¡Ay, Dios mío! El caso de Randall Zúñiga sigue dando qué hablar. Después del operativo sorpresa en su casa y en las oficinas del OIJ, el jefe judicial decidió romper el silencio, y vaya que lo hizo. En medio del relajo que ha generado esta movida, salió a decir que su casa 'siempre está abierta'. ¿Será estrategia política o sinceridad pura?
Como ya saben, la Fiscalía Adjunta de Género mandó a allanar el lugar de Randall el viernes pasado, y eso levantó polvareda desde temprano. Según fuentes cercanas, estaban buscando documentos y pruebas relacionados con las acusaciones de delitos sexuales que pesa sobre él. ¡Un brete!, la verdad. Imagínense la escena, esos oficiales entrando a buscarle así, directo a su morada. Nada de envidia, diay.
Zúñiga, tranquilo como si nada estuviera pasando, aseguró que cooperó en todo momento con las autoridades. Dijo que le dieron vía libre para registrar la casa completa. 'Cuando llegaron, con mucho gusto ingresaron, hicieron la revisión de toda la casa', comentó, tratando de restarle importancia al asunto. Uno se pregunta, ¿qué tanto sabe el mae?, porque para eso hay que estar bien relajado, eh.
Pero la cosa no termina ahí, porque el director judicial también lanzó una bomba: prometió entregar pruebas y documentación a la Fiscalía para demostrar su inocencia. 'El que nada debe, nada teme', sentenció. Claro, fácil decirlo cuando tienes abogados caros y contactos en todos lados. Aunque dice que no tiene nada que ver, yo diría que esto va a ser un circo mediático largo y costoso.
Y como si fuera poco, Zúñiga insiste en que todo esto es un 'montaje político' orquestado por gente del Poder Ejecutivo. Dice que buscan vengarse por las investigaciones que el OIJ ha estado llevando a cabo sobre presunta corrupción. ¡Qué carga!, el mae anda echándole tierra a todo lado. Serán reales sus acusaciones, o simplemente trata de salir del paso...
Por supuesto, la Fiscalía no se queda callada. A pesar de las declaraciones de Zúñiga, siguen investigando a fondo y analizando los elementos encontrados durante los allanamientos. Dicen que todavía tienen varios hilos que tirar, y que no van a dejar pasar ni un solo detalle. Mientras tanto, Zúñiga sigue suspendido temporalmente de su cargo, esperando a ver qué les echa la mano.
La suspensión de Randall, bueno, sacudió la institución. Se siente un ambiente tenso, incertidumbre total. Algunos dicen que debería renunciar para evitar más daño al OIJ, otros aseguran que merece ser juzgado justamente y que no debería ser prejuzgado por la opinión pública. Pero, díganme, ¿cómo creen que afectará esta situación a la credibilidad del OIJ? Este caso, a mi parecer, le quita brillo al trabajo tan arduo que realizan todos los agentes día con día. De verdad, ¡qué pena!
Ahora, dime tú, ¿crees que la explicación de Randall es sincera o estás pensando que realmente sí hubo algo turbio detrás de todo esto? ¿Y cómo debería manejar el OIJ esta crisis para recuperar la confianza de la ciudadanía? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!
Como ya saben, la Fiscalía Adjunta de Género mandó a allanar el lugar de Randall el viernes pasado, y eso levantó polvareda desde temprano. Según fuentes cercanas, estaban buscando documentos y pruebas relacionados con las acusaciones de delitos sexuales que pesa sobre él. ¡Un brete!, la verdad. Imagínense la escena, esos oficiales entrando a buscarle así, directo a su morada. Nada de envidia, diay.
Zúñiga, tranquilo como si nada estuviera pasando, aseguró que cooperó en todo momento con las autoridades. Dijo que le dieron vía libre para registrar la casa completa. 'Cuando llegaron, con mucho gusto ingresaron, hicieron la revisión de toda la casa', comentó, tratando de restarle importancia al asunto. Uno se pregunta, ¿qué tanto sabe el mae?, porque para eso hay que estar bien relajado, eh.
Pero la cosa no termina ahí, porque el director judicial también lanzó una bomba: prometió entregar pruebas y documentación a la Fiscalía para demostrar su inocencia. 'El que nada debe, nada teme', sentenció. Claro, fácil decirlo cuando tienes abogados caros y contactos en todos lados. Aunque dice que no tiene nada que ver, yo diría que esto va a ser un circo mediático largo y costoso.
Y como si fuera poco, Zúñiga insiste en que todo esto es un 'montaje político' orquestado por gente del Poder Ejecutivo. Dice que buscan vengarse por las investigaciones que el OIJ ha estado llevando a cabo sobre presunta corrupción. ¡Qué carga!, el mae anda echándole tierra a todo lado. Serán reales sus acusaciones, o simplemente trata de salir del paso...
Por supuesto, la Fiscalía no se queda callada. A pesar de las declaraciones de Zúñiga, siguen investigando a fondo y analizando los elementos encontrados durante los allanamientos. Dicen que todavía tienen varios hilos que tirar, y que no van a dejar pasar ni un solo detalle. Mientras tanto, Zúñiga sigue suspendido temporalmente de su cargo, esperando a ver qué les echa la mano.
La suspensión de Randall, bueno, sacudió la institución. Se siente un ambiente tenso, incertidumbre total. Algunos dicen que debería renunciar para evitar más daño al OIJ, otros aseguran que merece ser juzgado justamente y que no debería ser prejuzgado por la opinión pública. Pero, díganme, ¿cómo creen que afectará esta situación a la credibilidad del OIJ? Este caso, a mi parecer, le quita brillo al trabajo tan arduo que realizan todos los agentes día con día. De verdad, ¡qué pena!
Ahora, dime tú, ¿crees que la explicación de Randall es sincera o estás pensando que realmente sí hubo algo turbio detrás de todo esto? ¿Y cómo debería manejar el OIJ esta crisis para recuperar la confianza de la ciudadanía? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!
