¡Ay, Dios mío, qué torta! Parece que ahora el Ministerio de Educación Pública (MEP) quiere meterle las manos hasta en la ropa que usamos los estudiantes. Resulta que quieren cambiar el Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes (REA), y entre tantas cosas, nos van a estar vigilando si tenemos tatuajes nuevos, maquillaje llamativo, piercings o tintes de cabello que no sean del color natural. ¡Parece película!
José Leonardo Sánchez, el ministro, dice que esto no es para castigarnos, sino para “formarnos”. Claro, porque un tatuaje o un poquito de labial van a afectar nuestra capacidad de aprender álgebra. Según él, busca darle más libertad a los directores para manejar las escuelas, pero a mí me suena más a que quieren poner orden a como dé lugar y controlar todo.
Lo peor es que si te pasas de la raya, te pueden mandar pa’ la casa temporalmente. Imagínate, perder clases por tener un piercing en la nariz. Dicen que hay faltas leves, graves y gravísimas, y cada una va afectando tu nota de conducta. Si te metes en un brete grande, hasta podrías perder el año. ¡Eso sí que es cargar!
Y ojo, porque no solo nosotros vamos a estar bajo lupa. El profesorado también tendrá que seguir unas pautas específicas sobre cómo usar los aparatos electrónicos en clase. O sea, adiós a buscar información rápida en internet durante la explicación, porque ahora hasta eso está regulado. ¿Será que estamos entrando en una dictadura educativa?
Pero no todo es control y restricción. También dicen que van a darles apoyo socioeducativo a los estudiantes que hagan travesuras. Se supone que así aprendemos de nuestros errores y no repetimos las mismas broncas. Aunque yo creo que a veces, los jóvenes necesitamos equivocarnos para crecer, ¿no creen?
Por supuesto, el ministro no deja pasar la oportunidad de echarle la culpa a los padres. Dice que la conducta de los estudiantes es reflejo de lo que pasa en casa y en la comunidad. ¡Uy, qué fácil es echarle la piedra al vecino! Pero bueno, él sabe, la educación es tarea de todos, no solo del MEP. Familia, colegio y sociedad tendríamos que estar remando en la misma dirección.
Y hablando de direcciones, parece que también van a restringir el uso de celulares en clase. Ya no podremos estar pegados al TikTok ni al WhatsApp mientras el profe explica. Solo se permitirán esos aparatos para cosas de la escuela, como hacer tareas o investigar. ¡Imagínate cómo van a sufrir algunos! Será que por fin podremos prestar atención en clase?
En fin, esta nueva normativa promete bastante polémica. ¿Será que realmente lograrán mejorar el comportamiento de los estudiantes, o simplemente estarán creando un ambiente más rígido y autoritario? ¿Ustedes qué piensan? ¿Deberían regular tanto la apariencia personal de los estudiantes, o es mejor dejar que cada quien se exprese como quiera?
José Leonardo Sánchez, el ministro, dice que esto no es para castigarnos, sino para “formarnos”. Claro, porque un tatuaje o un poquito de labial van a afectar nuestra capacidad de aprender álgebra. Según él, busca darle más libertad a los directores para manejar las escuelas, pero a mí me suena más a que quieren poner orden a como dé lugar y controlar todo.
Lo peor es que si te pasas de la raya, te pueden mandar pa’ la casa temporalmente. Imagínate, perder clases por tener un piercing en la nariz. Dicen que hay faltas leves, graves y gravísimas, y cada una va afectando tu nota de conducta. Si te metes en un brete grande, hasta podrías perder el año. ¡Eso sí que es cargar!
Y ojo, porque no solo nosotros vamos a estar bajo lupa. El profesorado también tendrá que seguir unas pautas específicas sobre cómo usar los aparatos electrónicos en clase. O sea, adiós a buscar información rápida en internet durante la explicación, porque ahora hasta eso está regulado. ¿Será que estamos entrando en una dictadura educativa?
Pero no todo es control y restricción. También dicen que van a darles apoyo socioeducativo a los estudiantes que hagan travesuras. Se supone que así aprendemos de nuestros errores y no repetimos las mismas broncas. Aunque yo creo que a veces, los jóvenes necesitamos equivocarnos para crecer, ¿no creen?
Por supuesto, el ministro no deja pasar la oportunidad de echarle la culpa a los padres. Dice que la conducta de los estudiantes es reflejo de lo que pasa en casa y en la comunidad. ¡Uy, qué fácil es echarle la piedra al vecino! Pero bueno, él sabe, la educación es tarea de todos, no solo del MEP. Familia, colegio y sociedad tendríamos que estar remando en la misma dirección.
Y hablando de direcciones, parece que también van a restringir el uso de celulares en clase. Ya no podremos estar pegados al TikTok ni al WhatsApp mientras el profe explica. Solo se permitirán esos aparatos para cosas de la escuela, como hacer tareas o investigar. ¡Imagínate cómo van a sufrir algunos! Será que por fin podremos prestar atención en clase?
En fin, esta nueva normativa promete bastante polémica. ¿Será que realmente lograrán mejorar el comportamiento de los estudiantes, o simplemente estarán creando un ambiente más rígido y autoritario? ¿Ustedes qué piensan? ¿Deberían regular tanto la apariencia personal de los estudiantes, o es mejor dejar que cada quien se exprese como quiera?