¡Ay, Dios mío, qué atracao estamos! El Ministerio de Salud prendió las alarmas a todo color porque la cosa está muy fea con los virus respiratorios, máxime cuando apenas estamos entrando en diciembre y los ‘aires navideños’ empiezan a dar lata. Pero ojo, esto no es un simple resfriado; hasta ahora, han confirmado treinta angelitos perdidos por estas causas. ¡Qué sal!
Según nos cuentan, estos virus no le andan jugando, pues han atacado duro a la infancia tica. Tenemos casos desde bebés de diecisiete días hasta chamacos de ocho años, y aunque algunos iban con algunas cositas de antes, los virus los agarraron con todo. Imagínate, doce meses y ya van treinta… ¡Una verdadera tragedia!
Y pa’ que se hagan una idea, no es uno solo el virus que anda dando guerra. Estamos hablando de trece diferentes, ¡una barbaridad! Desde el rinovirus, que te da el resfrío común, hasta el temido virus respiratorio sincitial (VRS), pasando por el COVID-19, que todavía anda rondando como alma que lleva camisa. Tres de esos chiquillos se fueron por culpa del VRS, sufriendo bronquiolitis y neumonía... ¡qué horror!
Ahora, aquí viene lo que me da más chirria: dicen que estos aires navideños, esos vientos fuertes que traen frío al Valle Central, están ayudando a que los virus se propaguen más rápido. Claro, así es nuestra suerte, ¡hasta el clima nos quiere hacer daño! Uno pensaría que podrían hacer algo para mitigar eso, pero ahí vamos.
Pero no todo está perdido, diay. Las autoridades, aunque tardaron un poquito en reaccionar, están pidiendo a todos que extrememos las precauciones. La norma principal es clara: si tu hijo o hija tiene cualquier síntoma, ni hablar de mandarlo a clases o a la guardería, aunque parezca un simple catarro. ¡Mejor prevenir que lamentar, maé!
Además, nos recuerdan que hay que ponerle empeño a las vacunas – la de la influenza, la del COVID-19 y todas esas que le ponen a los chiquitos desde bebé – y lavarnos las manos con agua y jabón seguido. Y claro, evitar juntarse mucho, sobre todo si hay niños chiquitos por ahí, porque ellos son los que corren más riesgo de complicarse.
Con las fiestas de fin de año a la vuelta de la esquina, donde todos queremos celebrar y estar juntos, nos piden que tengamos cuidado y evitemos aglomeraciones, especialmente con los más pequeños. Porque créeme, nadie quiere empezar el año con una noticia así, ¿verdad? Es mejor quedarse en casa viendo películas con los tuyos que arriesgarse a meter a un nene en problemas.
En fin, la cosa está seria, y necesitamos que todos pongamos nuestro granito de arena para proteger a nuestros niños. Con toda esta información, me pregunto: ¿Crees que el gobierno debería tomar medidas más drásticas, como restringir eventos públicos temporalmente, para frenar esta ola de virus respiratorios, o consideras que las campañas de concientización actuales son suficientes?
Según nos cuentan, estos virus no le andan jugando, pues han atacado duro a la infancia tica. Tenemos casos desde bebés de diecisiete días hasta chamacos de ocho años, y aunque algunos iban con algunas cositas de antes, los virus los agarraron con todo. Imagínate, doce meses y ya van treinta… ¡Una verdadera tragedia!
Y pa’ que se hagan una idea, no es uno solo el virus que anda dando guerra. Estamos hablando de trece diferentes, ¡una barbaridad! Desde el rinovirus, que te da el resfrío común, hasta el temido virus respiratorio sincitial (VRS), pasando por el COVID-19, que todavía anda rondando como alma que lleva camisa. Tres de esos chiquillos se fueron por culpa del VRS, sufriendo bronquiolitis y neumonía... ¡qué horror!
Ahora, aquí viene lo que me da más chirria: dicen que estos aires navideños, esos vientos fuertes que traen frío al Valle Central, están ayudando a que los virus se propaguen más rápido. Claro, así es nuestra suerte, ¡hasta el clima nos quiere hacer daño! Uno pensaría que podrían hacer algo para mitigar eso, pero ahí vamos.
Pero no todo está perdido, diay. Las autoridades, aunque tardaron un poquito en reaccionar, están pidiendo a todos que extrememos las precauciones. La norma principal es clara: si tu hijo o hija tiene cualquier síntoma, ni hablar de mandarlo a clases o a la guardería, aunque parezca un simple catarro. ¡Mejor prevenir que lamentar, maé!
Además, nos recuerdan que hay que ponerle empeño a las vacunas – la de la influenza, la del COVID-19 y todas esas que le ponen a los chiquitos desde bebé – y lavarnos las manos con agua y jabón seguido. Y claro, evitar juntarse mucho, sobre todo si hay niños chiquitos por ahí, porque ellos son los que corren más riesgo de complicarse.
Con las fiestas de fin de año a la vuelta de la esquina, donde todos queremos celebrar y estar juntos, nos piden que tengamos cuidado y evitemos aglomeraciones, especialmente con los más pequeños. Porque créeme, nadie quiere empezar el año con una noticia así, ¿verdad? Es mejor quedarse en casa viendo películas con los tuyos que arriesgarse a meter a un nene en problemas.
En fin, la cosa está seria, y necesitamos que todos pongamos nuestro granito de arena para proteger a nuestros niños. Con toda esta información, me pregunto: ¿Crees que el gobierno debería tomar medidas más drásticas, como restringir eventos públicos temporalmente, para frenar esta ola de virus respiratorios, o consideras que las campañas de concientización actuales son suficientes?
