piensan mis compas!
El asunto es que los frenteamplistas habían estado advirtiendo sobre posibles riesgos a la institucionalidad del país, poniendo la lupa sobre algunas acciones del gobierno de Chaves. Pero Bojorges no se quedó callado; al contrario, respondió con toda la artillería pesada, tachándolos de exagerados y cuestionando si tienen la autoridad moral para andar dando lecciones. Claramente, esto no era un debate amistoso, ¡esto era batalla campal!
Y ahí empezó lo bueno, porque Bojorges sacó el libro de historia comparada y nos recordó casos de otros países latinoamericanos que han terminado bastante feos bajo gobiernos de izquierda. Remarcó las situaciones en Cuba, Nicaragua y Venezuela, pintando un panorama sombrío de pobreza, migración forzada y desastre institucional. Lo hizo como si dijera: '¡Agarren palomitas, muchachos, que esto no pinta bien!'
Para rematar, metió en la jugada la crisis migratoria venezolana. Dijo que miles de personas han huido de Venezuela buscando una vida mejor, dejando atrás sus casas y familias. Un golpe bajo, dirían algunos, pero Bojorges lo usó para argumentar que el Frente Amplio no está en condiciones de criticar al gobierno de Chaves. ¡Tremendo gallito!
Bojorges aprovechó para defender al Presidente Chaves, diciendo que antes de lanzar acusaciones de autoritarismo, los diputados del Frente Amplio deberían echarle un ojo a sus propios actos y responsabilidades. Como quien dice: 'Antes de ver la mota en el ojo del vecino, quítate la viga del tuyo'. Un consejo de viejos, vamos. Además, recalcó que estamos en Costa Rica, que tenemos nuestras particularidades y que no debemos irnos al traste copiando recetas ajenas.
Esta bronca se suma a la polarización que ya estábamos viviendo en el Congreso. Los ánimos están caldeados, y los cruces de palabras entre el oficialismo, la oposición y los partidos de izquierda se han convertido en pan comido. Se siente que el ambiente está cargado de tensión y que los debates van a seguir siendo explosivos, especialmente con el cierre del período legislativo acercándose a pasos agigantados. Ya se les antoja inventar cosas para llamar la atención, ¿verdad?
Ahora, con este nuevo capítulo en la telenovela política nacional, muchos se preguntan hasta dónde va a llegar esta pelea. Algunos dicen que es pura campaña para las próximas elecciones, otros creen que hay intereses más profundos en juego. Lo cierto es que el pueblo observa, y espera que nuestros representantes dejen de pelear por poder y empiecen a trabajar por el bienestar de todos nosotros. ¡Que paren con tanta vara y piensen en el país, diay!
Con todo esto, me pregunto: ¿Cree usted que la polarización política en Costa Rica ha llegado a tal punto que es imposible encontrar puntos en común para construir un futuro mejor para nuestro país, o todavía hay esperanza de diálogo y entendimiento entre las diferentes fuerzas políticas? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leer lo que piensan mis compas!
