¡Ay, Dios mío! Parece que en la Asamblea Legislativa se puso el modo 'venganza política'. La diputada Daniela Rojas, del PUSC, soltó la bomba ayer: asegura que el gobierno de Rodrigo Chaves le está haciendo leña del árbol caído por haberle levantado la inmunidad. Vamos por partes, porque esto se puso bien picante.
Todo arranca desde que empezaron las sesiones extraordinarias, donde el Poder Ejecutivo controla la agenda. Según Rojas, tanto ella, como otros diputados del PLN, del Frente Amplio e incluso algunos independentes, están siendo ignorados en cuanto a la convocatoria de proyectos. Pero ojo, aquí viene el detalle: todos estos legisladores votaron a favor de quitarle el escudo legal al Presidente en el asunto del BCIE-Cariñitos. ¿Coincidencia? Pues pa’ algunos, no mucho…
"Seamos claros, esa es la razón", sentenció Rojas, prácticamente tirándole la verdura encima al gobierno. La diputada no anduvo con rodeos, y expuso públicamente la situación durante un intercambio acalorado con representantes de Liberación Nacional sobre una moción de posposición. Entre discusiones y medias frases, dejó claro que su nombre figura en la lista de los marginados políticos.
Lo curioso de todo este brete es que, según explica la propia legisladora, el gobierno tiene interés en avanzar un proyecto suyo, el expediente 4-3, que precisamente es de su autoría. Sin embargo, a día de hoy, ese proyecto anda totalmente desconvocado, arrastrando polvo en algún rincón de la Asamblea. "Creo que no me van a convocar nada. Esa es la realidad con la que tenemos que hacer frente, aunque no nos guste", lamentó Rojas, evidenciando la tensión palpable en el ambiente legislativo.
Pero la cosa no termina ahí, pues la diputada aprovechó la coyuntura para criticar la actitud de Liberación Nacional, acusándolos de estar más preocupados por castigar a la Unidad Social Cristiana (PUSC) por algunos de sus colegas que sí reciben convocatorias del gobierno, que por buscar soluciones reales para el país. "No es a la Unidad a la que castigan, discúlpenme, pero de pronto hasta más rédito le están dando al presidente", enfatizó, dejando caer que la oposición se está equivocando de blanco.
En medio de este panorama turbio, Rojas y su compañero de partido, Carlos Felipe García, lanzaron un llamado al diálogo y al consenso, buscando tender puentes con el oficialismo y con el resto de las fuerzas políticas, especialmente de cara al cierre del período legislativo en diciembre y al inicio del próximo año. “Llamado al oficialismo, al Ejecutivo, a los compañeros diputados para que entablen diálogo, para que podamos construir un consenso,” manifestó, aunque reconoció que ya saben cuál será la respuesta. Una frase que deja ver cierto desencanto ante la posibilidad de llegar a acuerdos en el actual clima político.
Este choque entre el PUSC y el PLN, con señalamientos de revanchas y acusaciones cruzadas, parece beneficiar al gobierno, según argumenta Rojas. La diputada considera que este tipo de confrontaciones solo sirven para fortalecer la narrativa oficialista y distraer la atención de temas más urgentes para la población. Es evidente que la situación se puso tensa, y que la política nacional está atravesando una etapa de polarización extrema, donde las relaciones personales parecen tener más peso que los intereses del país.
Con toda esta movida, surge una gran inquietud: ¿Podrán los diputados superar sus diferencias ideológicas y encontrar puntos en común para legislar en beneficio de la ciudadanía, o seguiremos viendo una Asamblea dividida y paralizada por rencillas políticas? ¿Cree usted que el gobierno está utilizando la venganza política como herramienta de gestión, o que simplemente se trata de un conflicto inevitable en el marco de la dinámica democrática?
Todo arranca desde que empezaron las sesiones extraordinarias, donde el Poder Ejecutivo controla la agenda. Según Rojas, tanto ella, como otros diputados del PLN, del Frente Amplio e incluso algunos independentes, están siendo ignorados en cuanto a la convocatoria de proyectos. Pero ojo, aquí viene el detalle: todos estos legisladores votaron a favor de quitarle el escudo legal al Presidente en el asunto del BCIE-Cariñitos. ¿Coincidencia? Pues pa’ algunos, no mucho…
"Seamos claros, esa es la razón", sentenció Rojas, prácticamente tirándole la verdura encima al gobierno. La diputada no anduvo con rodeos, y expuso públicamente la situación durante un intercambio acalorado con representantes de Liberación Nacional sobre una moción de posposición. Entre discusiones y medias frases, dejó claro que su nombre figura en la lista de los marginados políticos.
Lo curioso de todo este brete es que, según explica la propia legisladora, el gobierno tiene interés en avanzar un proyecto suyo, el expediente 4-3, que precisamente es de su autoría. Sin embargo, a día de hoy, ese proyecto anda totalmente desconvocado, arrastrando polvo en algún rincón de la Asamblea. "Creo que no me van a convocar nada. Esa es la realidad con la que tenemos que hacer frente, aunque no nos guste", lamentó Rojas, evidenciando la tensión palpable en el ambiente legislativo.
Pero la cosa no termina ahí, pues la diputada aprovechó la coyuntura para criticar la actitud de Liberación Nacional, acusándolos de estar más preocupados por castigar a la Unidad Social Cristiana (PUSC) por algunos de sus colegas que sí reciben convocatorias del gobierno, que por buscar soluciones reales para el país. "No es a la Unidad a la que castigan, discúlpenme, pero de pronto hasta más rédito le están dando al presidente", enfatizó, dejando caer que la oposición se está equivocando de blanco.
En medio de este panorama turbio, Rojas y su compañero de partido, Carlos Felipe García, lanzaron un llamado al diálogo y al consenso, buscando tender puentes con el oficialismo y con el resto de las fuerzas políticas, especialmente de cara al cierre del período legislativo en diciembre y al inicio del próximo año. “Llamado al oficialismo, al Ejecutivo, a los compañeros diputados para que entablen diálogo, para que podamos construir un consenso,” manifestó, aunque reconoció que ya saben cuál será la respuesta. Una frase que deja ver cierto desencanto ante la posibilidad de llegar a acuerdos en el actual clima político.
Este choque entre el PUSC y el PLN, con señalamientos de revanchas y acusaciones cruzadas, parece beneficiar al gobierno, según argumenta Rojas. La diputada considera que este tipo de confrontaciones solo sirven para fortalecer la narrativa oficialista y distraer la atención de temas más urgentes para la población. Es evidente que la situación se puso tensa, y que la política nacional está atravesando una etapa de polarización extrema, donde las relaciones personales parecen tener más peso que los intereses del país.
Con toda esta movida, surge una gran inquietud: ¿Podrán los diputados superar sus diferencias ideológicas y encontrar puntos en común para legislar en beneficio de la ciudadanía, o seguiremos viendo una Asamblea dividida y paralizada por rencillas políticas? ¿Cree usted que el gobierno está utilizando la venganza política como herramienta de gestión, o que simplemente se trata de un conflicto inevitable en el marco de la dinámica democrática?