¡Ay, Dios mío! La cosa está que arde en el Congreso. Este lunes, el Plenario va a tener que resolver qué hacer con Don Rodrigo, el presidente Chaves, y vaya que está encendido el ambiente. La Fiscalía lo tiene entre la espada y la pared con esa acusación de concusión por el caso BCIE-Cariñitos, y ahora toca ver si los diputados le dan vía libre o le quitan la inmunidad. ¡Se rifa la presidencia, pura vida!
Para ponerlos al día, la cosa es así: el presidente enfrenta una acusación seria, y para poder ir a juicio, tienen que quitarle esa protección que le da su cargo. Pero ojo, porque no es tan sencillo. Se necesita una mayoría calificada de 38 votos de los 57 diputados, y eso no es arroz con leche, compaes. Hay fracciones que todavía están mordiéndose la lengua, tratando de ver cómo les pega esto a sus intereses, y la cosa puede cambiar de un momento a otro.
La sesión arrancará puntualmente a las dos de la tarde, y van a tratar de mantener el orden para que no se convierta en un circo. Ya definieron el orden de participación, con tiempo limitado para cada diputado, para que no se eternicen. Primero van a escuchar a los miembros de la comisión especial que analizó el caso, cada quien con 10 minutos para defender su postura. Luego, cada fracción tendrá su turno para debatir, aunque algunos tendrán más tiempo que otros, dependiendo de su tamaño y apetito político. ¡Una maraña, te digo!
Y ni hablar de lo que hizo el presidente Chaves... En vez de ir al Congreso a dar la cara, salió a echarle la bronca a los diputados, llamándolos “filibusteros”. Pura actitud, vamos. Parece que prefiere mandar mensajes desde Twitter a enfrentar las cosas directamente. ¡Qué maquina! Algunos dicen que busca ganarse los aplausos de sus seguidores, pero otros creen que simplemente está buscando excusas para evadir responsabilidades.
Ahora, los números están bastante claritos, pero todavía hay margen para sorpresas. Hasta el fin de semana, PLN ya tenía confirmados 14 votos a favor. El Frente Amplio, fiel a su estilo, sumó sus seis diputados. PLP también está metido con Feinzaig y Campos. Además, varios diputados independientes, como Johana Obando y compañía, prometieron votar sí. Eso suma alrededor de 34 votos casi seguros, pero todavía faltan cuatro para llegar a la meta. ¡Cuatro votos pueden cambiarlo todo!
Pero la cosa no es tan simple, porque Nueva República parece que anda con otra onda, listos para votar en bloque en contra, apoyando al presidente. Y luego están otros ocho diputados cercanos a Chaves que también podrían darle la espalda a la oposición. ¡Un verdadero brete! Al final, todo depende de si alguien cambia de opinión de última hora. Con tanta política, uno se desespera, ¿verdad?
Hay que decir que esta sesión tiene tintes históricos, porque no es todos los días que se decide si un presidente pierde su inmunidad. Las implicaciones son enormes, tanto para Chaves como para el país entero. Si le quitan la inmunidad, tendría que enfrentar un juicio y podría incluso perder su cargo. Si no, seguirá gozando de protección mientras la investigación avanza, lo que alimenta las sospechas de que está intentando zafarse de las consecuencias. Es una verdadera carga para el sistema judicial y para la confianza de los ciudadanos.
Finalmente, la incertidumbre reina. ¿Serán suficientes los votos para levantarle la mano al presidente Chaves? ¿Cambiará algún diputado de parecer en el último minuto? ¿Veremos una sesión larga y agotadora, llena de debates acalorados y maniobras políticas? Con tantas variables en juego, la única forma de saberlo es esperar a que empiece el plenario. Y ustedes, ¿creen que los diputados harán lo correcto o cederán a presiones políticas y protegerán al presidente?
Para ponerlos al día, la cosa es así: el presidente enfrenta una acusación seria, y para poder ir a juicio, tienen que quitarle esa protección que le da su cargo. Pero ojo, porque no es tan sencillo. Se necesita una mayoría calificada de 38 votos de los 57 diputados, y eso no es arroz con leche, compaes. Hay fracciones que todavía están mordiéndose la lengua, tratando de ver cómo les pega esto a sus intereses, y la cosa puede cambiar de un momento a otro.
La sesión arrancará puntualmente a las dos de la tarde, y van a tratar de mantener el orden para que no se convierta en un circo. Ya definieron el orden de participación, con tiempo limitado para cada diputado, para que no se eternicen. Primero van a escuchar a los miembros de la comisión especial que analizó el caso, cada quien con 10 minutos para defender su postura. Luego, cada fracción tendrá su turno para debatir, aunque algunos tendrán más tiempo que otros, dependiendo de su tamaño y apetito político. ¡Una maraña, te digo!
Y ni hablar de lo que hizo el presidente Chaves... En vez de ir al Congreso a dar la cara, salió a echarle la bronca a los diputados, llamándolos “filibusteros”. Pura actitud, vamos. Parece que prefiere mandar mensajes desde Twitter a enfrentar las cosas directamente. ¡Qué maquina! Algunos dicen que busca ganarse los aplausos de sus seguidores, pero otros creen que simplemente está buscando excusas para evadir responsabilidades.
Ahora, los números están bastante claritos, pero todavía hay margen para sorpresas. Hasta el fin de semana, PLN ya tenía confirmados 14 votos a favor. El Frente Amplio, fiel a su estilo, sumó sus seis diputados. PLP también está metido con Feinzaig y Campos. Además, varios diputados independientes, como Johana Obando y compañía, prometieron votar sí. Eso suma alrededor de 34 votos casi seguros, pero todavía faltan cuatro para llegar a la meta. ¡Cuatro votos pueden cambiarlo todo!
Pero la cosa no es tan simple, porque Nueva República parece que anda con otra onda, listos para votar en bloque en contra, apoyando al presidente. Y luego están otros ocho diputados cercanos a Chaves que también podrían darle la espalda a la oposición. ¡Un verdadero brete! Al final, todo depende de si alguien cambia de opinión de última hora. Con tanta política, uno se desespera, ¿verdad?
Hay que decir que esta sesión tiene tintes históricos, porque no es todos los días que se decide si un presidente pierde su inmunidad. Las implicaciones son enormes, tanto para Chaves como para el país entero. Si le quitan la inmunidad, tendría que enfrentar un juicio y podría incluso perder su cargo. Si no, seguirá gozando de protección mientras la investigación avanza, lo que alimenta las sospechas de que está intentando zafarse de las consecuencias. Es una verdadera carga para el sistema judicial y para la confianza de los ciudadanos.
Finalmente, la incertidumbre reina. ¿Serán suficientes los votos para levantarle la mano al presidente Chaves? ¿Cambiará algún diputado de parecer en el último minuto? ¿Veremos una sesión larga y agotadora, llena de debates acalorados y maniobras políticas? Con tantas variables en juego, la única forma de saberlo es esperar a que empiece el plenario. Y ustedes, ¿creen que los diputados harán lo correcto o cederán a presiones políticas y protegerán al presidente?
