¡Ay, Dios mío! El ambiente está que arde, pura tensión en el Congreso. Parece que vamos a presenciar un capítulo histórico en la política nacional porque la Asamblea Legislativa ya tiene fecha para el día que podrían mandar a parar al Presidente Chaves. Quince denuncias por “beligerancia política” – léase, meterse en temas electorales – lo tienen pegao’ en la cuerda floja, y ahora, los diputados van a decidir si le quitan o no el fuero.
Como bien saben, esta vaina del desafuero es un tema medio complicado. No es un juicio penal normal, sino más bien un ‘juicio político-administrativo’, como dicen los abogados inflaos. Básicamente, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) quiere investigar a fondo estas quince denuncias donde alegan que el Presidente se ha metido hasta las narices en campañas electorales y no ha sido imparcial. Ya sé, suena familiar, ¿verdad? Pero esta vez, las cosas parecen tomar otro rumbo.
El Presidente Rodrigo Arias ya puso la fecha: lunes 15 de diciembre. ¡Marca roja en el calendario, mae! Se va a hacer una sesión extraordinaria y solemne, con un solo propósito: debatir esos informes de la Comisión Especial y echar a andar el voto sobre el desafuero. Parece que Alejandra Larios, que presidió esa comisión, está decididísima a que no haya pierde tiempo. Dice que ya se cumplieron todos los trámites y que cualquier intento de ponerle chinches al asunto sería una pendejada.
Pero espérense, que todavía falta un ingrediente importante en esta receta de conflicto: la reunión de los jefes de fracción que será este lunes 8. Ahí se va a intentar blindar el acuerdo para que no venga nadie a tirar piedras al riñón. Nueva República, que siempre anda buscando cómo echar arena al machacón, pidió tiempo para analizar el tema con sus diputados. Algunos dicen que es para buscar acuerdos de última hora, otros que simplemente quieren ver qué onda. Rocío Alfaro, de Frente Amplio, insiste en que todo tenga que ser transparente, pa' que no se diga que hubo trampas.
Ahora, la pregunta del millón: ¿qué pasa si los diputados dicen que sí al desafuero? Pues ahí empieza la verdadera torta. Si logran juntar los 38 votos necesarios – que no es pan comido, créame –, el Presidente perdería su protección constitucional y el TSE podría avanzarle con la investigación. En el peor de los casos, si lo encuentran culpable, podrían inhabilitarlo para ejercer cargos públicos. ¡Imagínate eso! A unos pocos meses de que empiece la campaña del 2026, un mazazo así le caería como anillo al dedo a sus detractores.
Las matemáticas legislativas son el verdadero brete aquí. El oficialismo está en contra, obviamente, y Nueva República es la incógnita más grande. La oposición – PLN, PUSC, FA y PLP – tiene que trabajar duro para sumar los votos suficientes y lograr el número mágico. El 15 de diciembre, toda Costa Rica estará pegada a la tele viendo si el ‘blindaje’ de Zapote resiste o se cae a pedazos. Porque vaya que esto pinta feo, diay.
Y hablando de lo feo, me viene a la mente el caso de los discos duros borrados y los sobreprecios en el Parque Empresarial del Pacífico. ¡Qué desmadre! Eso también está dando que hablar, y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no deja de rascar. Una vaina lleva a la otra, ¿saben? Un gobierno en crisis suele tener otros problemas a cuestas, y parece que a nosotros nos toco’ una combinación explosiva. No olvidemos tampoco el tema de los asesinatos, que siguen escalando y la ley contra el sicariato sigue durmiendo el sueño de los justos… Bueno, ¡qué torta!
En fin, mi gente, estamos viviendo momentos turbulentos en Costa Rica. El futuro del liderazgo de nuestro país está literalmente en manos de los diputados. Así que les lanzo la pregunta: ¿creen que el Presidente Chaves podrá sobrevivir a este vendaval político, o será este el principio del fin de su gestión?
Como bien saben, esta vaina del desafuero es un tema medio complicado. No es un juicio penal normal, sino más bien un ‘juicio político-administrativo’, como dicen los abogados inflaos. Básicamente, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) quiere investigar a fondo estas quince denuncias donde alegan que el Presidente se ha metido hasta las narices en campañas electorales y no ha sido imparcial. Ya sé, suena familiar, ¿verdad? Pero esta vez, las cosas parecen tomar otro rumbo.
El Presidente Rodrigo Arias ya puso la fecha: lunes 15 de diciembre. ¡Marca roja en el calendario, mae! Se va a hacer una sesión extraordinaria y solemne, con un solo propósito: debatir esos informes de la Comisión Especial y echar a andar el voto sobre el desafuero. Parece que Alejandra Larios, que presidió esa comisión, está decididísima a que no haya pierde tiempo. Dice que ya se cumplieron todos los trámites y que cualquier intento de ponerle chinches al asunto sería una pendejada.
Pero espérense, que todavía falta un ingrediente importante en esta receta de conflicto: la reunión de los jefes de fracción que será este lunes 8. Ahí se va a intentar blindar el acuerdo para que no venga nadie a tirar piedras al riñón. Nueva República, que siempre anda buscando cómo echar arena al machacón, pidió tiempo para analizar el tema con sus diputados. Algunos dicen que es para buscar acuerdos de última hora, otros que simplemente quieren ver qué onda. Rocío Alfaro, de Frente Amplio, insiste en que todo tenga que ser transparente, pa' que no se diga que hubo trampas.
Ahora, la pregunta del millón: ¿qué pasa si los diputados dicen que sí al desafuero? Pues ahí empieza la verdadera torta. Si logran juntar los 38 votos necesarios – que no es pan comido, créame –, el Presidente perdería su protección constitucional y el TSE podría avanzarle con la investigación. En el peor de los casos, si lo encuentran culpable, podrían inhabilitarlo para ejercer cargos públicos. ¡Imagínate eso! A unos pocos meses de que empiece la campaña del 2026, un mazazo así le caería como anillo al dedo a sus detractores.
Las matemáticas legislativas son el verdadero brete aquí. El oficialismo está en contra, obviamente, y Nueva República es la incógnita más grande. La oposición – PLN, PUSC, FA y PLP – tiene que trabajar duro para sumar los votos suficientes y lograr el número mágico. El 15 de diciembre, toda Costa Rica estará pegada a la tele viendo si el ‘blindaje’ de Zapote resiste o se cae a pedazos. Porque vaya que esto pinta feo, diay.
Y hablando de lo feo, me viene a la mente el caso de los discos duros borrados y los sobreprecios en el Parque Empresarial del Pacífico. ¡Qué desmadre! Eso también está dando que hablar, y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no deja de rascar. Una vaina lleva a la otra, ¿saben? Un gobierno en crisis suele tener otros problemas a cuestas, y parece que a nosotros nos toco’ una combinación explosiva. No olvidemos tampoco el tema de los asesinatos, que siguen escalando y la ley contra el sicariato sigue durmiendo el sueño de los justos… Bueno, ¡qué torta!
En fin, mi gente, estamos viviendo momentos turbulentos en Costa Rica. El futuro del liderazgo de nuestro país está literalmente en manos de los diputados. Así que les lanzo la pregunta: ¿creen que el Presidente Chaves podrá sobrevivir a este vendaval político, o será este el principio del fin de su gestión?