¡Ay, Dios mío! La cosa está que arde entre Estados Unidos y Venezuela, y parece que Washington se anda revolviendo más de lo necesario. Entre filtraciones de barcos misteriosos, avionetas dando vueltas y el mismísimo Trump soltando puras verdades (o eso dice él), el asunto se pone cada vez más confuso. Uno ya no sabe qué creer, diay.
Michelle Paranzino, esa profa gringita que entiende de temas latinos, nos comenta que esto del espionaje yankee es como una telenovela antigua. En la Guerra Fría, las movidas de la CIA eran secretitas, nadie sabía nada. Ahora, el trump resulta que va soltando todo públicamente. ¡Imagínate el volteao! ¿Para qué tanto ruido si iban a hacer andar todo?
Según cuentan los mediodías, los americanos andan desplegando fuerzas y contactando gente en Venezuela, y todo bien, pero filtraciones acá, rumores allá... ¡Una chincha! Trump justifica toda esta movida con dos excusas: que Maduro es un capo del tráfico de drogas y que soltaban presos pa' mandarles a los yanquis. ¡Qué vareta! Ya saben cómo les gusta buscarle la quinta pata al gato.
Lo más raro es que parece que ni siquiera la propia administración sabe qué está pasando. Aficionados a ver avionetas (sí, existen!) andan publicando en redes dónde van los aviones militares americanos cerca de Venezuela. ¡Como jugando con Flightradar24! El Pentágono tuvo que salir a aclarar que sí, que un bombardero capaz de lanzar bombas nucleares anduvo por ahí, “para estar preparados para cualquier cosa.” ¡Qué susto!
Y ni hablar del “navío fantasma”. Publicaron fotos borrosas de un barco que según dicen tiene comandos especiales listos para entrar en acción. Dicen que es el MV Ocean Trader, un barco que puede hacerse pasar por mercante para no llamar la atención. ¡Un chunche ninja! Pero bueno, esos analistas de seguridad siempre inventando cosas. A veces uno piensa: ¿esto es serio o estamos viendo caricaturas?
Algunos expertos sugieren que los americanos tienen tres opciones: seguir atacando barcos en el Caribe, meterse directamente en Venezuela a hacer de las suyas, o hasta invadir el país para quitarse a Maduro del poder. ¡Qué carga! Todos esos planes son malos, dicen ellos, porque Estados Unidos ya tiene fama de meterse donde no le llaman la atención. Pero Trump tiene su propia lógica, le encanta mostrarse fuerte, aunque a veces se vaya al traste intentándolo.
Ahora resulta que Michelle Paranzino cree que lo que quieren es que Maduro se rinda sin llegar a un conflicto armado a gran escala. Eso suena más sensato, pero con Trump nunca se sabe. Lo que sí es seguro es que la cosa está volátil. Y encima, justo ahora se van del cargo el almirante Alvin Holsey, que era el encargado de todo este brete. ¡Qué sal! Apenas lo habían nombrado hace un año y ya se retira. El secretario de Defensa le agradeció sus “décadas de servicio”. Un año, díganme… ¿qué habrá pasado?
En fin, la tensión sigue alta, y uno se queda preguntándose: ¿Será que Estados Unidos realmente quiere una solución pacífica en Venezuela, o simplemente está buscando una excusa para justificar su presencia en la región? ¿Creen que este cambio de mando en el Comando Sur marcará un nuevo rumbo en la estrategia estadounidense hacia Venezuela, o es solo una maniobra más en este juego geopolítico?
Michelle Paranzino, esa profa gringita que entiende de temas latinos, nos comenta que esto del espionaje yankee es como una telenovela antigua. En la Guerra Fría, las movidas de la CIA eran secretitas, nadie sabía nada. Ahora, el trump resulta que va soltando todo públicamente. ¡Imagínate el volteao! ¿Para qué tanto ruido si iban a hacer andar todo?
Según cuentan los mediodías, los americanos andan desplegando fuerzas y contactando gente en Venezuela, y todo bien, pero filtraciones acá, rumores allá... ¡Una chincha! Trump justifica toda esta movida con dos excusas: que Maduro es un capo del tráfico de drogas y que soltaban presos pa' mandarles a los yanquis. ¡Qué vareta! Ya saben cómo les gusta buscarle la quinta pata al gato.
Lo más raro es que parece que ni siquiera la propia administración sabe qué está pasando. Aficionados a ver avionetas (sí, existen!) andan publicando en redes dónde van los aviones militares americanos cerca de Venezuela. ¡Como jugando con Flightradar24! El Pentágono tuvo que salir a aclarar que sí, que un bombardero capaz de lanzar bombas nucleares anduvo por ahí, “para estar preparados para cualquier cosa.” ¡Qué susto!
Y ni hablar del “navío fantasma”. Publicaron fotos borrosas de un barco que según dicen tiene comandos especiales listos para entrar en acción. Dicen que es el MV Ocean Trader, un barco que puede hacerse pasar por mercante para no llamar la atención. ¡Un chunche ninja! Pero bueno, esos analistas de seguridad siempre inventando cosas. A veces uno piensa: ¿esto es serio o estamos viendo caricaturas?
Algunos expertos sugieren que los americanos tienen tres opciones: seguir atacando barcos en el Caribe, meterse directamente en Venezuela a hacer de las suyas, o hasta invadir el país para quitarse a Maduro del poder. ¡Qué carga! Todos esos planes son malos, dicen ellos, porque Estados Unidos ya tiene fama de meterse donde no le llaman la atención. Pero Trump tiene su propia lógica, le encanta mostrarse fuerte, aunque a veces se vaya al traste intentándolo.
Ahora resulta que Michelle Paranzino cree que lo que quieren es que Maduro se rinda sin llegar a un conflicto armado a gran escala. Eso suena más sensato, pero con Trump nunca se sabe. Lo que sí es seguro es que la cosa está volátil. Y encima, justo ahora se van del cargo el almirante Alvin Holsey, que era el encargado de todo este brete. ¡Qué sal! Apenas lo habían nombrado hace un año y ya se retira. El secretario de Defensa le agradeció sus “décadas de servicio”. Un año, díganme… ¿qué habrá pasado?
En fin, la tensión sigue alta, y uno se queda preguntándose: ¿Será que Estados Unidos realmente quiere una solución pacífica en Venezuela, o simplemente está buscando una excusa para justificar su presencia en la región? ¿Creen que este cambio de mando en el Comando Sur marcará un nuevo rumbo en la estrategia estadounidense hacia Venezuela, o es solo una maniobra más en este juego geopolítico?
