Ay, Dios mío, qué susto nos llevamos anoche. Un temblorazo de esos que te hacen agarrarte de lo primero que encuentras sacudió al país, pero parece que Quepos recibió la peor parte. Las redes explotaron con videos y mensajes de gente asustadísima, pero lo que realmente llamó la atención fue un video del Súper Jordix mostrando la escena del desastre – o bueno, casi. ¡Imagínate ver cómo los productos saltan de los estantes!
Como bien sabemos, estos temblores son moneda corriente por acá, gracias a nuestra ubicación geográfica estratégica (léase: encima de varias fallas tectónicas). Según el Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), el sismo, con una magnitud de 6.1, tuvo su epicentro a unos 25 kilómetros al suroeste de Espadilla Sur y llegó con fuerza alrededor de las 9:56 p. m. Lo bueno es que la profundidad era de 17 kilómetros, así que aunque se sintió con ganas en toda la república, no hubo mayores complicaciones, al menos hasta ahora.
Pero volviendo al Súper Jordix, ahí sí que se vio el temblor con crudeza. Las cámaras de seguridad capturaron el momento exacto en que todo empezó a moverse. Al principio, suavecita la cosa, como si alguien estuviera empujando los estantes nomás pa’ molestar. Pero rápido, muy rápido, se puso feo. Cajas de galletas, latas de atún, frutas… ¡todo al suelo! Parecía una avalancha de productos tratando de escapar del supermercado. Uno se pone a pensar en el pobre cajero que estaba atendiendo en ese momento; debe haber sido un buen sustito.
Lo impresionante es cómo el movimiento duró. Según los datos técnicos, aproximadamente un minuto y tres segundos de pura vibración. Un minuto que seguro se sintió como una eternidad para quienes estaban adentro del local. Después del temblor, se pudo observar a un empleado recorriendo los pasillos, evaluando los daños y recogiendo lo que quedaba. Pobre tipo, seguro le tocó brete limpiar todo eso. Parece que la limpieza va a tomar tiempo porque la verdad es que acumuló una buena pila de chunches tirados por todos lados.
Ahora bien, hablemos de los daños reales. Aunque todavía no hay un conteo oficial, por lo que se aprecia en el video, los estanterías sufrieron bastante, algunas parecen haberse salido de lugar. Muchos productos resultaron dañados, algunos incluso destruidos. Imaginen el costo de reponer todo eso. Seguro las aseguradoras ya tienen un café cargado para revisar los reclamos. Este tipo de situaciones siempre nos recuerdan lo frágil que puede ser nuestra infraestructura y lo importante que es estar preparados para estos eventos.
Más allá de los daños materiales, lo que me preocupa es el impacto psicológico que esto puede tener en la gente. Estos temblores, aunque comunes, pueden generar ansiedad y miedo. Especialmente en niños pequeños y personas mayores. Es fundamental recordarles que no están solos y ofrecerles apoyo emocional. Además, siempre es bueno repasar los planes familiares de emergencia y asegurarse de tener una mochila lista con lo esencial, por si acaso. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Y hablando de prevención, ¿cuántos de nosotros tenemos reforzada nuestras casas contra terremotos? No digo que haya que construir búnkeres, pero sí chequear que los muebles estén bien sujetos, saber dónde están los puntos seguros en casa y tener un plan claro de evacuación. Son pequeñas acciones que pueden hacer una gran diferencia en caso de un sismo mayor. Porque, seamos honestos, los temblores no van a parar. Estamos en Costa Rica, es parte del terreno de juego.
En fin, este episodio del Súper Jordix nos deja varios temas para reflexionar. Por un lado, la importancia de la preparación ante emergencias, tanto a nivel individual como comunitario. Por otro, la necesidad de fortalecer nuestra infraestructura para resistir estos eventos naturales. Pero sobre todo, nos recuerda lo resiliente que somos los costarricenses. Nos levantamos después de cada temblor, limpiamos los pedazos y seguimos adelante. Ahora, díganme: ¿Ustedes tienen algún plan de emergencia familiar definido? ¿Y qué medidas han tomado para asegurar su hogar ante un posible terremoto?
