¡Ay, Dios mío, qué torta! Resulta que Manuel Morales, el diputado de Progreso Social Democrático (PPSD), decidió ir en contra de la corriente y le metió freno a una propuesta para proteger a Luis Fernando Monge Salas, el exgerente del INS que destapó unas cositas turbias en la institución. Esto pasó en la Comisión de Control y Gasto Público, donde hasta los diputados del PLN se pusieron de acuerdo para darle respaldo a Monge, pero Morales ahí nomás, solito, echando balones fuera.
Para ponerlos al día, Monge Salas soltó la sopa en un foro legislativo sobre cómo Federico Cruz, alias “Choreco”, amigo íntimo y exasesor de Rodrigo Chaves, andaba presionando pa’ colocarle unos diez millones de dólares a un puesto de bolsa de la INS. Imagínate, ¡diez millones! Y lo peor es que esos fondos, según parece, venían de fuentes más que cuestionables. El oficial de cumplimiento del INS descubrió que los agentes de seguros involucrados tenían contactos con alguien que ya todos conocemos por acá… ¡Celso Gamboa!
Y ni se diga lo que pasó después. Monge también contó que la presidenta ejecutiva de la INS, Gabriela Chacón Fernández, lo citó para que recibiera a dos tipos misteriosos relacionados con reaseguradoras. Uno de ellos era Diego Sánchez Silva, el famoso “Zar de los Reaseguros” de Ecuador, que resulta tener un papel importantísimo en el juicio en Estados Unidos contra nuestro querido excontralor, Carlos Pólit. ¡Menuda vaina!
Como si fuera poco, Sánchez Silva confesó haberle pagado sobornos millonarios a Pólit y a otros funcionarios para asegurarse contratos con Seguros Sucre, la empresa estatal. Todo un escándalo internacional que ahora viene a sacudirnos aquí en Costa Rica. La maraña de influencias y negocios turbios es más grande de lo que pensábamos, diay.
Pero, ¿qué argumentó Morales para votar en contra de la protección a Monge? Pues dijo que estaba de acuerdo en enviar el acta al Ministerio Público, pero que la protección personal para Monge era una decisión más bien privada. ¡Un argumento flojito, mae! Parece que se agarró del clavo pensando que así se salía con la suya. La comisión, obviamente, no le hizo caso y aprobó la moción para pedirle al Ministerio Público que protegiera a Monge y a su familia. Claramente, este vare se puso más picante de lo esperado.
Muchos se preguntan por qué Morales actuó así. Algunos dicen que podría estar buscando congraciarse con ciertos sectores poderosos, otros aseguran que simplemente no quiere meterse en líos. Lo cierto es que su voto ha generado mucha polémica y ha levantado sospechas sobre sus intenciones. La verdad es que, con todo este caso, uno ya no sabe en quién confiar. Es un brete tratar de entender cómo funcionan algunas cosas por estos lados.
Ahora, el foco está puesto en el Ministerio Público, que deberá investigar a fondo estas acusaciones y determinar si hay motivos para procesar a los implicados. El caso del INS se ha convertido en un dolor de cabeza nacional y promete dar mucho de qué hablar en las próximas semanas. Veremos cómo se desarrolla esta novela llena de giros inesperados y personajes turbios, porque claro, esto apenas comienza.
Con todo lo que hemos visto, ¿creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para limpiar la administración pública y combatir la corrupción? ¿O será que este caso del INS revela una problemática mucho más profunda que requiere soluciones urgentes y contundentes?
Para ponerlos al día, Monge Salas soltó la sopa en un foro legislativo sobre cómo Federico Cruz, alias “Choreco”, amigo íntimo y exasesor de Rodrigo Chaves, andaba presionando pa’ colocarle unos diez millones de dólares a un puesto de bolsa de la INS. Imagínate, ¡diez millones! Y lo peor es que esos fondos, según parece, venían de fuentes más que cuestionables. El oficial de cumplimiento del INS descubrió que los agentes de seguros involucrados tenían contactos con alguien que ya todos conocemos por acá… ¡Celso Gamboa!
Y ni se diga lo que pasó después. Monge también contó que la presidenta ejecutiva de la INS, Gabriela Chacón Fernández, lo citó para que recibiera a dos tipos misteriosos relacionados con reaseguradoras. Uno de ellos era Diego Sánchez Silva, el famoso “Zar de los Reaseguros” de Ecuador, que resulta tener un papel importantísimo en el juicio en Estados Unidos contra nuestro querido excontralor, Carlos Pólit. ¡Menuda vaina!
Como si fuera poco, Sánchez Silva confesó haberle pagado sobornos millonarios a Pólit y a otros funcionarios para asegurarse contratos con Seguros Sucre, la empresa estatal. Todo un escándalo internacional que ahora viene a sacudirnos aquí en Costa Rica. La maraña de influencias y negocios turbios es más grande de lo que pensábamos, diay.
Pero, ¿qué argumentó Morales para votar en contra de la protección a Monge? Pues dijo que estaba de acuerdo en enviar el acta al Ministerio Público, pero que la protección personal para Monge era una decisión más bien privada. ¡Un argumento flojito, mae! Parece que se agarró del clavo pensando que así se salía con la suya. La comisión, obviamente, no le hizo caso y aprobó la moción para pedirle al Ministerio Público que protegiera a Monge y a su familia. Claramente, este vare se puso más picante de lo esperado.
Muchos se preguntan por qué Morales actuó así. Algunos dicen que podría estar buscando congraciarse con ciertos sectores poderosos, otros aseguran que simplemente no quiere meterse en líos. Lo cierto es que su voto ha generado mucha polémica y ha levantado sospechas sobre sus intenciones. La verdad es que, con todo este caso, uno ya no sabe en quién confiar. Es un brete tratar de entender cómo funcionan algunas cosas por estos lados.
Ahora, el foco está puesto en el Ministerio Público, que deberá investigar a fondo estas acusaciones y determinar si hay motivos para procesar a los implicados. El caso del INS se ha convertido en un dolor de cabeza nacional y promete dar mucho de qué hablar en las próximas semanas. Veremos cómo se desarrolla esta novela llena de giros inesperados y personajes turbios, porque claro, esto apenas comienza.
Con todo lo que hemos visto, ¿creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para limpiar la administración pública y combatir la corrupción? ¿O será que este caso del INS revela una problemática mucho más profunda que requiere soluciones urgentes y contundentes?
