¡Aguafiestas no más! Imagínate la cara cuando te anuncian que ganaste el Gordo Navideño. Un buen pellizco de plata que podría cambiarle la vida a cualquiera. Pero, ojo, que muchos se la han ido al traste por emocionarse demasiado y empezar a tirar la casa por la ventana sin pensar ni un poquito. Rosa Elena Sánchez Zumbado, la jefa de la Asociación Consumidores de Costa Rica, nos pone los pies en la tierra con unos consejos que vale oro, especialmente ahora que estamos a puertas del sorteo.
Según la experta, lo primero que hay que hacer –y esto es pa’ ponerle atencio– es cancelar todas esas deudas que te pesan. Hipotecas, carros, tarjetas… ¡libérate de esas cadenas! Pagar las deudas es como quitarte una piedra enorme del cuello, y así puedes respirar tranquilo y empezar a planear con la cabeza fría. No es fácil resistirse a la tentación de gastar en cosas innecesarias, pero créeme, esa tranquilidad vale más que cualquier lujo momentáneo.
Ahora, sí, podemos soñar con unas vacaciones en México, un nuevo chuche para la casa o hasta un carrito nuevo. Pero ¡ojo!, que no te emociones demasiado. Sánchez dice que tienes que apartarle un porcentajito modesto a la euforia, para darnos unos gustitos sin arriesgar todo lo demás. Definir un monto límite, ¡eso sí!, y cumplirlo al pie de la letra. Porque si te vas de racha comprando pura tontería, al final te quedas con las manos vacías y una decepción grande.
Una de las mayores tortas que se comen la gente es precisamente gastar por impulso. Ver el dinero ahí, acreditado en la cuenta, les da ideas locas, como comprar una casa de inmediato sin siquiera mirar el vecindario o negociar el precio. ¡Qué sala! Así no funciona, mi pana. Hay que analizarla bien, investigar, comparar opciones y tomar una decisión informada. Recordá que el dinero se gana trabajando duro, no se tira así nomás.
Y hablando de trabajar duro, la discreción es fundamental. Una vez que te sabes la nota, prepárate para que te aborden conocidos, familiares e incluso desconocidos pidiendo prestado. ¡Diay, qué vergüenza! Te van a venir con historias inventadas, promesas falsas y presiones constantes. Mantén la calma, sé firme y no cedas a las peticiones. Es mejor perder un amigo que perder todo el dinerito ganado con esfuerzo.
Si el premio es tan grande que te sientes perdido, no tengas miedo de buscar ayuda profesional. Contrata a un asesor financiero reconocido, con buena reputación y experiencia comprobada. Que te oriente en las mejores opciones de inversión, te ayude a gestionar el dinero de forma eficiente y te proteja de posibles estafadores. ¡Cuidado con los oportunistas que andan buscando cómo aprovecharse de la buena fortuna ajena!
Para rematar, recuerden que la inversión es la clave. En lugar de gastar todo en cosas efímeras, piensa a largo plazo. Invierte en propiedades, negocios, acciones o fondos mutuos. Busca opciones que te generen ingresos pasivos y te permitan asegurar tu futuro económico y el de tus seres queridos. Eso sí, investiga a fondo antes de tomar cualquier decisión y no te fíes de promesas milagrosas.
Bueno, pues ya saben, ¡aguanten y crucen los dedos! Pero si la suerte les sonríe, recuerden estos consejos y no se vayan al traste. Ahora dime, ¿cuál sería la primera cosa que harías si ganaras el Gordo Navideño? ¿Te irías directo a comprar un carro nuevo, pagarías tus deudas o invertirías en un negocio propio?
Según la experta, lo primero que hay que hacer –y esto es pa’ ponerle atencio– es cancelar todas esas deudas que te pesan. Hipotecas, carros, tarjetas… ¡libérate de esas cadenas! Pagar las deudas es como quitarte una piedra enorme del cuello, y así puedes respirar tranquilo y empezar a planear con la cabeza fría. No es fácil resistirse a la tentación de gastar en cosas innecesarias, pero créeme, esa tranquilidad vale más que cualquier lujo momentáneo.
Ahora, sí, podemos soñar con unas vacaciones en México, un nuevo chuche para la casa o hasta un carrito nuevo. Pero ¡ojo!, que no te emociones demasiado. Sánchez dice que tienes que apartarle un porcentajito modesto a la euforia, para darnos unos gustitos sin arriesgar todo lo demás. Definir un monto límite, ¡eso sí!, y cumplirlo al pie de la letra. Porque si te vas de racha comprando pura tontería, al final te quedas con las manos vacías y una decepción grande.
Una de las mayores tortas que se comen la gente es precisamente gastar por impulso. Ver el dinero ahí, acreditado en la cuenta, les da ideas locas, como comprar una casa de inmediato sin siquiera mirar el vecindario o negociar el precio. ¡Qué sala! Así no funciona, mi pana. Hay que analizarla bien, investigar, comparar opciones y tomar una decisión informada. Recordá que el dinero se gana trabajando duro, no se tira así nomás.
Y hablando de trabajar duro, la discreción es fundamental. Una vez que te sabes la nota, prepárate para que te aborden conocidos, familiares e incluso desconocidos pidiendo prestado. ¡Diay, qué vergüenza! Te van a venir con historias inventadas, promesas falsas y presiones constantes. Mantén la calma, sé firme y no cedas a las peticiones. Es mejor perder un amigo que perder todo el dinerito ganado con esfuerzo.
Si el premio es tan grande que te sientes perdido, no tengas miedo de buscar ayuda profesional. Contrata a un asesor financiero reconocido, con buena reputación y experiencia comprobada. Que te oriente en las mejores opciones de inversión, te ayude a gestionar el dinero de forma eficiente y te proteja de posibles estafadores. ¡Cuidado con los oportunistas que andan buscando cómo aprovecharse de la buena fortuna ajena!
Para rematar, recuerden que la inversión es la clave. En lugar de gastar todo en cosas efímeras, piensa a largo plazo. Invierte en propiedades, negocios, acciones o fondos mutuos. Busca opciones que te generen ingresos pasivos y te permitan asegurar tu futuro económico y el de tus seres queridos. Eso sí, investiga a fondo antes de tomar cualquier decisión y no te fíes de promesas milagrosas.
Bueno, pues ya saben, ¡aguanten y crucen los dedos! Pero si la suerte les sonríe, recuerden estos consejos y no se vayan al traste. Ahora dime, ¿cuál sería la primera cosa que harías si ganaras el Gordo Navideño? ¿Te irías directo a comprar un carro nuevo, pagarías tus deudas o invertirías en un negocio propio?