Como bien sabemos, estos temblores son moneda corriente por acá, gracias a nuestra ubicación geográfica estratégica (léase: encima de varias fallas tectónicas). Según el Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), el sismo, con una magnitud de 6.1, tuvo su epicentro a unos 25 kilómetros al suroeste de Espadilla Sur y llegó con fuerza alrededor de las 9:56 p. m. Lo bueno es que la profundidad era de 17 kilómetros, así que aunque se sintió con ganas en toda la república, no hubo mayores complicaciones, al menos hasta ahora.
Pero volviendo al Súper Jordix, ahí sí que se vio el temblor con crudeza. Las cámaras de seguridad capturaron el momento exacto en que todo empezó a moverse. Al principio, suavecita la cosa, como si alguien estuviera empujando los estantes nomás pa’ molestar. Pero rápido, muy rápido, se puso feo. Cajas de galletas, latas de atún, frutas… ¡todo al suelo! Parecía una avalancha de productos tratando de escapar del supermercado. Uno se pone a pensar en el pobre cajero que estaba atendiendo en ese momento; debe haber sido un buen sustito.
Lo impresionante es cómo el movimiento duró. Según los datos técnicos, aproximadamente un minuto y tres segundos de pura vibración. Un minuto que seguro se sintió como una eternidad para quienes estaban adentro del local. Después del temblor, se pudo observar a un empleado recorriendo los pasillos, evaluando los daños y recogiendo lo que quedaba. Pobre tipo, seguro le tocó brete limpiar todo eso. Parece que la limpieza va a tomar tiempo porque la verdad es que acumuló una buena pila de chunches tirados por todos lados.
Ahora bien, hablemos de los daños reales. Aunque todavía no hay un conteo oficial, por lo que se aprecia en el video, los estanterías sufrieron bastante, algunas parecen haberse salido de lugar. Muchos productos resultaron dañados, algunos incluso destruidos. Imaginen el costo de reponer todo eso. Seguro las aseguradoras ya tienen un café cargado para revisar los reclamos. Este tipo de situaciones siempre nos recuerdan lo frágil que puede ser nuestra infraestructura y lo importante que es estar preparados para estos eventos.
Más allá de los daños materiales, lo que me preocupa es el impacto psicológico que esto puede tener en la gente. Estos temblores, aunque comunes, pueden generar ansiedad y miedo. Especialmente en niños pequeños y personas mayores. Es fundamental recordarles que no están solos y ofrecerles apoyo emocional. Además, siempre es bueno repasar los planes familiares de emergencia y asegurarse de tener una mochila lista con lo esencial, por si acaso. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Y hablando de prevención, ¿cuántos de nosotros tenemos reforzada nuestras casas contra terremotos? No digo que haya que construir búnkeres, pero sí chequear que los muebles estén bien sujetos, saber dónde están los puntos seguros en casa y tener un plan claro de evacuación. Son pequeñas acciones que pueden hacer una gran diferencia en caso de un sismo mayor. Porque, seamos honestos, los temblores no van a parar. Estamos en Costa Rica, es parte del terreno de juego.
En fin, este episodio del Súper Jordix nos deja varios temas para reflexionar. Por un lado, la importancia de la preparación ante emergencias, tanto a nivel individual como comunitario. Por otro, la necesidad de fortalecer nuestra infraestructura para resistir estos eventos naturales. Pero sobre todo, nos recuerda lo resiliente que somos los costarricenses. Nos levantamos después de cada temblor, limpiamos los pedazos y seguimos adelante. Ahora, díganme: ¿Ustedes tienen algún plan de emergencia familiar definido? ¿Y qué medidas han tomado para asegurar su hogar ante un posible terremoto?