¡Ay, Dios mío, qué bronca! Aquí andamos viendo cómo la política se pone más caliente que gallina pochada. Resulta que el secretario general del PLN, don Miguel Guillén, soltó unas verdades durísimas este día primero de diciembre, justo en medio de la campaña para elegir al próximo Presidente. Parece que las cosas se le están poniendo encima a Laura Fernández y al oficialismo.
Como ya saben, hoy es el Día de la Abolición del Ejército, un día importante en nuestra historia porque nos recuerda que somos un país pacífico. Pero parece que alguien quiere traerle pólvora a la fiesta. Don Miguel, con toda la razón del mundo, salió a defender la democracia y a advertir que no van a dejar que Laura y compañía armen un circo autoritario. ¡Diyay, esto se puso interesante!
Según Guillén, el PLN y el pueblo costarricense somos la última línea de defensa contra cualquier intento de imponer una dictadura. Dijo textualmente: “Representamos hoy la última línea de defensa de nuestra democracia... No vamos a permitir que Laura Fernández y el chavismo siembren aquí la sombra de una dictadura, ni que destruyan los valores más profundos y luminosos que definen al ser costarricense”. ¡Imagínense la cara de algunos cuando escucharon eso!
Por otro lado, doña Laura no se quedó callada y respondió con un post en sus redes sociales donde acusó al PLN de estar lleno de corruptos. Con esas palabras, dice que ahora toca “abolir al ejército de corruptos del PLN”. ¡Qué barra! Claramente, la tensión entre ambos partidos está por las nubes, y la cosa pinta fea. Ya ven, esto no es juego de niños.
Pero ahí no acabó la cosa. Don Miguel también les pidió a todos que se comporten con decencia y respeto durante la campaña. Dijo que ya estamos cansados de escuchar insultos y ofensas, y que las batallas políticas se deben librar con principios y valentía cívica. Totalmente de acuerdo. ¡Ya basta de tanta vulgaridad, por favor!
Ahora bien, hablando de encuestas, parece que doña Laura va un poquito por delante de Álvaro Ramos, el candidato verdiblanco. Las últimas mediciones la muestran con un buen porcentaje de apoyo, aunque todavía le falta un empujoncito para ganarle en primera vuelta. Álvaro necesita hacer un esfuerzo extra si quiere darle pelea. El brete es grande, mae.
Y claro, la gente anda comentando mil cosas. Algunos dicen que estas acusaciones son pura estrategia para movilizar la base votante. Otros creen que hay preocupación real por un posible giro autoritario. Lo cierto es que este debate ha abierto una puerta a reflexionar sobre los límites del poder y la importancia de proteger nuestras libertades. Más allá de los colores políticos, todos queremos un Costa Rica libre y democrático.
En fin, la cosa está que arde, ¿verdad? Entre tanto debate y acusaciones, me pregunto: ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar en nombre de la política? ¿Creen que estas tensiones pueden afectar la convivencia nacional o que es solo parte del juego electoral?
Como ya saben, hoy es el Día de la Abolición del Ejército, un día importante en nuestra historia porque nos recuerda que somos un país pacífico. Pero parece que alguien quiere traerle pólvora a la fiesta. Don Miguel, con toda la razón del mundo, salió a defender la democracia y a advertir que no van a dejar que Laura y compañía armen un circo autoritario. ¡Diyay, esto se puso interesante!
Según Guillén, el PLN y el pueblo costarricense somos la última línea de defensa contra cualquier intento de imponer una dictadura. Dijo textualmente: “Representamos hoy la última línea de defensa de nuestra democracia... No vamos a permitir que Laura Fernández y el chavismo siembren aquí la sombra de una dictadura, ni que destruyan los valores más profundos y luminosos que definen al ser costarricense”. ¡Imagínense la cara de algunos cuando escucharon eso!
Por otro lado, doña Laura no se quedó callada y respondió con un post en sus redes sociales donde acusó al PLN de estar lleno de corruptos. Con esas palabras, dice que ahora toca “abolir al ejército de corruptos del PLN”. ¡Qué barra! Claramente, la tensión entre ambos partidos está por las nubes, y la cosa pinta fea. Ya ven, esto no es juego de niños.
Pero ahí no acabó la cosa. Don Miguel también les pidió a todos que se comporten con decencia y respeto durante la campaña. Dijo que ya estamos cansados de escuchar insultos y ofensas, y que las batallas políticas se deben librar con principios y valentía cívica. Totalmente de acuerdo. ¡Ya basta de tanta vulgaridad, por favor!
Ahora bien, hablando de encuestas, parece que doña Laura va un poquito por delante de Álvaro Ramos, el candidato verdiblanco. Las últimas mediciones la muestran con un buen porcentaje de apoyo, aunque todavía le falta un empujoncito para ganarle en primera vuelta. Álvaro necesita hacer un esfuerzo extra si quiere darle pelea. El brete es grande, mae.
Y claro, la gente anda comentando mil cosas. Algunos dicen que estas acusaciones son pura estrategia para movilizar la base votante. Otros creen que hay preocupación real por un posible giro autoritario. Lo cierto es que este debate ha abierto una puerta a reflexionar sobre los límites del poder y la importancia de proteger nuestras libertades. Más allá de los colores políticos, todos queremos un Costa Rica libre y democrático.
En fin, la cosa está que arde, ¿verdad? Entre tanto debate y acusaciones, me pregunto: ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar en nombre de la política? ¿Creen que estas tensiones pueden afectar la convivencia nacional o que es solo parte del juego electoral?
