¡Ay, Dios mío! Esto sí que es novela. Resulta que Orlando Ramírez Bioley, el señor que representa a los buseros del Este y, digamos, tenía buena relación con el Presidente Chaves, se quedó sin las rutas más jugosas de la zona. Todo por una deuda monumental que parecía no tener fin. ¡Una verdadera torta!
La Junta Directiva del Consejo de Transporte Público (CTP) le dio un sopapo tremendo a Ramírez, revocándole los permisos de operación de CESMAG S.A. y Zapote S.A., dos compañías que movilizan a miles de personas todos los días desde pueblos como San Pedro, Curridabat y alrededores. Parece que la cosa estaba tan fea que ya no había vuelta atrás.
Pero ¿cuál es el detalle? Ramírez acumulaba una deuda superior a los dos millones de dólares con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y FODESAF. Como bien dice la ley, si tú no pagas lo que debes, te quedas sin privilegios. ¡Así de simple! Y ahí estaban los diputados del Frente Amplio, como Ariel Robles y Rocío Alfaro, esperando el momento justo para apretarle el acelerador y pedirle la renuncia. Ellos venían diciéndolo hace rato.
Robles, claro, no se anduvo con rodeos: “Es una vergüenza que un tipo que se codea con el gobierno tenga tanto problema para cumplir con sus obligaciones laborales. Invierten en campañas, pero no pueden pagar a sus empleados. ¡Qué nivel!” Recuerden que Ramírez no es cualquier busero, él siempre ha sido un personaje influyente dentro del sector. Su caída, por lo tanto, también tiene tintes políticos considerables. Se siente el ambiente cargado, diay.
Ahora, la gran pregunta es: ¿qué va a pasar con los pasajeros? Porque esto no afecta solo a Ramírez, sino a muchísima gente que depende de esos buses para ir al trabajo, estudiar o simplemente moverse por la ciudad. El CTP ya puso en marcha un plan de contingencia, buscando nuevos operadores que estén al día con la seguridad social y puedan hacerse cargo de esas rutas. Dicen que tienen varias opciones sobre la mesa, pero encontrar a alguien dispuesto a asumir un brete así no es tarea fácil.
Y hablando de bretes, algunos analistas dicen que esto podría ser un indicativo de tensiones internas dentro del partido oficial. Parece que el apoyo al Presidente Chaves no es tan sólido como algunos creían. Claro, siempre hay envidias y ambiciones en la política, y Ramírez era considerado cercano a ciertos sectores poderosos. Esta vara se puso complicada, chunche.
Por supuesto, Ramírez no se ha quedado callado. Ha negado haber hecho algo malo y asegura que está trabajando para regularizar su situación financiera. Pero, a ver, mae, ¿cómo vas a justificar una deuda de dos millones de dólares? Eso no se arregla con unas disculpas, ¿verdad? Ya la chavalería anda comentando que esta crisis es producto de malas decisiones financieras y, posiblemente, algunas manejadoras turbias.
En fin, toda esta coyuntura nos lleva a preguntarnos: ¿hasta dónde llega la influencia de los financistas de campaña en las decisiones del gobierno? ¿Estamos dispuestos a permitir que la política se mezcle con los negocios de manera tan evidente? ¿Creen que el CTP actuó correctamente al retirar las rutas a Ramírez, o debería haber dado otra oportunidad? Compartan sus opiniones en el foro, ¡queremos saber qué piensan ustedes!
La Junta Directiva del Consejo de Transporte Público (CTP) le dio un sopapo tremendo a Ramírez, revocándole los permisos de operación de CESMAG S.A. y Zapote S.A., dos compañías que movilizan a miles de personas todos los días desde pueblos como San Pedro, Curridabat y alrededores. Parece que la cosa estaba tan fea que ya no había vuelta atrás.
Pero ¿cuál es el detalle? Ramírez acumulaba una deuda superior a los dos millones de dólares con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y FODESAF. Como bien dice la ley, si tú no pagas lo que debes, te quedas sin privilegios. ¡Así de simple! Y ahí estaban los diputados del Frente Amplio, como Ariel Robles y Rocío Alfaro, esperando el momento justo para apretarle el acelerador y pedirle la renuncia. Ellos venían diciéndolo hace rato.
Robles, claro, no se anduvo con rodeos: “Es una vergüenza que un tipo que se codea con el gobierno tenga tanto problema para cumplir con sus obligaciones laborales. Invierten en campañas, pero no pueden pagar a sus empleados. ¡Qué nivel!” Recuerden que Ramírez no es cualquier busero, él siempre ha sido un personaje influyente dentro del sector. Su caída, por lo tanto, también tiene tintes políticos considerables. Se siente el ambiente cargado, diay.
Ahora, la gran pregunta es: ¿qué va a pasar con los pasajeros? Porque esto no afecta solo a Ramírez, sino a muchísima gente que depende de esos buses para ir al trabajo, estudiar o simplemente moverse por la ciudad. El CTP ya puso en marcha un plan de contingencia, buscando nuevos operadores que estén al día con la seguridad social y puedan hacerse cargo de esas rutas. Dicen que tienen varias opciones sobre la mesa, pero encontrar a alguien dispuesto a asumir un brete así no es tarea fácil.
Y hablando de bretes, algunos analistas dicen que esto podría ser un indicativo de tensiones internas dentro del partido oficial. Parece que el apoyo al Presidente Chaves no es tan sólido como algunos creían. Claro, siempre hay envidias y ambiciones en la política, y Ramírez era considerado cercano a ciertos sectores poderosos. Esta vara se puso complicada, chunche.
Por supuesto, Ramírez no se ha quedado callado. Ha negado haber hecho algo malo y asegura que está trabajando para regularizar su situación financiera. Pero, a ver, mae, ¿cómo vas a justificar una deuda de dos millones de dólares? Eso no se arregla con unas disculpas, ¿verdad? Ya la chavalería anda comentando que esta crisis es producto de malas decisiones financieras y, posiblemente, algunas manejadoras turbias.
En fin, toda esta coyuntura nos lleva a preguntarnos: ¿hasta dónde llega la influencia de los financistas de campaña en las decisiones del gobierno? ¿Estamos dispuestos a permitir que la política se mezcle con los negocios de manera tan evidente? ¿Creen que el CTP actuó correctamente al retirar las rutas a Ramírez, o debería haber dado otra oportunidad? Compartan sus opiniones en el foro, ¡queremos saber qué piensan ustedes!