¡Ay, Dios mío! Parece mentira, pero hay gente en este país que le debe una pila de plata en marchamo. Mientras unos se apuran a pagar desde que sale el aviso en noviembre, otros andan con la calma, acumulando moras que dan risa... y miedo a la cartera.
Según datos fresquitos del INS, tenemos cinco personas que se han ido de viaje sin pagar el derecho de circulación, ¡y llevan casi cuarenta años así! Sí, chocaste, cuarenta años. Imagínate la pila de recibos acumulándose debajo de una cama, cubiertos de polvo. Más vale que esos autos sean modelos clásicos porque eso sí vale la pena.
Lo peor de todo es que hablamos de montos estratosféricos. El carro que lidera la lista de morosos es un Toyota ’84 que le debe más de millón de colones. Pero no se queda atrás un Sunbeam del ’65, un Renault del ’66, un Opel del ’60 y hasta un VolksWagen del ’64. Son carros que parecen sacados de un museo, y probablemente estén igual de bien conservados… aunque olvidados en algún patio trasero.
Ahora, uno se pregunta: ¿dónde están estos carros? ¿Todavía circulan por nuestras calles, causando problemas silenciosos? Ojalá estuvieran convertidos en chatarra y no generando deudas al Estado. El INS, con toda razón, está tratando de cobrar esas deudas viejas, pero vaya que tarea. Es como ir a buscar una aguja en un pajar.
Y hablando de cobros, para el 2026, el INS puso en marcha 1,94 millones de marchamos, y todavía estamos esperando que la mayoría de la gente les ponga orden a sus asuntos financieros. Hasta ahora, apenas un puñado, poquito más de 20.000, se animaron a hacerle un favor al país y ponerse al día. ¡Qué bueno sería ver ese número subir, diay!
Este panorama nos hace pensar en la responsabilidad que tenemos como propietarios de vehículos. No es solo cuestión de tener el carro, sino también de mantenerlo al día con todas las obligaciones. Sino, te puedes convertir en la próxima historia de moda del Foro de Costa Rica, ¡y no precisamente por algo bueno!
Más allá de estas historias extremas, la realidad es que muchos costarricenses luchan por cumplir con sus compromisos. Hay inflación, bretes laborales y un montón de cosas que dificultan la vida. Por eso es importante entender que esta situación no es blanco y negro, y que detrás de cada deuda hay una historia que contar.
Pero volviendo a la pregunta inicial: ¿cree usted que el INS debería intensificar las acciones legales contra estos morosos históricos, o deberían enfocarse en facilitar opciones de pago flexibles para quienes están pasando por dificultades económicas? Y ojo, ¡ahí va la pregunta del millón! ¿Deberíamos cambiar las leyes para que los vehículos abandonados que generan deudas se conviertan automáticamente en propiedad del Estado?
Según datos fresquitos del INS, tenemos cinco personas que se han ido de viaje sin pagar el derecho de circulación, ¡y llevan casi cuarenta años así! Sí, chocaste, cuarenta años. Imagínate la pila de recibos acumulándose debajo de una cama, cubiertos de polvo. Más vale que esos autos sean modelos clásicos porque eso sí vale la pena.
Lo peor de todo es que hablamos de montos estratosféricos. El carro que lidera la lista de morosos es un Toyota ’84 que le debe más de millón de colones. Pero no se queda atrás un Sunbeam del ’65, un Renault del ’66, un Opel del ’60 y hasta un VolksWagen del ’64. Son carros que parecen sacados de un museo, y probablemente estén igual de bien conservados… aunque olvidados en algún patio trasero.
Ahora, uno se pregunta: ¿dónde están estos carros? ¿Todavía circulan por nuestras calles, causando problemas silenciosos? Ojalá estuvieran convertidos en chatarra y no generando deudas al Estado. El INS, con toda razón, está tratando de cobrar esas deudas viejas, pero vaya que tarea. Es como ir a buscar una aguja en un pajar.
Y hablando de cobros, para el 2026, el INS puso en marcha 1,94 millones de marchamos, y todavía estamos esperando que la mayoría de la gente les ponga orden a sus asuntos financieros. Hasta ahora, apenas un puñado, poquito más de 20.000, se animaron a hacerle un favor al país y ponerse al día. ¡Qué bueno sería ver ese número subir, diay!
Este panorama nos hace pensar en la responsabilidad que tenemos como propietarios de vehículos. No es solo cuestión de tener el carro, sino también de mantenerlo al día con todas las obligaciones. Sino, te puedes convertir en la próxima historia de moda del Foro de Costa Rica, ¡y no precisamente por algo bueno!
Más allá de estas historias extremas, la realidad es que muchos costarricenses luchan por cumplir con sus compromisos. Hay inflación, bretes laborales y un montón de cosas que dificultan la vida. Por eso es importante entender que esta situación no es blanco y negro, y que detrás de cada deuda hay una historia que contar.
Pero volviendo a la pregunta inicial: ¿cree usted que el INS debería intensificar las acciones legales contra estos morosos históricos, o deberían enfocarse en facilitar opciones de pago flexibles para quienes están pasando por dificultades económicas? Y ojo, ¡ahí va la pregunta del millón! ¿Deberíamos cambiar las leyes para que los vehículos abandonados que generan deudas se conviertan automáticamente en propiedad del Estado?
