¡Ay, Dios mío! Esto sí que nos sacudió a todos acá en Costa Rica. La tranquilidad de Quepos se rompió hace unos días con la desaparición de una pareja alemana, y ahora… bueno, ahora la cosa pinta mucho peor. El OIJ confirmó anoche el macabro hallazgo de sus cuerpos en una finca cerca de Cerros de Quepos, una zona preciosa, paradójicamente, donde este tipo de tragedias te dejan helao.
Según las primeras investigaciones, la pareja alemana, cuyos nombres aún no han trascendido oficialmente por respeto a sus familiares, había llegado al país hace poco tiempo y compraron la finca buscando un pedacito de paraíso tico. Vecinos del área comentan que eran personas tranquilas, que se dedicaban a la agricultura orgánica y mantenían un perfil bajo. Nadie imaginaba que esto iba a pasar, diay, qué pesar.
El director del OIJ, Randall Zúñiga, soltó la bomba en su cuenta de X (¿quién usa todavía Twitter, wey?) confirmando el hallazgo y apuntando directamente al robo como móvil. Parece que estos turistas fueron víctimas de una banda de maleantes que estaban buscando una oportunidad fácil, aprovechándose de que la pareja era extranjera y quizás no conocía bien la dinámica de seguridad en la zona. Qué poca vergüenza...
Las autoridades llegaron a la finca después de que los dueños de un restaurante cercano alertaran sobre la ausencia de la pareja. Ellos habían ido a recogerle unas frutas que les debía y nunca llegaron a verlos. Al principio pensaron que simplemente habían salido de viaje, pero cuando pasó el día y no hubo novedades, pusieron la alerta. Un buen gesto, pero lamentablemente llegó demasiado tarde.
El panorama en Quepos está bastante sombrío. La gente está consternada, claro que sí. El turismo es la columna vertebral de esa comunidad y este hecho va a afectar muchísimo la imagen del cantón, ya que no es precisamente lo que los visitantes esperan encontrar acá en el paraíso. La policía ha intensificado los patrullajes en la zona y están revisando las cámaras de seguridad de los alrededores para tratar de identificar a los responsables. Es urgente atrapar a esos desgraciados.
Expertos en seguridad señalan que este caso pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la vigilancia en zonas rurales y turísticas alejadas de los centros urbanos principales. Muchos extranjeros se sienten seguros pensando que Costa Rica es un país tranquilo, pero la realidad es que el crimen también llega a estos rincones. Tenemos que tomar medidas más drásticas para proteger a nuestros visitantes y a nuestra gente, porque esto no puede seguir pasando.
Ahora, surge la pregunta: ¿Cómo podemos garantizar la seguridad de los turistas en zonas remotas de nuestro país? Además, ¿qué papel juega la falta de oportunidades económicas en el aumento de la criminalidad en estas áreas? Algunos sugieren aumentar la presencia policial, otros proponen programas de desarrollo social y económico para crear alternativas de empleo para los jóvenes. Creo que necesitamos atacar el problema desde todas las aristas, porque no hay soluciones mágicas, brete, esto requiere trabajo duro y compromiso de todos.
En fin, esta tragedia deja un sabor amargo en la boca a todos nosotros. Una pareja que venía a disfrutar de la belleza de Costa Rica encontró un final horrible. Esperemos que las autoridades logren capturar a los culpables y que este hecho sirva como una llamada de atención para mejorar la seguridad en nuestro país. Pero me pregunto... ¿realmente estamos haciendo lo suficiente para proteger a quienes visitan y viven en nuestras comunidades, o seguimos echándole leña al fuego?
Según las primeras investigaciones, la pareja alemana, cuyos nombres aún no han trascendido oficialmente por respeto a sus familiares, había llegado al país hace poco tiempo y compraron la finca buscando un pedacito de paraíso tico. Vecinos del área comentan que eran personas tranquilas, que se dedicaban a la agricultura orgánica y mantenían un perfil bajo. Nadie imaginaba que esto iba a pasar, diay, qué pesar.
El director del OIJ, Randall Zúñiga, soltó la bomba en su cuenta de X (¿quién usa todavía Twitter, wey?) confirmando el hallazgo y apuntando directamente al robo como móvil. Parece que estos turistas fueron víctimas de una banda de maleantes que estaban buscando una oportunidad fácil, aprovechándose de que la pareja era extranjera y quizás no conocía bien la dinámica de seguridad en la zona. Qué poca vergüenza...
Las autoridades llegaron a la finca después de que los dueños de un restaurante cercano alertaran sobre la ausencia de la pareja. Ellos habían ido a recogerle unas frutas que les debía y nunca llegaron a verlos. Al principio pensaron que simplemente habían salido de viaje, pero cuando pasó el día y no hubo novedades, pusieron la alerta. Un buen gesto, pero lamentablemente llegó demasiado tarde.
El panorama en Quepos está bastante sombrío. La gente está consternada, claro que sí. El turismo es la columna vertebral de esa comunidad y este hecho va a afectar muchísimo la imagen del cantón, ya que no es precisamente lo que los visitantes esperan encontrar acá en el paraíso. La policía ha intensificado los patrullajes en la zona y están revisando las cámaras de seguridad de los alrededores para tratar de identificar a los responsables. Es urgente atrapar a esos desgraciados.
Expertos en seguridad señalan que este caso pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la vigilancia en zonas rurales y turísticas alejadas de los centros urbanos principales. Muchos extranjeros se sienten seguros pensando que Costa Rica es un país tranquilo, pero la realidad es que el crimen también llega a estos rincones. Tenemos que tomar medidas más drásticas para proteger a nuestros visitantes y a nuestra gente, porque esto no puede seguir pasando.
Ahora, surge la pregunta: ¿Cómo podemos garantizar la seguridad de los turistas en zonas remotas de nuestro país? Además, ¿qué papel juega la falta de oportunidades económicas en el aumento de la criminalidad en estas áreas? Algunos sugieren aumentar la presencia policial, otros proponen programas de desarrollo social y económico para crear alternativas de empleo para los jóvenes. Creo que necesitamos atacar el problema desde todas las aristas, porque no hay soluciones mágicas, brete, esto requiere trabajo duro y compromiso de todos.
En fin, esta tragedia deja un sabor amargo en la boca a todos nosotros. Una pareja que venía a disfrutar de la belleza de Costa Rica encontró un final horrible. Esperemos que las autoridades logren capturar a los culpables y que este hecho sirva como una llamada de atención para mejorar la seguridad en nuestro país. Pero me pregunto... ¿realmente estamos haciendo lo suficiente para proteger a quienes visitan y viven en nuestras comunidades, o seguimos echándole leña al fuego?