¡Pura vida, gente del Foro! Ya salió el primer sorgo de consolación del Gordo Navideño y, pues digámoslo así, algunos se quedaron con la cara larga y otros festejando como si no hubiera mañana. El número 82 con la serie 844 se llevó la palma en el primer sorteo, premiando a quien le dio en el clavo y apostó por esa combinación.
Para los que no estén al tanto, el Gordo Navideño es pura tradición acá en Costa Rica. Es como el regalo más grande que nos damos como país, porque involucra a muchísima gente, desde los vendedores ambulantes hasta la mismísima Junta de Protección Social (JPS). Se trata de rifas gigantes donde la suerte puede cambiarle la vida a cualquiera... literalmente. Este año, la emoción estaba a flor de piel, sobre todo después de esos rumores de que el Gordo iba a estar más lleno de colas que nunca.
Ahora, hablemos de las guayas. Por entero, la vaina paga cuarenta palos, y por fracción, bien, te llevas unos diez millones colones. No está mal, ¿eh? Pero ahí va lo jugoso: también hubo segundo y tercer premio. El 87 con la serie 641 se hizo con el segundo lugar, repartiendo ochenta millones por entero y ocho millones por fracción. Y el 28 con la serie 215 se llevó el tercero, pagando treinta y cinco millones por entero y tres milloncitos y medio por fracción. ¡Un buen brete pa’ alguien!
Según la JPS, esta primera tanda tenía unas 500.000 boletas, divididas en cinco tandas de cien mil cada una. Cada entero trae diez fracciones, entonces, si quieres jugar a lo grande, te sale en veinte mil colones; si vas con calma, dos mil por fracción. Hay que tener en cuenta que hubo también otras guayas más chiquitas: veinte premios de dos millones y setenta y siete de quinientos mil. Digamos que había opciones pa’ todos los bolsillos.
Pero ojo, que este no es el único sorgo. ¡Todavía queda el segundo! Sí, el domingo 28 de diciembre tenemos otra oportunidad de soñar con la grandota. En este caso, el entero vale quince mil colones y la fracción, mil quinientos. El premio gordo ahí sí es considerable: trecientos millones el entero, y treinta millones por fracción. También hay segundo y tercer premio, aunque un poquito más modestos: sesenta millones y veinticinco millones por entero respectivamente, con sus fracciones correspondientes. Además, habrá 20 premios de millón y medio y 77 de 500 mil colones.
Lo curioso de todo esto es que este año se repetió una movida rara: el Gordo quedó sin ganador hace trece años. Es como si estuviera tramando algo… o quizás solo es pura casualidad. Hay gente que dice que hay patrones en estos sorteos, que ciertos números salen más seguido. Yo creo que es cuestión de suerte, pero nunca está de más analizar las vainas, ¿verdad?
Y hablando de suerte, la JPS ha estado bombardeándonos con publicidad recordándonos que es importante comprar nuestros boletos en lugares autorizados. Así evitamos caer en manos de changueos y asegurarnos de que nuestra apuesta sea válida. Porque, ¿pa’ qué queremos ganar si luego nos quieren hacer una torta tratando de quitarnos la guaya? Mejor prevenir que lamentar, como dicen por acá.
En fin, ya saben, pónganse las pilas, analicen sus números favoritos, crucen los dedos y a ver quién se lleva la granada. Pero recuerden que, al final del día, lo importante es pasarla bien, compartir con la familia y disfrutar de estas fechas decembrinas. Ahora, dime tú: ¿crees que los sorteos del Gordo Navideño deberían seguir siendo tan populares, o sería mejor buscar formas alternativas de financiar programas sociales?
Para los que no estén al tanto, el Gordo Navideño es pura tradición acá en Costa Rica. Es como el regalo más grande que nos damos como país, porque involucra a muchísima gente, desde los vendedores ambulantes hasta la mismísima Junta de Protección Social (JPS). Se trata de rifas gigantes donde la suerte puede cambiarle la vida a cualquiera... literalmente. Este año, la emoción estaba a flor de piel, sobre todo después de esos rumores de que el Gordo iba a estar más lleno de colas que nunca.
Ahora, hablemos de las guayas. Por entero, la vaina paga cuarenta palos, y por fracción, bien, te llevas unos diez millones colones. No está mal, ¿eh? Pero ahí va lo jugoso: también hubo segundo y tercer premio. El 87 con la serie 641 se hizo con el segundo lugar, repartiendo ochenta millones por entero y ocho millones por fracción. Y el 28 con la serie 215 se llevó el tercero, pagando treinta y cinco millones por entero y tres milloncitos y medio por fracción. ¡Un buen brete pa’ alguien!
Según la JPS, esta primera tanda tenía unas 500.000 boletas, divididas en cinco tandas de cien mil cada una. Cada entero trae diez fracciones, entonces, si quieres jugar a lo grande, te sale en veinte mil colones; si vas con calma, dos mil por fracción. Hay que tener en cuenta que hubo también otras guayas más chiquitas: veinte premios de dos millones y setenta y siete de quinientos mil. Digamos que había opciones pa’ todos los bolsillos.
Pero ojo, que este no es el único sorgo. ¡Todavía queda el segundo! Sí, el domingo 28 de diciembre tenemos otra oportunidad de soñar con la grandota. En este caso, el entero vale quince mil colones y la fracción, mil quinientos. El premio gordo ahí sí es considerable: trecientos millones el entero, y treinta millones por fracción. También hay segundo y tercer premio, aunque un poquito más modestos: sesenta millones y veinticinco millones por entero respectivamente, con sus fracciones correspondientes. Además, habrá 20 premios de millón y medio y 77 de 500 mil colones.
Lo curioso de todo esto es que este año se repetió una movida rara: el Gordo quedó sin ganador hace trece años. Es como si estuviera tramando algo… o quizás solo es pura casualidad. Hay gente que dice que hay patrones en estos sorteos, que ciertos números salen más seguido. Yo creo que es cuestión de suerte, pero nunca está de más analizar las vainas, ¿verdad?
Y hablando de suerte, la JPS ha estado bombardeándonos con publicidad recordándonos que es importante comprar nuestros boletos en lugares autorizados. Así evitamos caer en manos de changueos y asegurarnos de que nuestra apuesta sea válida. Porque, ¿pa’ qué queremos ganar si luego nos quieren hacer una torta tratando de quitarnos la guaya? Mejor prevenir que lamentar, como dicen por acá.
En fin, ya saben, pónganse las pilas, analicen sus números favoritos, crucen los dedos y a ver quién se lleva la granada. Pero recuerden que, al final del día, lo importante es pasarla bien, compartir con la familia y disfrutar de estas fechas decembrinas. Ahora, dime tú: ¿crees que los sorteos del Gordo Navideño deberían seguir siendo tan populares, o sería mejor buscar formas alternativas de financiar programas sociales?
