¡Ay, Dios mío, qué alivio! Después de horas de estar atascados como sardinas en lata, el MOPT finalmente dio luz verde para reabrir la ruta 32 esta mañana. La verdad, la expectativa era alta, porque desde ayer estábamos varados, viendo cómo pasaban las horas lentitas como tortugas. Algunos ya pensando en acampar ahí mismo, ¡qué despiche!
Todo comenzó con un deslizamiento de tierra bastante fuerte debido a las lluvias torrenciales que nos ha estado pegando últimamente. El material cayó justo en medio de la carretera, bloqueando totalmente el paso entre San José y Limón. Imagínate el fiaco, los turistas desesperados por llegar a sus destinos, los camiones de carga perdiendo tiempo valioso y nosotros, los mortales, atrapados en el tráfico.
Desde el MOPT dijeron que trabajaron día y noche para retirar el lodo y las rocas, y debo reconocer que hicieron un esfuerzo considerable. Se vieron excavadoras, retroexcavadoras y operarios dando fondo para despejar la vía lo más rápido posible. Sin embargo, como siempre pasa por acá, la realidad supera cualquier expectativa positiva. Aunque hayan abierto la carretera, la cosa sigue siendo complicada, diay.
La reapertura ocurrió alrededor de las 10:00 a.m., pero la fila de vehículos que se formó durante toda la noche es kilométrica. Según Google Maps y Waze, la cola se extendía por casi un kilómetro, lo que significa que muchos de los que estaban esperando desde temprano todavía tienen que lidiar con la paciencia de Job. No es fácil mantener la calma cuando tienes prisa y ves pasar los carros a paso de tortuga.
Lo que más me preocupa es la falta de información clara. El MOPT soltó un comunicado por redes sociales diciendo que la fila iba a avanzar pronto, pero nadie sabía cuánto iban a tardar en moverse unos metros. Hubo gente que se fue decepcionada, pero otros decidieron quedarse, agarrados a la esperanza de poder salir antes de caer la noche. Ahí te digo, la fe mueve montañas... o al menos, ayuda a aguantar el tráfico.
Y ni hablar de los taxistas y los dueños de changos, que aprovecharon la coyuntura para subir los precios. ¡Qué carga!, algunos pedían sumas exorbitantes para llevar a la gente a sus destinos. Hay que tener cuidado con esos oportunistas, que siempre aparecen cuando uno está vulnerable. La avaricia, brete que nunca falta, ¿verdad?
Ahora, la gran pregunta es si este tipo de incidentes van a seguir ocurriendo con frecuencia. La ruta 32 es vital para el transporte de personas y mercancías hacia la costa caribeña, pero su infraestructura es deficiente y propensa a sufrir daños por las lluvias e inundaciones. Necesitamos urgentemente una inversión seria en mantenimiento y mejoras, sino vamos a seguir pasando por estos aprietos año tras año. ¿Será que algún día tendremos una carretera digna de llamarse moderna?
En fin, la ruta 32 está abierta, pero la experiencia sigue siendo un verdadero chunche. Con la situación actual, ¿creen que el gobierno debería priorizar inversiones inmediatas para mejorar la seguridad y eficiencia de la ruta 32, o deberían enfocarse en proyectos de largo plazo? Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan mis compas ticos sobre este lío.
Todo comenzó con un deslizamiento de tierra bastante fuerte debido a las lluvias torrenciales que nos ha estado pegando últimamente. El material cayó justo en medio de la carretera, bloqueando totalmente el paso entre San José y Limón. Imagínate el fiaco, los turistas desesperados por llegar a sus destinos, los camiones de carga perdiendo tiempo valioso y nosotros, los mortales, atrapados en el tráfico.
Desde el MOPT dijeron que trabajaron día y noche para retirar el lodo y las rocas, y debo reconocer que hicieron un esfuerzo considerable. Se vieron excavadoras, retroexcavadoras y operarios dando fondo para despejar la vía lo más rápido posible. Sin embargo, como siempre pasa por acá, la realidad supera cualquier expectativa positiva. Aunque hayan abierto la carretera, la cosa sigue siendo complicada, diay.
La reapertura ocurrió alrededor de las 10:00 a.m., pero la fila de vehículos que se formó durante toda la noche es kilométrica. Según Google Maps y Waze, la cola se extendía por casi un kilómetro, lo que significa que muchos de los que estaban esperando desde temprano todavía tienen que lidiar con la paciencia de Job. No es fácil mantener la calma cuando tienes prisa y ves pasar los carros a paso de tortuga.
Lo que más me preocupa es la falta de información clara. El MOPT soltó un comunicado por redes sociales diciendo que la fila iba a avanzar pronto, pero nadie sabía cuánto iban a tardar en moverse unos metros. Hubo gente que se fue decepcionada, pero otros decidieron quedarse, agarrados a la esperanza de poder salir antes de caer la noche. Ahí te digo, la fe mueve montañas... o al menos, ayuda a aguantar el tráfico.
Y ni hablar de los taxistas y los dueños de changos, que aprovecharon la coyuntura para subir los precios. ¡Qué carga!, algunos pedían sumas exorbitantes para llevar a la gente a sus destinos. Hay que tener cuidado con esos oportunistas, que siempre aparecen cuando uno está vulnerable. La avaricia, brete que nunca falta, ¿verdad?
Ahora, la gran pregunta es si este tipo de incidentes van a seguir ocurriendo con frecuencia. La ruta 32 es vital para el transporte de personas y mercancías hacia la costa caribeña, pero su infraestructura es deficiente y propensa a sufrir daños por las lluvias e inundaciones. Necesitamos urgentemente una inversión seria en mantenimiento y mejoras, sino vamos a seguir pasando por estos aprietos año tras año. ¿Será que algún día tendremos una carretera digna de llamarse moderna?
En fin, la ruta 32 está abierta, pero la experiencia sigue siendo un verdadero chunche. Con la situación actual, ¿creen que el gobierno debería priorizar inversiones inmediatas para mejorar la seguridad y eficiencia de la ruta 32, o deberían enfocarse en proyectos de largo plazo? Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan mis compas ticos sobre este lío.