Maes, ¿se acuerdan de la eterna discusión de si los choferes de Uber son "socios colaboradores" o simplemente empleados? Diay, parece que después de casi diez años de operar en el país y de mil debates, la vara por fin se está aclarando en los Tribunales... y no precisamente a favor de Uber. Para la empresa, ¡qué torta se les armó con esta nueva sentencia!
La historia es así: un mae que le dio al volante para la app por casi cuatro años, entre 2019 y 2023, de un pronto a otro, ¡pum!, lo "desconectaron". O sea, en buen tico, lo echaron sin decirle ni agua va y sin justificación alguna. El compa, que de fijo no se iba a quedar de brazos cruzados, demandó a la empresa alegando que eso era un despido injustificado de toda la vida y que él no era ningún "socio", sino un trabajador con todas las de la ley. Después de todo el despiche legal, un Tribunal de Apelación acaba de confirmar la primera sentencia: le dieron la razón al chofer. Ahora Uber tiene que aflojar como 10 melones por preaviso, cesantía y todo el enredo.
Y aquí es donde la cosa se pone realmente tuanis. El argumento clave que usaron los jueces fue el de la "subordinación". Básicamente, le dijeron a Uber: "Un toque. Ustedes ponen las tarifas, ustedes le dicen al chofer por dónde ir, ustedes los sancionan si cancelan muchos viajes y hasta les miden el rendimiento con estrellitas... ¿Cómo se atreven a decir que no hay una relación de jefe a empleado?". La sentencia deja claro que no hace falta tener a un supervisor respirándole en la nuca para que algo sea un brete. En este caso, la misma aplicación es el jefe, el que da las órdenes y el que castiga. Más claro, imposible.
Esto, maes, es un bombazo. ¿Por qué? Porque esta resolución es de última instancia y sienta un precedente importantísimo. Se abrió el portillo para que cualquier otro conductor en una situación similar pueda ir a reclamar sus derechos. El abogado que llevó el caso fue clarísimo: la recomendación para los choferes es que documenten absolutamente todo. Guarden capturas de pantalla, registros de pagos, fechas, horas... todo el chunche sirve. ¡Qué carga de precedente para los conductores, que ahora tienen el sartén por el mango para defenderse!
Uber, por su parte, sigue con el mismo cassette de que ellos son una empresa de tecnología y que los conductores son "independientes". Un discurso que, con esta sentencia en mano, se ve más flojo que un tornillo. Han dicho que van a respetar la regulación que se apruebe en el país, pero mientras tanto, la procesión va por dentro. Se les acabó el tiempo de hacerse los locos y de jugar en una zona gris. La justicia ya les está marcando la cancha. La pregunta del millón ahora es: ¿creen que esto va a causar una avalancha de demandas? ¿O Uber por fin se va a sentar a negociar una regulación seria para no irse al traste con tanto pleito? Los leo.
La historia es así: un mae que le dio al volante para la app por casi cuatro años, entre 2019 y 2023, de un pronto a otro, ¡pum!, lo "desconectaron". O sea, en buen tico, lo echaron sin decirle ni agua va y sin justificación alguna. El compa, que de fijo no se iba a quedar de brazos cruzados, demandó a la empresa alegando que eso era un despido injustificado de toda la vida y que él no era ningún "socio", sino un trabajador con todas las de la ley. Después de todo el despiche legal, un Tribunal de Apelación acaba de confirmar la primera sentencia: le dieron la razón al chofer. Ahora Uber tiene que aflojar como 10 melones por preaviso, cesantía y todo el enredo.
Y aquí es donde la cosa se pone realmente tuanis. El argumento clave que usaron los jueces fue el de la "subordinación". Básicamente, le dijeron a Uber: "Un toque. Ustedes ponen las tarifas, ustedes le dicen al chofer por dónde ir, ustedes los sancionan si cancelan muchos viajes y hasta les miden el rendimiento con estrellitas... ¿Cómo se atreven a decir que no hay una relación de jefe a empleado?". La sentencia deja claro que no hace falta tener a un supervisor respirándole en la nuca para que algo sea un brete. En este caso, la misma aplicación es el jefe, el que da las órdenes y el que castiga. Más claro, imposible.
Esto, maes, es un bombazo. ¿Por qué? Porque esta resolución es de última instancia y sienta un precedente importantísimo. Se abrió el portillo para que cualquier otro conductor en una situación similar pueda ir a reclamar sus derechos. El abogado que llevó el caso fue clarísimo: la recomendación para los choferes es que documenten absolutamente todo. Guarden capturas de pantalla, registros de pagos, fechas, horas... todo el chunche sirve. ¡Qué carga de precedente para los conductores, que ahora tienen el sartén por el mango para defenderse!
Uber, por su parte, sigue con el mismo cassette de que ellos son una empresa de tecnología y que los conductores son "independientes". Un discurso que, con esta sentencia en mano, se ve más flojo que un tornillo. Han dicho que van a respetar la regulación que se apruebe en el país, pero mientras tanto, la procesión va por dentro. Se les acabó el tiempo de hacerse los locos y de jugar en una zona gris. La justicia ya les está marcando la cancha. La pregunta del millón ahora es: ¿creen que esto va a causar una avalancha de demandas? ¿O Uber por fin se va a sentar a negociar una regulación seria para no irse al traste con tanto pleito? Los leo.