¡Ay, Dios mío, qué torta nos ha tocado! Las lluvias de estos días han dejado varias escuelas varadas, literalmente, y el MEP tuvo que tomar la decisión de mandar a todos los nenes y maestritas a casa. Parece que el clima decidió echarnos una bronca bien grande, dejando a padres preocupados y niños decepcionados porque no pudieron ir al colegio.
La situación se puso fea desde el viernes pasado, cuando empezó a llover a cántaros y no daba señales de parar. Las autoridades de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y las comisiones municipales estaban hasta arriba, tratando de coordinar esfuerzos para ayudar a las familias afectadas y mantener todo bajo control. Pero parece que la naturaleza tenía otros planes, y la lluvia siguió cayendo sin piedad, provocando inundaciones, deslizamientos y hasta bloqueos en algunas carreteras, ¿se imaginan el brete?
Según el ministro José Leonardo Sánchez, el MEP no se anda con rodeos y está monitoreando la situación 24/7 para decidir cuándo es seguro volver a abrir las puertas de las escuelas. “No queremos arriesgar la seguridad de nadie”, dijo el ministro, quien añadió que la información se actualizará diariamente conforme avance la emergencia. Esto demuestra que el MEP sí se está tomando esto en serio, porque la seguridad de los estudiantes siempre debe ser la prioridad número uno, diay.
La lista de colegios que hoy amanecieron cerrados es larga, y abarca desde Puntarenas hasta zonas rurales de Occidente. En Puntarenas, casi medio circuito entero quedó totalmente afectado, y eso sin hablar de las escuelas que sufrieron daños estructurales menores. Los maestros y administrativos andaban preocupadísimos, tratando de asegurar que todo estuviera en orden para recibir a los alumnos... pero la situación simplemente no lo permitía. ¿Quién querría enviar a sus hijos a una escuela con riesgo de deslizamiento o inundación?
En Occidente, la cosa tampoco pinta mucho mejor. Escuelas enteras quedaron aisladas por los huaicos, y otras tuvieron que suspender clases debido a problemas en los accesos. Algunos padres comentaban que esto les complica la logística familiar, especialmente aquellos que tienen varios hijos en diferentes escuelas y no saben cómo organizar sus horarios. Pero bueno, ante la fuerza de la naturaleza, toca adaptarse, ¿verdad?
Lo que preocupa a muchos es que esta no es la primera vez que ocurre algo así. Hemos visto varias emergencias climáticas en los últimos años y parece que no aprendemos la lección. Será que necesitamos invertir más en infraestructura resiliente y en sistemas de alerta temprana para evitar que estas situaciones se repitan una y otra vez? Porque sinceramente, estar cancelando clases cada vez que llueve no es sostenible ni para los estudiantes ni para los padres.
Por ahora, toca esperar que la lluvia amaine y que las autoridades puedan evaluar los daños y tomar las medidas necesarias para reparar las infraestructuras dañadas. Mientras tanto, los nenes tendrán unos días libres inesperados, aunque seguramente extrañarán a sus amigos y a sus profes. Algunos aprovecharán para jugar en casa, otros para ayudar en las labores familiares, pero todos esperan ansiosamente el día en que puedan regresar a las aulas, a pesar de todo este panorama chungo.
Y aquí va la pregunta para el foro: ¿Creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para mitigar los efectos del cambio climático y proteger nuestras escuelas y comunidades de estas emergencias recurrentes? ¿Qué soluciones propone usted para garantizar la continuidad del proceso educativo en tiempos de crisis?
La situación se puso fea desde el viernes pasado, cuando empezó a llover a cántaros y no daba señales de parar. Las autoridades de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y las comisiones municipales estaban hasta arriba, tratando de coordinar esfuerzos para ayudar a las familias afectadas y mantener todo bajo control. Pero parece que la naturaleza tenía otros planes, y la lluvia siguió cayendo sin piedad, provocando inundaciones, deslizamientos y hasta bloqueos en algunas carreteras, ¿se imaginan el brete?
Según el ministro José Leonardo Sánchez, el MEP no se anda con rodeos y está monitoreando la situación 24/7 para decidir cuándo es seguro volver a abrir las puertas de las escuelas. “No queremos arriesgar la seguridad de nadie”, dijo el ministro, quien añadió que la información se actualizará diariamente conforme avance la emergencia. Esto demuestra que el MEP sí se está tomando esto en serio, porque la seguridad de los estudiantes siempre debe ser la prioridad número uno, diay.
La lista de colegios que hoy amanecieron cerrados es larga, y abarca desde Puntarenas hasta zonas rurales de Occidente. En Puntarenas, casi medio circuito entero quedó totalmente afectado, y eso sin hablar de las escuelas que sufrieron daños estructurales menores. Los maestros y administrativos andaban preocupadísimos, tratando de asegurar que todo estuviera en orden para recibir a los alumnos... pero la situación simplemente no lo permitía. ¿Quién querría enviar a sus hijos a una escuela con riesgo de deslizamiento o inundación?
En Occidente, la cosa tampoco pinta mucho mejor. Escuelas enteras quedaron aisladas por los huaicos, y otras tuvieron que suspender clases debido a problemas en los accesos. Algunos padres comentaban que esto les complica la logística familiar, especialmente aquellos que tienen varios hijos en diferentes escuelas y no saben cómo organizar sus horarios. Pero bueno, ante la fuerza de la naturaleza, toca adaptarse, ¿verdad?
Lo que preocupa a muchos es que esta no es la primera vez que ocurre algo así. Hemos visto varias emergencias climáticas en los últimos años y parece que no aprendemos la lección. Será que necesitamos invertir más en infraestructura resiliente y en sistemas de alerta temprana para evitar que estas situaciones se repitan una y otra vez? Porque sinceramente, estar cancelando clases cada vez que llueve no es sostenible ni para los estudiantes ni para los padres.
Por ahora, toca esperar que la lluvia amaine y que las autoridades puedan evaluar los daños y tomar las medidas necesarias para reparar las infraestructuras dañadas. Mientras tanto, los nenes tendrán unos días libres inesperados, aunque seguramente extrañarán a sus amigos y a sus profes. Algunos aprovecharán para jugar en casa, otros para ayudar en las labores familiares, pero todos esperan ansiosamente el día en que puedan regresar a las aulas, a pesar de todo este panorama chungo.
Y aquí va la pregunta para el foro: ¿Creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para mitigar los efectos del cambio climático y proteger nuestras escuelas y comunidades de estas emergencias recurrentes? ¿Qué soluciones propone usted para garantizar la continuidad del proceso educativo en tiempos de crisis?
