¡Ay, Dios mío, qué alivio y qué chivato! Después de tanto papeleo y trámites, el Queso Turrialba finalmente consiguió el visto bueno en la Unión Europea. Esto significa que nuestra tradición quesera, esa que le damos como ‘code’ desde hace generaciones, va a tener mucha más protección allá afuera, lejos de los imitadores y los oportunistas. ¡Esto sí que es motivo para celebrar!
Como les cuento, este proceso no es pa’ bromear. Desde el 2012, cuando inscribimos la Denominación de Origen acá en Costa Rica – protegiendo el queso fresco que hacen con tanto cariño en Santa Cruz y Santa Teresita de Turrialba – sabíamos que llegar a Europa sería un brete. Pero bueno, con paciencia y perseverancia, parece que logramos romper las barreras.
La clave estuvo en demostrar que este queso no es cualquiera. Se trata de un método ancestral, un saber hacer que se transmite de padres a hijos durante más de cien años. No es simplemente mezclar leche y cuajar; hay secretos, hay tradiciones, hay un toque especial que solo se consigue ahí mismo, en esas tierras benditas de Turrialba. Hablando de eso, recuerdo que mi abuela siempre decía que el buen queso requiere de 'tiempo y paciencia', ¡y vaya razón tenía!
Después de publicar el aviso en el Diario Oficial de la Unión Europea en agosto pasado, hubo un lapso para que alguien pudiera objetar. Pues bien, ¡nadie dijo ni “muah”! Eso significó luz verde total. Ahora, los consumidores europeos van a poder confiar en que si compran Queso Turrialba, realmente están comprando nuestro queso, hecho con orgullo tico y con todos los estándares de calidad.
Y esto no es solo importante para los productores, ¿eh? También es un gran espaldazo para la economía de la zona. Imaginen todas las oportunidades que se pueden abrir, las exportaciones, el turismo gastronómico... ¡una verdadera inyección de vida para Turrialba! Además, demuestra que Costa Rica sí puede competir en el escenario internacional, defendiendo nuestros productos y nuestras raíces.
Ahora, claro, el trabajo no termina aquí. Hay que seguir caminando junto con la Unión Europea, formalizando esta protección y asegurándonos de que se cumplan todas las normas. Pero este es un primer paso gigante, un triunfo para la dedicación de los pequeños productores y para todos los que creemos en el potencial de nuestros productos nacionales. Vamos a darle con todo, maes, ¡el Queso Turrialba se rifa en Europa!
Muchos recuerdan las batallas que tuvimos con otros productos agrícolas, donde nos vimos superados por intereses extranjeros. Con esto, vemos cómo la defensa firme de nuestra identidad y nuestras tradiciones puede traer resultados tangibles. Este reconocimiento resalta la importancia de preservar esos métodos artesanales, incluso cuando la tecnología avanza a pasos agigantados. Es un mensaje claro: lo auténtico siempre tiene valor, y nosotros tenemos mucho que ofrecer al mundo. Pura vida, señores.
En fin, este logro es de quitarse el sombrero, pero me queda la duda rondando por la cabeza: ¿Cómo creen ustedes que podemos aprovechar aún más este impulso para promover otros productos costarricenses con Denominación de Origen en mercados internacionales? ¿Cuáles serían las estrategias más efectivas para llevar la esencia de Costa Rica a todos los rincones del planeta?
Como les cuento, este proceso no es pa’ bromear. Desde el 2012, cuando inscribimos la Denominación de Origen acá en Costa Rica – protegiendo el queso fresco que hacen con tanto cariño en Santa Cruz y Santa Teresita de Turrialba – sabíamos que llegar a Europa sería un brete. Pero bueno, con paciencia y perseverancia, parece que logramos romper las barreras.
La clave estuvo en demostrar que este queso no es cualquiera. Se trata de un método ancestral, un saber hacer que se transmite de padres a hijos durante más de cien años. No es simplemente mezclar leche y cuajar; hay secretos, hay tradiciones, hay un toque especial que solo se consigue ahí mismo, en esas tierras benditas de Turrialba. Hablando de eso, recuerdo que mi abuela siempre decía que el buen queso requiere de 'tiempo y paciencia', ¡y vaya razón tenía!
Después de publicar el aviso en el Diario Oficial de la Unión Europea en agosto pasado, hubo un lapso para que alguien pudiera objetar. Pues bien, ¡nadie dijo ni “muah”! Eso significó luz verde total. Ahora, los consumidores europeos van a poder confiar en que si compran Queso Turrialba, realmente están comprando nuestro queso, hecho con orgullo tico y con todos los estándares de calidad.
Y esto no es solo importante para los productores, ¿eh? También es un gran espaldazo para la economía de la zona. Imaginen todas las oportunidades que se pueden abrir, las exportaciones, el turismo gastronómico... ¡una verdadera inyección de vida para Turrialba! Además, demuestra que Costa Rica sí puede competir en el escenario internacional, defendiendo nuestros productos y nuestras raíces.
Ahora, claro, el trabajo no termina aquí. Hay que seguir caminando junto con la Unión Europea, formalizando esta protección y asegurándonos de que se cumplan todas las normas. Pero este es un primer paso gigante, un triunfo para la dedicación de los pequeños productores y para todos los que creemos en el potencial de nuestros productos nacionales. Vamos a darle con todo, maes, ¡el Queso Turrialba se rifa en Europa!
Muchos recuerdan las batallas que tuvimos con otros productos agrícolas, donde nos vimos superados por intereses extranjeros. Con esto, vemos cómo la defensa firme de nuestra identidad y nuestras tradiciones puede traer resultados tangibles. Este reconocimiento resalta la importancia de preservar esos métodos artesanales, incluso cuando la tecnología avanza a pasos agigantados. Es un mensaje claro: lo auténtico siempre tiene valor, y nosotros tenemos mucho que ofrecer al mundo. Pura vida, señores.
En fin, este logro es de quitarse el sombrero, pero me queda la duda rondando por la cabeza: ¿Cómo creen ustedes que podemos aprovechar aún más este impulso para promover otros productos costarricenses con Denominación de Origen en mercados internacionales? ¿Cuáles serían las estrategias más efectivas para llevar la esencia de Costa Rica a todos los rincones del planeta?