¡Ay, Dios mío! Parece que San Rafael se nos cayó encima. El ICE soltó la bomba: ¡más de 42 mil rayos en una semanota! Entre el 29 de septiembre y el 5 de octubre, nuestro país recibió una paliza eléctrica que dejó a muchos preguntándose si vamos a tener que empezar a cargar los celulares con relámpagos.
Según el Instituto Costarricense de Electricidad, la actividad eléctrica fue 'alta', especialmente en el Pacífico Norte, que se llevó la palma con casi 24 mil descargas. ¡Eso sí es darle candela! Le siguen la Zona Norte, el Valle Central, el Pacífico Sur, el Pacífico Central, el Caribe Norte y hasta el Caribe Sur, que se salvó de lo peor, aunque con 191 descargas, tampoco es que se quedaron tranquilos, chunches.
Y ni hablar del acumulado anual. Ya vamos por 754 mil descargas desde principios de año, ¡una barbaridad! Septiembre también se vistió de gala con 153 mil descargas, un 25% más que lo normal. Claramente, esto confirma que la temporada lluviosa nos trae sus propios problemas, aparte de los charcos y el tráfico… ¡qué torta!
Para ponerle un poquito de orden a este panorama, el ICE nos dio un desglose semanal. Desde el primer día de septiembre hasta ahora, tuvimos alrededor de 37 mil descargas, escalando hasta llegar a casi 40 mil en la segunda semana. Después bajamos un poquito, pero luego volvimos a subir. Un brete de números, pero la conclusión es clara: estamos recibiendo rayazos a diestra y siniestra.
Ahora bien, ¿por qué tanta descarga? Bueno, pues la explicación corta es que tenemos muchas nubes cargadas de electricidad chocando entre ellas. Esto crea esos destellos brillantes que tanto asustan, pero también pueden causar daños si no tomamos precauciones. Y hablando de precauciones, el ICE, con toda la razón, nos recuerda desconectar los electrodomésticos y evitar refugios peligrosos como árboles o postes de metal. ¡Mejor buscar un lugar seguro, máes!
Es importante recordar que estos eventos, aunque impresionantes, son parte de la naturaleza. Pero eso no significa que debamos quitarles importancia. Con el cambio climático, estas situaciones podrían volverse aún más frecuentes e intensas. Por eso, redoblar esfuerzos en materia de adaptación es fundamental, para protegernos y minimizar los riesgos.
Por otro lado, hay que reconocer que esta actividad eléctrica es vital para nuestro ecosistema. Los rayos ayudan a fijar el nitrógeno en el suelo, nutriendo las plantas y contribuyendo a la fertilidad de nuestros campos. Así que, aunque nos den un sustito, también cumplen una función importante. ¡Todo en la vida tiene sus pros y contras, ey!
En fin, con todos estos datos, la pregunta que me queda es: ¿Estamos preparados como país para afrontar un aumento continuo en la actividad eléctrica? ¿Qué medidas adicionales podemos tomar para protegernos y garantizar la seguridad de nuestras comunidades, máxime considerando que algunos dicen que lo peor está por venir? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensan ustedes!
Según el Instituto Costarricense de Electricidad, la actividad eléctrica fue 'alta', especialmente en el Pacífico Norte, que se llevó la palma con casi 24 mil descargas. ¡Eso sí es darle candela! Le siguen la Zona Norte, el Valle Central, el Pacífico Sur, el Pacífico Central, el Caribe Norte y hasta el Caribe Sur, que se salvó de lo peor, aunque con 191 descargas, tampoco es que se quedaron tranquilos, chunches.
Y ni hablar del acumulado anual. Ya vamos por 754 mil descargas desde principios de año, ¡una barbaridad! Septiembre también se vistió de gala con 153 mil descargas, un 25% más que lo normal. Claramente, esto confirma que la temporada lluviosa nos trae sus propios problemas, aparte de los charcos y el tráfico… ¡qué torta!
Para ponerle un poquito de orden a este panorama, el ICE nos dio un desglose semanal. Desde el primer día de septiembre hasta ahora, tuvimos alrededor de 37 mil descargas, escalando hasta llegar a casi 40 mil en la segunda semana. Después bajamos un poquito, pero luego volvimos a subir. Un brete de números, pero la conclusión es clara: estamos recibiendo rayazos a diestra y siniestra.
Ahora bien, ¿por qué tanta descarga? Bueno, pues la explicación corta es que tenemos muchas nubes cargadas de electricidad chocando entre ellas. Esto crea esos destellos brillantes que tanto asustan, pero también pueden causar daños si no tomamos precauciones. Y hablando de precauciones, el ICE, con toda la razón, nos recuerda desconectar los electrodomésticos y evitar refugios peligrosos como árboles o postes de metal. ¡Mejor buscar un lugar seguro, máes!
Es importante recordar que estos eventos, aunque impresionantes, son parte de la naturaleza. Pero eso no significa que debamos quitarles importancia. Con el cambio climático, estas situaciones podrían volverse aún más frecuentes e intensas. Por eso, redoblar esfuerzos en materia de adaptación es fundamental, para protegernos y minimizar los riesgos.
Por otro lado, hay que reconocer que esta actividad eléctrica es vital para nuestro ecosistema. Los rayos ayudan a fijar el nitrógeno en el suelo, nutriendo las plantas y contribuyendo a la fertilidad de nuestros campos. Así que, aunque nos den un sustito, también cumplen una función importante. ¡Todo en la vida tiene sus pros y contras, ey!
En fin, con todos estos datos, la pregunta que me queda es: ¿Estamos preparados como país para afrontar un aumento continuo en la actividad eléctrica? ¿Qué medidas adicionales podemos tomar para protegernos y garantizar la seguridad de nuestras comunidades, máxime considerando que algunos dicen que lo peor está por venir? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensan ustedes!