¡Ay, pata! Resulta que las empresas extranjeras le están metiendo buen dinero al país otra vez, ¿eh? Según datos frescos de la U, reinvirtieron unos 283 millones verdes más que el año pasado. Eso suena a música celestial, sobre todo porque la economía andaba un poquito depre.
Para ponerle pausa, este respiro de la inversión viene después de un semestre donde la Inversión Extranjera Directa (IED) bajó un 7%, llegando a dos mil pico y medio de millones. No es tan grave, ojo, porque seguimos siendo la segunda mejor cifra de los últimos diez años, solo le gana el año pasado que rompimos todos los récords. Pero igual, ¡una bajada es una bajada!
Lo que realmente le está dando oxígeno es el Régimen de Zonas Francas. Ahí es donde se concentró la mayor parte del dinero, casi mil cien millones, vamos, ¡más de la mitad del pastel! También le fueron bien las zonas definitivas y las inmobiliarias. Parece que ahí sí hay movimiento, aunque sea pa'lante. El mae del Observatorio Económico y Social, Roxana Morales, dice que las broncas de comercio internacional no nos pegaron tanto, qué alivio...
Morales también nos echó una cosita: las exportaciones subieron un 16% con respecto al año pasado, y a Estados Unidos, ¡hasta un 22%! Pero aprieten los machos, porque vienen turbulencias. Se espera que la planta de Intel, que hacía procesadores, empiece a cerrar poco a poco, y Qorvo, otra empresa, va a mudar sus cosas a Asia. ¡Eso afecta, varas!
Y si eso no fuera suficiente, ahí anda Donaldo Trump amenazando con poner aranceles a los chips, semiconductores y aparatos médicos. ¡Uy, uy, uy! Eso sí que nos puede meter en un brete serio. Ya saben cómo funcionan esas cosas, un arancel acá, un arancel allá y de pronto estamos pagando la factura.
Pero no todo está perdido, chunches. Costa Rica tiene la fama de saber batallar, de salir siempre adelante. Tenemos gente talentosa, buena infraestructura (aunque a veces les falte un tornillo), y acuerdos comerciales con varios países. Entonces, si nos esforzamos y le ponemos empeño, podemos capear este temporal.
La clave ahora es estar atentos a lo que pasa en el mundo, diversificar nuestra economía, buscar nuevos mercados y seguir apostando por la educación y la innovación. Porque, díganlo claro, no podemos depender solo de unas pocas industrias ni de un solo cliente. Esa es una vara muy delgada, y nos puede salir cara.
En fin, parece que tenemos motivos para celebrar un poco, pero también para mantener los ojos abiertos y prepararnos para lo que venga. ¿Ustedes creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para mitigar los posibles efectos negativos de estos cambios económicos? ¡Compártanme su opinión en el foro!
Para ponerle pausa, este respiro de la inversión viene después de un semestre donde la Inversión Extranjera Directa (IED) bajó un 7%, llegando a dos mil pico y medio de millones. No es tan grave, ojo, porque seguimos siendo la segunda mejor cifra de los últimos diez años, solo le gana el año pasado que rompimos todos los récords. Pero igual, ¡una bajada es una bajada!
Lo que realmente le está dando oxígeno es el Régimen de Zonas Francas. Ahí es donde se concentró la mayor parte del dinero, casi mil cien millones, vamos, ¡más de la mitad del pastel! También le fueron bien las zonas definitivas y las inmobiliarias. Parece que ahí sí hay movimiento, aunque sea pa'lante. El mae del Observatorio Económico y Social, Roxana Morales, dice que las broncas de comercio internacional no nos pegaron tanto, qué alivio...
Morales también nos echó una cosita: las exportaciones subieron un 16% con respecto al año pasado, y a Estados Unidos, ¡hasta un 22%! Pero aprieten los machos, porque vienen turbulencias. Se espera que la planta de Intel, que hacía procesadores, empiece a cerrar poco a poco, y Qorvo, otra empresa, va a mudar sus cosas a Asia. ¡Eso afecta, varas!
Y si eso no fuera suficiente, ahí anda Donaldo Trump amenazando con poner aranceles a los chips, semiconductores y aparatos médicos. ¡Uy, uy, uy! Eso sí que nos puede meter en un brete serio. Ya saben cómo funcionan esas cosas, un arancel acá, un arancel allá y de pronto estamos pagando la factura.
Pero no todo está perdido, chunches. Costa Rica tiene la fama de saber batallar, de salir siempre adelante. Tenemos gente talentosa, buena infraestructura (aunque a veces les falte un tornillo), y acuerdos comerciales con varios países. Entonces, si nos esforzamos y le ponemos empeño, podemos capear este temporal.
La clave ahora es estar atentos a lo que pasa en el mundo, diversificar nuestra economía, buscar nuevos mercados y seguir apostando por la educación y la innovación. Porque, díganlo claro, no podemos depender solo de unas pocas industrias ni de un solo cliente. Esa es una vara muy delgada, y nos puede salir cara.
En fin, parece que tenemos motivos para celebrar un poco, pero también para mantener los ojos abiertos y prepararnos para lo que venga. ¿Ustedes creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para mitigar los posibles efectos negativos de estos cambios económicos? ¡Compártanme su opinión en el foro!