Maes, legalmente a veces uno abre las noticias y es para deprimirse, ¿verdad? Que la inflación, que el desorden en la Asamblea, que si tal equipo perdió... Pero de vez en cuando, sale una de esas notas que le recuerdan a uno que en este país también pasan varas increíbles. Y la de hoy, gente, es para ponerse de pie y aplaudir. Resulta que la donación y trasplante de órganos se disparó un 57% en lo que va del año. No es paja, un cincuenta y siete por ciento. ¡Qué nivel de noticia para empezar el día!
Vamos a desmenuzar la vara, porque los números son una cosa, pero lo que hay detrás es lo que realmente importa. El Sinart soltó la bomba: de enero a agosto de este 2025 se hicieron 107 trasplantes. Para que se hagan una idea, en el mismo periodo del año pasado fueron 68. O sea, estamos hablando de un brinco masivo, el más grande en la historia del país. Y el ejemplo más reciente es de película: un solo fin de semana, gracias a la generosidad de tres familias, se lograron hacer DIEZ trasplantes. Dos de pulmón, dos de corazón, dos de hígado y cuatro de riñón. Imaginen la coordinación, el brete de los médicos, las enfermeras, los pilotos, todo el mundo corriendo para que esa cadena de vida no se rompiera.
Aquí es donde la cosa se pone seria y profundamente humana. Pensemos un segundo en esas tres familias. En medio del dolor más hijuep... el más paralizante que una persona puede sentir, tuvieron la claridad y la grandeza de pensar en otros. De decir 'sí' a la vida de diez desconocidos. Diay, mae, eso es ser demasiado carga. No hay otra palabra. Esa es la solidaridad tica en su máxima expresión, la que no sale en los folletos turísticos pero que es el motor de este país. Es la prueba de que el 'pura vida' no es solo una frase para vender camisetas, sino una filosofía que, en los momentos más oscuros, saca lo mejor de nosotros.
Claro, esta explosión de vida no es pura casualidad o suerte. El Ministerio de Salud y todo el Sistema Nacional de Donación y Trasplante se merecen el crédito. Porque para que esa generosidad se convierta en un nuevo corazón latiendo o unos pulmones respirando, se necesita un sistema que funcione como un reloj suizo. Un sistema transparente, ágil y ético. Por años, hemos oído historias de listas de espera interminables y de la frustración de las familias. Ver que las cosas están cambiando, que el sistema se está fortaleciendo y dando resultados tangibles, es algo que hay que celebrar. Cuando las varas se hacen bien, hay que decirlas sin pelos en la lengua.
En resumen, esta noticia es más que un titular bonito. Es un reflejo de un cambio de chip en la cultura, de un sistema de salud que está afinando sus procesos y, sobre todo, de la inmensa capacidad de dar que tenemos los ticos. Es una bocanada de aire fresco que demuestra que, a pesar de todos los problemas, seguimos siendo un país donde la gente se cuida. A mí, personalmente, me deja con una sonrisa y un montón de fe. Por eso les pregunto a ustedes, la comunidad inteligente de este foro: más allá de lo chiva que es la noticia, ¿qué creen que ha cambiado para que la gente esté más dispuesta a donar? ¿Es más información, menos tabú, o simplemente nos estamos volviendo más conscientes del poder que tenemos para salvar vidas?
Vamos a desmenuzar la vara, porque los números son una cosa, pero lo que hay detrás es lo que realmente importa. El Sinart soltó la bomba: de enero a agosto de este 2025 se hicieron 107 trasplantes. Para que se hagan una idea, en el mismo periodo del año pasado fueron 68. O sea, estamos hablando de un brinco masivo, el más grande en la historia del país. Y el ejemplo más reciente es de película: un solo fin de semana, gracias a la generosidad de tres familias, se lograron hacer DIEZ trasplantes. Dos de pulmón, dos de corazón, dos de hígado y cuatro de riñón. Imaginen la coordinación, el brete de los médicos, las enfermeras, los pilotos, todo el mundo corriendo para que esa cadena de vida no se rompiera.
Aquí es donde la cosa se pone seria y profundamente humana. Pensemos un segundo en esas tres familias. En medio del dolor más hijuep... el más paralizante que una persona puede sentir, tuvieron la claridad y la grandeza de pensar en otros. De decir 'sí' a la vida de diez desconocidos. Diay, mae, eso es ser demasiado carga. No hay otra palabra. Esa es la solidaridad tica en su máxima expresión, la que no sale en los folletos turísticos pero que es el motor de este país. Es la prueba de que el 'pura vida' no es solo una frase para vender camisetas, sino una filosofía que, en los momentos más oscuros, saca lo mejor de nosotros.
Claro, esta explosión de vida no es pura casualidad o suerte. El Ministerio de Salud y todo el Sistema Nacional de Donación y Trasplante se merecen el crédito. Porque para que esa generosidad se convierta en un nuevo corazón latiendo o unos pulmones respirando, se necesita un sistema que funcione como un reloj suizo. Un sistema transparente, ágil y ético. Por años, hemos oído historias de listas de espera interminables y de la frustración de las familias. Ver que las cosas están cambiando, que el sistema se está fortaleciendo y dando resultados tangibles, es algo que hay que celebrar. Cuando las varas se hacen bien, hay que decirlas sin pelos en la lengua.
En resumen, esta noticia es más que un titular bonito. Es un reflejo de un cambio de chip en la cultura, de un sistema de salud que está afinando sus procesos y, sobre todo, de la inmensa capacidad de dar que tenemos los ticos. Es una bocanada de aire fresco que demuestra que, a pesar de todos los problemas, seguimos siendo un país donde la gente se cuida. A mí, personalmente, me deja con una sonrisa y un montón de fe. Por eso les pregunto a ustedes, la comunidad inteligente de este foro: más allá de lo chiva que es la noticia, ¿qué creen que ha cambiado para que la gente esté más dispuesta a donar? ¿Es más información, menos tabú, o simplemente nos estamos volviendo más conscientes del poder que tenemos para salvar vidas?