¡Ay, Dios mío, qué sal! El Deportivo Saprissa amaneció con una vara bien pesada: Óscar Duarte, nuestro zaguero de confianza, se rompió el ligamento cruzado anterior y los meniscos. Una bronca tremenda para el jugador, para la afición morada, y para todos los que esperábamos verlo dando pelea en este campeonato. Este mae ha sido una roca en la defensa, diay, ahora esto...
Para los que no estén enterados, Duarte llegó al Saprissa hace unos años y rápidamente se convirtió en un ídolo. Su entrega en la cancha, su liderazgo, y hasta sus rifatones en redes sociales lo hicieron querido por la gente. Jugó antes en Europa, por Levante y Brujas, se ganó el respeto allá afuera, demostrando que el fútbol tico tiene calidad. Pero siempre regresó a casa, a defender estos colores.
La noticia cayó como una bomba ayer en la tarde, cuando el mismo Duarte publicó un mensaje en su Instagram. Un mensaje sincero, donde reconoce el golpe duro pero también expresa su fe y determinación. “Hoy me enfrento a uno de los mayores desafíos de mi carrera,” escribió. Uno entiende el despecho, mae; la rodilla te juega una mala pasada y ahí estás, tirado con la incertidumbre de cuánto tardarás en volver a pisar la cancha. ¡Qué torta!
Según el departamento médico del Saprissa, Duarte tendrá que pasar por cirugía en los próximos días. El pronóstico no es alentador, dicen que será un proceso largo y complicado. Hablando claro, se le fue el brete por un rato, porque estar tanto tiempo alejado de las canchas es duro pa’ cualquier deportista, máxime cuando él siempre ha sido tan constante.
Esto sí que nos pone en aprietos, changui. Con la llegada de los playoffs y el posible reclamo de la Liga Concacaf, tener a Duarte fuera es un golpe significativo. La defensa ya andaba medio floja antes, ahora imagínate sin uno de sus pilares. Tendrán que ponerle toda la carga al resto del equipo y buscar soluciones rápidas si quieren seguir avanzando.
Pero no todo está perdido, vamos a darle fe. Duarte es un guerrero, y sabemos que va a salir adelante. Ya hemos visto muchos jugadores superar lesiones graves y volver aún más fuertes. Con el apoyo de sus compañeros, su familia, y toda la afición, seguro que recuperará pronto su mejor forma. Además, el cuerpo técnico tiene que trabajar duro, buscar alternativas y preparar a los jóvenes talentos que puedan cubrir esa vacante.
Algunos analistas deportivos ya están hablando de posibles fichajes de emergencia para reforzar la defensa, pero eso sería solo parchar el problema a corto plazo. Lo importante ahora es apoyar a Duarte en su recuperación, darle ánimo, y esperar que regrese pronto a la cancha. Este mae se lo merece, después de todo lo que ha dado por el club. Además, con la competencia que hay en este campeonato, tener bajas así puede significar irse al traste.
Ahora bien, cambiando de tema, ¿creen ustedes que la dirigencia del Saprissa debería invertir en un programa más sólido de prevención de lesiones, considerando la cantidad de percances que han sufrido últimamente? ¿O simplemente es parte del juego, y tenemos que asumir que estas cosas pasan? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!
Para los que no estén enterados, Duarte llegó al Saprissa hace unos años y rápidamente se convirtió en un ídolo. Su entrega en la cancha, su liderazgo, y hasta sus rifatones en redes sociales lo hicieron querido por la gente. Jugó antes en Europa, por Levante y Brujas, se ganó el respeto allá afuera, demostrando que el fútbol tico tiene calidad. Pero siempre regresó a casa, a defender estos colores.
La noticia cayó como una bomba ayer en la tarde, cuando el mismo Duarte publicó un mensaje en su Instagram. Un mensaje sincero, donde reconoce el golpe duro pero también expresa su fe y determinación. “Hoy me enfrento a uno de los mayores desafíos de mi carrera,” escribió. Uno entiende el despecho, mae; la rodilla te juega una mala pasada y ahí estás, tirado con la incertidumbre de cuánto tardarás en volver a pisar la cancha. ¡Qué torta!
Según el departamento médico del Saprissa, Duarte tendrá que pasar por cirugía en los próximos días. El pronóstico no es alentador, dicen que será un proceso largo y complicado. Hablando claro, se le fue el brete por un rato, porque estar tanto tiempo alejado de las canchas es duro pa’ cualquier deportista, máxime cuando él siempre ha sido tan constante.
Esto sí que nos pone en aprietos, changui. Con la llegada de los playoffs y el posible reclamo de la Liga Concacaf, tener a Duarte fuera es un golpe significativo. La defensa ya andaba medio floja antes, ahora imagínate sin uno de sus pilares. Tendrán que ponerle toda la carga al resto del equipo y buscar soluciones rápidas si quieren seguir avanzando.
Pero no todo está perdido, vamos a darle fe. Duarte es un guerrero, y sabemos que va a salir adelante. Ya hemos visto muchos jugadores superar lesiones graves y volver aún más fuertes. Con el apoyo de sus compañeros, su familia, y toda la afición, seguro que recuperará pronto su mejor forma. Además, el cuerpo técnico tiene que trabajar duro, buscar alternativas y preparar a los jóvenes talentos que puedan cubrir esa vacante.
Algunos analistas deportivos ya están hablando de posibles fichajes de emergencia para reforzar la defensa, pero eso sería solo parchar el problema a corto plazo. Lo importante ahora es apoyar a Duarte en su recuperación, darle ánimo, y esperar que regrese pronto a la cancha. Este mae se lo merece, después de todo lo que ha dado por el club. Además, con la competencia que hay en este campeonato, tener bajas así puede significar irse al traste.
Ahora bien, cambiando de tema, ¿creen ustedes que la dirigencia del Saprissa debería invertir en un programa más sólido de prevención de lesiones, considerando la cantidad de percances que han sufrido últimamente? ¿O simplemente es parte del juego, y tenemos que asumir que estas cosas pasan? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!