¡Ay, Dios mío! Esto sí que salió turbio. La comunidad de Guadalupe todavía está sacudida por el incendio de la semana pasada, pero ahora, con las capturas del OIJ, todo apunta a que no fue un simple cortocircuito como se pensó al principio. Tres personas, incluyendo a familiares del difunto Eduardo Prado, están tras las rejas acusadas de haber provocado el siniestro. ¡Imagínate la bronca que debe haber en esa familia!
Según el Organismo de Investigación Judicial, la investigación comenzó a tomar otro rumbo cuando se determinó que el incendio fue intencional. Unas cámaras de seguridad captaron a la sobrina de Prado, Alvarado, y a su novio, Múnera –ese colombiano que llegó hace poco– saliendo de la casa justo antes de que prendiera fuego. De ahí pa’ acá, todo se vino encima.
Y ni hablar de los decomisos que hizo el OIJ. Le encontraron a estos sospechosos dos carros, una buena lana en plata y dólares, hasta un arma que no es letal, celulares, cadenas y relojes... ¡Una chimba lo que andaban juntando! Parece que estaban viviendo como reyes, ¿no creen?
El caso, como sabemos, se remonta al martes pasado en el barrio Santa Eduviges. Los bomberos tuvieron que combatir las llamas durante horas, y lamentablemente, encontraron el cuerpo calcinado de Don Eduardo. Un pariente cercano contó a CR Hoy cómo era Don Eduardo: un señor trabajador, dueño de su casa, aunque vivía solito porque le gustaba la independencia. “Siempre nos saludábamos”, dijo el primo, visiblemente afectado.
Pero la cosa se puso aún más interesante cuando se descubrió que, dos días después del incendio, los jóvenes compraron un carro a crédito, ¡y lo pagaron en efectivo! Luego empezaron a vender cositas en distintos lugares. ¡De verdad, qué nivel de audacia! Las autoridades pudieron rastrear esas transacciones y conectar los puntos.
Ahora, el OIJ cree que detrás de toda esta movida hay un móvil de robo. Al parecer, querían quedarse con el dinero y las pertenencias de valor que tenía Don Eduardo. Ese pobre señor, trabajando duro toda su vida, para terminar así… ¡qué pena!
Lo más loco de todo es que Munera fue detenido conduciendo el carro de Don Eduardo, y la hermana de la víctima también resultó estar involucrada. ¡Un verdadero nudo familiar! Este brete me recuerda a esas telenovelas venezolanas, pero esto es la realidad, mae. El dolor de la familia es inmenso, imagínate perder a alguien así, y encima saber que pudo haber sido provocado por sus propios parientes.
Definitivamente, este caso nos deja pensando: ¿Hasta dónde llega la desesperación humana para cometer actos tan atroces? ¿Creen que la justicia hará lo correcto con estos responsables o debería haber una pena más severa considerando la pérdida de una vida y el daño causado a la familia de Don Eduardo? Déjenme sus opiniones en el foro, ¡quiero leerlas!
Según el Organismo de Investigación Judicial, la investigación comenzó a tomar otro rumbo cuando se determinó que el incendio fue intencional. Unas cámaras de seguridad captaron a la sobrina de Prado, Alvarado, y a su novio, Múnera –ese colombiano que llegó hace poco– saliendo de la casa justo antes de que prendiera fuego. De ahí pa’ acá, todo se vino encima.
Y ni hablar de los decomisos que hizo el OIJ. Le encontraron a estos sospechosos dos carros, una buena lana en plata y dólares, hasta un arma que no es letal, celulares, cadenas y relojes... ¡Una chimba lo que andaban juntando! Parece que estaban viviendo como reyes, ¿no creen?
El caso, como sabemos, se remonta al martes pasado en el barrio Santa Eduviges. Los bomberos tuvieron que combatir las llamas durante horas, y lamentablemente, encontraron el cuerpo calcinado de Don Eduardo. Un pariente cercano contó a CR Hoy cómo era Don Eduardo: un señor trabajador, dueño de su casa, aunque vivía solito porque le gustaba la independencia. “Siempre nos saludábamos”, dijo el primo, visiblemente afectado.
Pero la cosa se puso aún más interesante cuando se descubrió que, dos días después del incendio, los jóvenes compraron un carro a crédito, ¡y lo pagaron en efectivo! Luego empezaron a vender cositas en distintos lugares. ¡De verdad, qué nivel de audacia! Las autoridades pudieron rastrear esas transacciones y conectar los puntos.
Ahora, el OIJ cree que detrás de toda esta movida hay un móvil de robo. Al parecer, querían quedarse con el dinero y las pertenencias de valor que tenía Don Eduardo. Ese pobre señor, trabajando duro toda su vida, para terminar así… ¡qué pena!
Lo más loco de todo es que Munera fue detenido conduciendo el carro de Don Eduardo, y la hermana de la víctima también resultó estar involucrada. ¡Un verdadero nudo familiar! Este brete me recuerda a esas telenovelas venezolanas, pero esto es la realidad, mae. El dolor de la familia es inmenso, imagínate perder a alguien así, y encima saber que pudo haber sido provocado por sus propios parientes.
Definitivamente, este caso nos deja pensando: ¿Hasta dónde llega la desesperación humana para cometer actos tan atroces? ¿Creen que la justicia hará lo correcto con estos responsables o debería haber una pena más severa considerando la pérdida de una vida y el daño causado a la familia de Don Eduardo? Déjenme sus opiniones en el foro, ¡quiero leerlas!