¡Ay, Dios mío, qué barbaridad! Científicos canadienses están boquiabiertos tras descubrir que una loba en British Columbia ha estado usando herramientas para liberar trampas para cangrejos verdes europeos. Sí, leíste bien, ¡una loba! Esto sí que nos deja pensando en cuánto todavía tenemos que aprender sobre el reino animal, y sobre todo, sobre la inteligencia de estas criaturas.
La investigación, que lleva varios años en curso, busca controlar la población de cangrejo verde europeo, una especie invasora que está causando estragos en los ecosistemas acuáticos de la región. Para ello, se utilizan trampas sumergidas en aguas profundas. Lo curioso es que, desde hacía tiempo, los investigadores notaban que las trampas aparecían misteriosamente arrastradas hasta la orilla y el cebo sacado... Pero nadie tenía ni idea de quién era el cerebro detrás de esto.
Hasta que llegó mayo del 2024, y al revisar las grabaciones de las cámaras submarinas, ¡boom! Ahí quedó plasmado en video el momento exacto en que la loba, con una estrategia digna de un general, nadaba hasta la boya anclada a la trampa, tiraba de la cuerda y, finalmente, mordía la red para llegar al festín. Según Kyle Artelle, la bióloga ambiental que lidera la investigación, “fue una secuencia cuidadosamente coreografiada, no un acto aleatorio de búsqueda de alimento.” ¡Eso dice mucho, diay!
Lo que realmente sorprende es el entendimiento que demostró la loba de la relación entre la boya, la cuerda y la trampa. No es simplemente que encontrara comida; sino que comprendió que al manipular ciertos objetos, podía alcanzar su objetivo. Es como si hubiera pensado: 'Ok, veo una boya, sé que está conectada a algo que tiene comida, así que voy a sacarla'. Parece sacado de una película, pero es pura realidad, chava.
La investigación, que lleva varios años en curso, busca controlar la población de cangrejo verde europeo, una especie invasora que está causando estragos en los ecosistemas acuáticos de la región. Para ello, se utilizan trampas sumergidas en aguas profundas. Lo curioso es que, desde hacía tiempo, los investigadores notaban que las trampas aparecían misteriosamente arrastradas hasta la orilla y el cebo sacado... Pero nadie tenía ni idea de quién era el cerebro detrás de esto.
Hasta que llegó mayo del 2024, y al revisar las grabaciones de las cámaras submarinas, ¡boom! Ahí quedó plasmado en video el momento exacto en que la loba, con una estrategia digna de un general, nadaba hasta la boya anclada a la trampa, tiraba de la cuerda y, finalmente, mordía la red para llegar al festín. Según Kyle Artelle, la bióloga ambiental que lidera la investigación, “fue una secuencia cuidadosamente coreografiada, no un acto aleatorio de búsqueda de alimento.” ¡Eso dice mucho, diay!
Lo que realmente sorprende es el entendimiento que demostró la loba de la relación entre la boya, la cuerda y la trampa. No es simplemente que encontrara comida; sino que comprendió que al manipular ciertos objetos, podía alcanzar su objetivo. Es como si hubiera pensado: 'Ok, veo una boya, sé que está conectada a algo que tiene comida, así que voy a sacarla'. Parece sacado de una película, pero es pura realidad, chava.