¡Ay, Dios mío, qué movida la que cayó! La Sala Constitucional le pegó un sopapo tremendo al Ministro de Seguridad, Mario Zamora, y a toda la banda de jefes policiales. Resulta que andaban usando uniformados para mandar mensajes políticos, ¡y eso no se puede, mae! Ahora les toca sudar la gota gorda porque la sala los puso contra la pared.
Todo esto viene de un video que salió hace poco más de un año, allá en octubre del 2024. En el video aparecían como setenta funcionarios de diferentes cuerpos policiales – PDC, Migración, Tránsito, hasta penitenciaristas– diciendo cosas a la Asamblea Legislativa. Una verdadera torta, porque parece que estaban tratando de influir en las decisiones de los diputados, ¡y eso va en contra de la Constitución!
La Sala IV, que es quien decide estas cositas importantes, determinó que sí hubo violación del artículo 12 de nuestra Carta Magna. Ese artículo dice clarito que los policías no pueden opinar ni manifestarse, ya sea solos o en grupo. Es para mantener la neutralidad de las fuerzas de orden, para que no estén metiendo los narices en política.
Ahora bien, ¿qué pasó con el Presidente Chaves? Al principio, también estaba en la mira, pero finalmente la condena se enfocó en los jerarcas de la policía. Parece que el asunto quedó entre ellos, y ahora tendrán que pagar las consecuencias. Ya ven, el sistema funciona… aunque a veces le tome un buen tiempo llegar a resolver las cosas.
Pero ahí no termina la cosa, ¡porque ahora viene la amenaza de cárcel! La Sala IV dejó claro que si Zamora y los demás jefes policiales se atreven a repetir este tipo de acciones, van directo a la celda. La pena podría ser desde tres meses hasta dos años de prisión, o una multa bastante salada. ¡Eso sí que duele, mae! Imagínate, un ministro perdiendo la libertad por meterse en broncas políticas.
Esto es histórico, vamos. No es usual que la Sala le eche un pulso así a tan altas autoridades del gobierno. Demuestra que la Constitución es seria, y que nadie, ni siquiera los poderosos, está por encima de ella. Es una señal clara de que hay límites, y que hay que respetarlos. Porque al final, todos tenemos que jugar limpio, ¿verdad?
Muchos analistas dicen que esta decisión es un golpe duro para el gobierno, especialmente para Zamora, que ha tenido muchas críticas durante su gestión. Algunos señalan que este caso demuestra la necesidad de reformar las leyes que regulan la actuación de la policía, para evitar que vuelva a suceder algo así. Otros simplemente se quedan boquiabiertos ante la valentía de la Sala IV.
En fin, la polémica sigue servida, y ahora queda ver cómo reaccionarán Zamora y los demás implicados. Pero una cosa es segura: este caso quedará grabado en la memoria de todos los costarricenses. Y nos deja pensando: ¿Hasta dónde llega el poder del Estado para involucrar a las instituciones en asuntos políticos, y qué podemos hacer para evitarlo?
Todo esto viene de un video que salió hace poco más de un año, allá en octubre del 2024. En el video aparecían como setenta funcionarios de diferentes cuerpos policiales – PDC, Migración, Tránsito, hasta penitenciaristas– diciendo cosas a la Asamblea Legislativa. Una verdadera torta, porque parece que estaban tratando de influir en las decisiones de los diputados, ¡y eso va en contra de la Constitución!
La Sala IV, que es quien decide estas cositas importantes, determinó que sí hubo violación del artículo 12 de nuestra Carta Magna. Ese artículo dice clarito que los policías no pueden opinar ni manifestarse, ya sea solos o en grupo. Es para mantener la neutralidad de las fuerzas de orden, para que no estén metiendo los narices en política.
Ahora bien, ¿qué pasó con el Presidente Chaves? Al principio, también estaba en la mira, pero finalmente la condena se enfocó en los jerarcas de la policía. Parece que el asunto quedó entre ellos, y ahora tendrán que pagar las consecuencias. Ya ven, el sistema funciona… aunque a veces le tome un buen tiempo llegar a resolver las cosas.
Pero ahí no termina la cosa, ¡porque ahora viene la amenaza de cárcel! La Sala IV dejó claro que si Zamora y los demás jefes policiales se atreven a repetir este tipo de acciones, van directo a la celda. La pena podría ser desde tres meses hasta dos años de prisión, o una multa bastante salada. ¡Eso sí que duele, mae! Imagínate, un ministro perdiendo la libertad por meterse en broncas políticas.
Esto es histórico, vamos. No es usual que la Sala le eche un pulso así a tan altas autoridades del gobierno. Demuestra que la Constitución es seria, y que nadie, ni siquiera los poderosos, está por encima de ella. Es una señal clara de que hay límites, y que hay que respetarlos. Porque al final, todos tenemos que jugar limpio, ¿verdad?
Muchos analistas dicen que esta decisión es un golpe duro para el gobierno, especialmente para Zamora, que ha tenido muchas críticas durante su gestión. Algunos señalan que este caso demuestra la necesidad de reformar las leyes que regulan la actuación de la policía, para evitar que vuelva a suceder algo así. Otros simplemente se quedan boquiabiertos ante la valentía de la Sala IV.
En fin, la polémica sigue servida, y ahora queda ver cómo reaccionarán Zamora y los demás implicados. Pero una cosa es segura: este caso quedará grabado en la memoria de todos los costarricenses. Y nos deja pensando: ¿Hasta dónde llega el poder del Estado para involucrar a las instituciones en asuntos políticos, y qué podemos hacer para evitarlo?