¡Ay, Dios mío! Esto sí que ha dado qué hablar, fíjate tú. Un guardaparque de la Isla del Coco sufrió un sustazo tremendo después de caer por un precipicio de unos 40 metros. Imagínate la bronca que se armó ahí adentro, en medio de la selva más tupida que puedas pensar. Según Sinac, el percance pasó el martes pasado, cerca del Cerro Yglesias, en plena área protegida del parque nacional. ¡Qué despache!
Lo peor de todo es que el pobre hombre estaba acompañándose de otro compa guardaparque, pero por la lejanía del lugar, tuvo que caminar casi tres horas para conseguir señal de radio y avisar de la emergencia. Tres horas, ¡imagínate el susto y la preocupación! Mandó un SOS a la estación de Bahía Wafer, y ahí empezó el relajo.
Se movilizaron to’s los gremios, fíjate. Desde el Área de Conservación Marina Coco hasta el Cuerpo de Bomberos, pasando por Seguridad Pública y los Guardacostas. ¡Y eso no es todo! Hasta los gringos de la guardia costera americana mandaron apoyo, porque el terreno es un brete complicado. Al parecer, era pura jungla y rocas, y sacar al mae de allá debía ser un verdadero chunche.
Según Sinac, el guardaparque está bien, a pesar de los golpes fuertes y el dolor generalizado. Está recibiendo atención médica en el mismo lugar donde cayó, así que eso da un poquito de tranquilidad, ¿verdad? Pero aún queda mucho por hacer para sacarlo de allí, porque la zona es un desafío constante. El tipo anda aguantando, afortunadamente, pero la situación es complicada.
El rescate ha sido lento, ¡una torta lenta! Las autoridades explican que la topografía del lugar es muy accidentada, con mucha humedad y una vegetación densísima. Dicen que completar el traslado hasta Cerro Yglesias podría llevarles todo el día, y luego hay unas cuantas horas más para llegar a la base de Bahía Wafer. Con este clima, ni te cuento... parece que la naturaleza se lo puso difícil a propósito.
Para ayudar en la faena, han enviado personal con equipos especializados en rescate vertical y atención médica, priorizando siempre la seguridad del herido y de los que están trabajando. Los bomberos y los guardaparques están dando lo mejor de sí, tratando de avanzar paso a paso. Mandaron refuerzos por tierra y por mar; primero un barco salió de Golfito rumbo a la isla, y también enviaron personal adicional desde el aeropuerto a Golfito, cargados de suministros y medicinas.
Además, el Servicio Nacional de Guardacostas movilizó la embarcación SNG-110-1 desde Golfito, con un viaje que tardará unas 25 horas. Esa nave lleva más personal de apoyo, funcionarios de los Guardacostas y dos paramédicos más de Bomberos. ¡Imagínate la logística que hay detrás de esto! Una verdadera operación a gran escala para rescatar a un mae que tuvo la mala pata de caerse en ese paraje remoto.
Ya lograron estabilizarlo y ahora esperan que las condiciones climáticas mejoren para poder completarle el rescate y mandarlo al hospital. Parece que este brete va a durar un buen rato, pero todos están poniendo el corazón y el alma para que llegue pronto a casa sano y salvo. ¿Crees que esta situación pone en evidencia la importancia de invertir en mejores protocolos de seguridad para los guardaparques que trabajan en zonas tan remotas y peligrosas como la Isla del Coco?
Lo peor de todo es que el pobre hombre estaba acompañándose de otro compa guardaparque, pero por la lejanía del lugar, tuvo que caminar casi tres horas para conseguir señal de radio y avisar de la emergencia. Tres horas, ¡imagínate el susto y la preocupación! Mandó un SOS a la estación de Bahía Wafer, y ahí empezó el relajo.
Se movilizaron to’s los gremios, fíjate. Desde el Área de Conservación Marina Coco hasta el Cuerpo de Bomberos, pasando por Seguridad Pública y los Guardacostas. ¡Y eso no es todo! Hasta los gringos de la guardia costera americana mandaron apoyo, porque el terreno es un brete complicado. Al parecer, era pura jungla y rocas, y sacar al mae de allá debía ser un verdadero chunche.
Según Sinac, el guardaparque está bien, a pesar de los golpes fuertes y el dolor generalizado. Está recibiendo atención médica en el mismo lugar donde cayó, así que eso da un poquito de tranquilidad, ¿verdad? Pero aún queda mucho por hacer para sacarlo de allí, porque la zona es un desafío constante. El tipo anda aguantando, afortunadamente, pero la situación es complicada.
El rescate ha sido lento, ¡una torta lenta! Las autoridades explican que la topografía del lugar es muy accidentada, con mucha humedad y una vegetación densísima. Dicen que completar el traslado hasta Cerro Yglesias podría llevarles todo el día, y luego hay unas cuantas horas más para llegar a la base de Bahía Wafer. Con este clima, ni te cuento... parece que la naturaleza se lo puso difícil a propósito.
Para ayudar en la faena, han enviado personal con equipos especializados en rescate vertical y atención médica, priorizando siempre la seguridad del herido y de los que están trabajando. Los bomberos y los guardaparques están dando lo mejor de sí, tratando de avanzar paso a paso. Mandaron refuerzos por tierra y por mar; primero un barco salió de Golfito rumbo a la isla, y también enviaron personal adicional desde el aeropuerto a Golfito, cargados de suministros y medicinas.
Además, el Servicio Nacional de Guardacostas movilizó la embarcación SNG-110-1 desde Golfito, con un viaje que tardará unas 25 horas. Esa nave lleva más personal de apoyo, funcionarios de los Guardacostas y dos paramédicos más de Bomberos. ¡Imagínate la logística que hay detrás de esto! Una verdadera operación a gran escala para rescatar a un mae que tuvo la mala pata de caerse en ese paraje remoto.
Ya lograron estabilizarlo y ahora esperan que las condiciones climáticas mejoren para poder completarle el rescate y mandarlo al hospital. Parece que este brete va a durar un buen rato, pero todos están poniendo el corazón y el alma para que llegue pronto a casa sano y salvo. ¿Crees que esta situación pone en evidencia la importancia de invertir en mejores protocolos de seguridad para los guardaparques que trabajan en zonas tan remotas y peligrosas como la Isla del Coco?