¡Ay, Dios mío! Esto sí que cayó duro, mi gente. Resulta que uno de nuestros propios policías, Corella Amador, alias “Rojo”, salió en aprietos gordísimos. No vaya a ser que andaba metido hasta el cuello en un brete bien turbio de narcotráfico internacional. Imagínate, ¡parece sacado de una novela!
Según nos cuentan, este caso salió a relucir gracias a una solicitud de extradición que llegó directamente desde el Tribunal del Distrito Sur de California. Se dice que “Rojo” estaría implicado en una banda dedicada a mandar droga afuera, ¡qué pena nacional! Y ni hablar de los otros tres que cayeron con él: Cordero Obregón (“Candado”, “Pallín” o “El Gordo”), Castro Muñoz (“Lalo” o “Precioso”) y Ramírez Arguedas (“Kimba”). Un cartelazo, vamos.
La operación, que fue tremenda, combinó fuerzas de varios lados: el Ministerio Público, la DEA, el OIJ, la Policía de Control de Drogas (PCD) y, claro, la Fuerza Pública. Parece que estamos viendo una colaboración histórica entre Costa Rica y Estados Unidos en esto de combatir el narcotráfico. Uno se pregunta si esto significa que le están apretando el tornillo bien duro a estos delincuentes, o si esto es solo la punta del iceberg...
El Ministerio Público va soltando datos bombazos: estos tipos estarían asentados en la zona sur, precisamente en Golfito y Coto Brus. Desde ahí, coordinaban el envío de cocaína pura, ¡directamente desde Colombia! Imagínatelo, teniendo nuestro territorio como puente pa' meterle bala a gringolandia. Qué salado… Parece que tenemos que revisar más a fondo quién anda haciendo qué por acá.
Y eso no es todo, chunches. Las autoridades estadounidenses dicen que este grupúsculo es responsable de más de tres toneladas de cocaína decomisadas y utilizaban pistas clandestinas en el Pacífico Central, ¡con barcos y aviones! ¿Cómo es posible que hayan podido operar así tanto tiempo sin que nadie se diera cuenta? Este caso huele a podrido en muchos niveles, digo yo.
El director del OIJ, Randall Zúñiga, explica que estuvieron activos entre 2017 y 2020, transportando la droga con barcos, aviones y furgones de carga. ¡Imagínate el movimiento! Dice que se trataba de una organización con base en Golfito, encargada de mover la cocaína por diferentes medios. Claramente estos maes no se andaban con rodeos; buscaban la manera más rápida y fácil de hacer su negocio sucio.
Pero el fiscal general, Carlo Díaz, no se anda con jueguetes. Advierte que la persecución contra estas redes criminales no va a parar. Dice que van a seguir trabajando duro con el Ministerio Público, la DEA y otras autoridades para demostrar los delitos que se les imputan a estos vándalos. Esperemos que esta vez sí le den pa’ atrás y los pongan a limpiar banquitos por mucho tiempo, ¡eso sería chivísimo!
Ahora, la pregunta que me quema es: ¿Será que este operativo representa un cambio real en la estrategia contra el narcotráfico en Costa Rica, o simplemente es un ajuste cosmético ante la presión internacional? ¿Creen que hemos sido demasiado permisivos con estas actividades ilegales durante años, y ahora toca ponerleleja de verdad? ¡Démannos su opinión en el foro, mi gente!
Según nos cuentan, este caso salió a relucir gracias a una solicitud de extradición que llegó directamente desde el Tribunal del Distrito Sur de California. Se dice que “Rojo” estaría implicado en una banda dedicada a mandar droga afuera, ¡qué pena nacional! Y ni hablar de los otros tres que cayeron con él: Cordero Obregón (“Candado”, “Pallín” o “El Gordo”), Castro Muñoz (“Lalo” o “Precioso”) y Ramírez Arguedas (“Kimba”). Un cartelazo, vamos.
La operación, que fue tremenda, combinó fuerzas de varios lados: el Ministerio Público, la DEA, el OIJ, la Policía de Control de Drogas (PCD) y, claro, la Fuerza Pública. Parece que estamos viendo una colaboración histórica entre Costa Rica y Estados Unidos en esto de combatir el narcotráfico. Uno se pregunta si esto significa que le están apretando el tornillo bien duro a estos delincuentes, o si esto es solo la punta del iceberg...
El Ministerio Público va soltando datos bombazos: estos tipos estarían asentados en la zona sur, precisamente en Golfito y Coto Brus. Desde ahí, coordinaban el envío de cocaína pura, ¡directamente desde Colombia! Imagínatelo, teniendo nuestro territorio como puente pa' meterle bala a gringolandia. Qué salado… Parece que tenemos que revisar más a fondo quién anda haciendo qué por acá.
Y eso no es todo, chunches. Las autoridades estadounidenses dicen que este grupúsculo es responsable de más de tres toneladas de cocaína decomisadas y utilizaban pistas clandestinas en el Pacífico Central, ¡con barcos y aviones! ¿Cómo es posible que hayan podido operar así tanto tiempo sin que nadie se diera cuenta? Este caso huele a podrido en muchos niveles, digo yo.
El director del OIJ, Randall Zúñiga, explica que estuvieron activos entre 2017 y 2020, transportando la droga con barcos, aviones y furgones de carga. ¡Imagínate el movimiento! Dice que se trataba de una organización con base en Golfito, encargada de mover la cocaína por diferentes medios. Claramente estos maes no se andaban con rodeos; buscaban la manera más rápida y fácil de hacer su negocio sucio.
Pero el fiscal general, Carlo Díaz, no se anda con jueguetes. Advierte que la persecución contra estas redes criminales no va a parar. Dice que van a seguir trabajando duro con el Ministerio Público, la DEA y otras autoridades para demostrar los delitos que se les imputan a estos vándalos. Esperemos que esta vez sí le den pa’ atrás y los pongan a limpiar banquitos por mucho tiempo, ¡eso sería chivísimo!
Ahora, la pregunta que me quema es: ¿Será que este operativo representa un cambio real en la estrategia contra el narcotráfico en Costa Rica, o simplemente es un ajuste cosmético ante la presión internacional? ¿Creen que hemos sido demasiado permisivos con estas actividades ilegales durante años, y ahora toca ponerleleja de verdad? ¡Démannos su opinión en el foro, mi gente!